Descenso a pie
Luego de visitar la campana central de la azotea, donde se emplaza la elevada torre de comunicación (y revolotean las palomas), decidimos bajar. Dejamos atrás las luces rojas que regularmente se encienden y apagan advirtiendo a los aeronavegantes del obstáculo que tienen delante. Bajamos por la escalera caracol que está a un lado del cilindro: una vieja estructura de metal oxidado y de chapas con perforaciones circulares que permiten ver el abismo bajo nuestros pies. Rodeando el tanque hay cuatro pasarelas de metal cada aproximadamente veinte metros. Ya en tierra, la estructura no resulta menos imponente con su volumen de casi 167 mil metros cúbicos. Baste decir que si se llenara ese tanque con agua necesitaríamos ciento sesenta y siete millones de litros, cantidad suficiente para llenar una pileta cuadrada de cuatro manzanas de lado y un metro de profundidad. A uno de los lados del tanque aún existe una vieja escala métrica: los números van del uno al quince, pero no hay inscripciones que indiquen qué unidades medían.
Así es el gasómetro: lleno de misterios, con escasas referencias históricas. Para 1910 ya había en Buenos Aires doce gasómetros y en 1912 se puso en funcionamiento el de Malabia al 1800, el más grande de la época. Referencias genéricas a esta clase de construcciones hay muchas, pero a éste gasómetro en particular muy pocas. Está vacío y no parecen existir intenciones de desarmarlo, así que podemos seguir disfrutando de esta especie de monumento histórico que recuerda otras épocas y otras tecnologías.
Como registró un periódico de fines del siglo pasado: “El gasómetro, como popularmente fue designada la fábrica de gas (de Retiro), fue un jubileo de visitantes desde el día en que comenzó a prestar servicios... Mucha gente del pueblo no comprendía cómo dándose vuelta a una llavecita del tubo o pico y encendiéndose un fósforo de palo podía obtenerse una luz clara como el día”.
Agradecemos a las autoridades de Gas Natural BAN por las facilidades brindadas para la producción de esta nota.
UN ESTRATEGICO ESPACIO DE PUBLICIDAD
Gas Natural BAN S.A. distribuye gas natural en 30 partidos del norte y oeste de la provincia de Buenos Aires linderos a la Capital Federal. Más de 1.100.000 hogares, 1070 industrias y 150 estaciones de Gas Natural Comprimido (GNC) reciben el servicio de la compañía en una zona de 15.000 kilómetros cuadrados. Recientemente la empresa ha decidido comercializar como espacios de publicidad distintas superficies e instalaciones ubicadas en edificios e infraestructuras de su propiedad, entre ellos el gasómetro de Av. Gral. Paz y Av. De los Constituyentes. Este inmenso tanque de acero, que constituye el principal punto de referencia de la zona, fue construido hace más de medio siglo para el almacenamiento de gas. Gracias a sus 85 metros de altura y 50 metros de diámetro, es visible desde más de 1.000 metros a la redonda. Gas Natural BAN ofrece su estructura externa a fin de que agencias de publicidad y empresas puedan exhibir sus marcas o productos.
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