domingo, 5 de mayo de 2013

La Cervecería Munich - parte 2


Andrés Kálnay delante de una de las terrazas de la Munich  
Foto: Folleto de la Cervecería Munich producido por el Ministerio de Cultura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires



La Cervecería tenía una extraordinaria capacidad de almacenamiento, refrigeración y distribución de cerveza. Las instalaciones frigoríficas eran las más grandes del país (1927), a excepción de los grandes frigoríficos para exportación.

El diseño decorativo de vitrales, barandas, lámparas, equipamiento mobiliario y vajilla fueron creados por el propio Kálnay.

Los actuales vitrales se reprodujeron en base a algunos dibujos originales. Los de la planta inferior reproducen personajes y escenas relacionadas con el ambiente de Munich.

Los elementos escultóricos fueron fabricados a pie de obra. Entre éstos se pueden observar las camareras alemanas con sus bandejas llenas de chops de cervezas o con una cabeza de cerdo; los cabritos sosteniendo escudos con el nombre de la cervecería; o las cabecitas de animales que rematan los travesaños de la pérgola superior.


Kálnay utilizó un repertorio de alegorías y símbolos que remiten permanentemente al festivo mundo de la cerveza y también de la cultura y folclore de la ciudad de Munich. Entre ellos, cabe destacar la reiterada utilización del símbolo del cabrío, así como la de monje y la cabra, los cuales remiten a los orígenes de la cerveza conocida como Bock.

Los muros exteriores se destinaron a la representación de personajes del folclore muniqués y la tradicional Ocktoberfest, trabajados con la técnica de estarcido, muy en boga por entonces.

Las esculturas de la fachada Sur y Norte fueron creadas por el escultor alemán Enrique Swindsackl. Se trata de 6 figuras, cada una de las cuales sostiene una de las letras que componen el nombre Munich.

Las fuentes de Neptuno y Náyades fueron originalmente encargadas por el ex presidente Bartolomé Mitre a la fundición francesa Du Val D'Osne, y luego de dar vueltas por varios parques de la ciudad de Buenos Aires, terminaron en la Cervecería Munich.

Dado que hacia fines de la década de 1970, la ex-cervecería Munich se encontraba completamente abandonada, en 1979 la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires cedió por 20 años el edificio junto con 5.000 m2 de parque circundante, a la empresa nacional de telecomunicaciones "ENTEL", con el fin de destinarlo a museo, obligándose a la empresa a mantenerlo y solventar los costos de restauración y reciclaje. El Arquitecto Rodolfo de Liechtenstein fue elegido, por la Sra. Kálnay, para realizar dicho trabajo de restauración y reciclaje.

Según el proyecto, la restauración y reciclaje consistió en adoptar los locales originariamente proyectados por Andrés Kálnay en bloques espacialmente independientes y yuxtapuestos entre sí, en un contexto espacial único.

Los vitrales del reservado del entrepiso fueron creados cerca de esta época y se destinaron a diferentes monumentos emplazados a lo largo del balneario: el Plus Ultra, la Fuente de las Nereidas, el monumento a España y la Antena Monumental.

Al ser privatizada ENTEL, el museo quedó a cargo de la empresa TELECOM. El inmueble fue finalmente restituido al Gobierno de la Ciudad en febrero de 2002, y destinado al Centro de Museos de Buenos Aires.


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