En agosto de
1822, la Junta de Representantes autorizó al gobierno de la provincia de Buenos
Aires a contratar en Londres un empréstito de un millón de libras esterlinas,
destinados a la construcción del puerto de Buenos Aires, a la fundación de tres
pueblos en la costa sur, y a instalar un servicio de agua corriente y desagües
en la ciudad. La operación fue acordada en 1824 con la casa Baring Brothers, de
Londres, sobre un interés del seis por ciento anual.
Como intermediarios del gobierno
porteño intervienieron los comerciantes británicos Juan y Guillermo Parish
Robertson y el criollo Félix Castro. Los tres comisionistas cobraron por sus
servicios 100.000 libras esterlinas, extraídas del empréstito. La casa Baring
descontó el pago adelantado de dos anualidades de intereses y amortizaciones,
más su propia comisión, por lo que la cantidad acreditada al gobierno de Buenos
Aires quedó reducida a 560.000 libras; a pesar de esto, el gobierno de la
provincia se endeudó por la totalidad del préstamo más los intereses
correspondientes.
Las 560.000 libras no llegaron a
Buenos Aires en una sola entrega y en moneda metálica. Los banqueros británicos
enviaron remesas fraccionadas a partir de julio de 1824, consistentes en su
mayor parte en letras de cambio que, en 1825, fueron entregadas por el gobierno
de Las Heras a los comerciantes locales. Ninguna de las obras que motivaron el
empréstito llegaron a realizarse. (Crónica Argentina, Editorial Codex, tomo
II., Historia Argentina, de José Cosmelli Ibáñez, Editorial Troquel).
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