sábado, 2 de agosto de 2014

Cementerios en Belgrano – Parte 2



El 5 de agosto de 1874 la Municipalidad del pueblo de Belgrano creó una comisión compuesta por el cura párroco Diego Miller, el doctor Tarnassi, el señor. Policarpo Mom, el arquitecto Buschiazzo y el señor Vicente Pardo con el fin de que se procediera a la construcción de un nuevo cementerio. Poco tiempo después, ésta cumplió su cometido y el cementerio fue establecido en el lugar donde se encuentra actualmente la plaza Marcos Sastre, delimitada por las calles Monroe, Miller, Valdenegro y las vías del  FF.CC.  Mitre.

Al mismo se ingresaba por un gran portón de hierro ubicado sobre la avenida Monroe; desde allí partía la calle central amplia y pavimentada  en cuyos fondos, junto a las vías del ferrocarril había un banco debajo de un ombú donde los concurrentes solían reposar bajo su sombra. A  ambos lados de la calle principal se levantaban las bóvedas que sumarían quince en total.

El 26 de marzo de 1898 por ordenanza municipal fue clausurado el cementerio de Belgrano; el mismo permaneció varios años semiabandonado hasta que, el 28 de noviembre de 1919, fue dispuesta su total desocupación, la cual finalizó en 1922.
Los propietarios de las bóvedas firmaron un convenio con la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires –ad referéndum– por el cual permutaban las sepulturas y sepulcros del cementerio de Belgrano por otras en el Cementerio del Oeste.

Años más tarde por decreto municipal Nº 5003/1946 la manzana que ocupaba el cementerio de Belgrano o cementerio De Miller, como familiarmente lo llamaban los vecinos, fue destinada a plaza pública denominada Marcos Sastre debido a que sus restos originariamente descansaron en la bóveda de la familia Sagasta Isla ubicada  en ese lugar.

Entrada al cementerio de Belgrano también llamado cementerio de Miller, ubicado en lo que hoy es la plaza Marcos Sastre.

Tomado del sitio diariodebelgrano.com
De Silvia Vardé




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