domingo, 23 de septiembre de 2012

Historia del Tango: La época de oro – parte 3

Se iniciaba la década del 40, época de la que muchos recuerdan que Buenos Aires se convirtió en la ciudad que no dormía, reflejando en el Tango la personalidad de la identidad porteña, y llevando a esta manifestación artística al nivel de fenómeno social y cultural inigualable.
Fue en esos años en que el Tango logró alcanzar su mayor calidad tanto compositiva como interpretativa, de la mano de destacadas figuras, que dieron el impulso necesario para que la difusión de este género logrará convertirse en sinónimo de Buenos Aires.

Los habitantes de la urbe se agolpaban en las puertas de accesos de los clubes para ver tocar en vivo a sus orquestas favoritas, mientras se deslizaban por la pista de baile girando en contra de las agujas del reloj siguiendo el devenir sentimental de ese acompasado y pasional ritmo.

Según las investigaciones de diversos expertos, en la década de los 40 llegaron a convivir alrededor de 200 orquestas de Tango, que debían competir con su talento y calidad para cautivar a la mayor parte de seguidores posibles, con el fin de asegurarse un lugar privilegiado en el universo tanguero.

En los clubes se disputaban el éxito orquestas dirigidas por extraordinarios músicos, como Juan D'Arienzo, Carlos Di Sarli, Aníbal Troilo, entre otros, mientras la radio difundía incansablemente esta expresión con la emisión de ciclos dedicados al género y sus representantes. El mejor ejemplo de ello es sin lugar a dudas el programa radial "El Glostora Tango Club" por Radio El Mundo, que logró convertirse en una de las audiciones más escuchadas, y cuyos oyentes disfrutaban de las actuaciones en vivo de la Orquesta de Alfredo De Angelis, acompañada por sus cantores Carlos Dante y Julio Martel.
Fue precisamente en la época dorada del Tango, cuando toda la manifestación artística que reunía este género musical logró instalarse en todos los rincones de la ciudad, llegando incluso a los más prestigiosos y lujosos locales nocturnos, y a los teatros más destacados como el Maipo, el Politeama y el Blanca Podestá, entre otros.

Esta época también marco un período de esplendor para la industria discográfica nacional, que en aquel momento se encontraba liderada por los sellos Odeon y Víctor, ya que se estima que por lo general se lanzaban más de tres nuevos discos por día, logrando un nivel de grabaciones récord.

Fue la época en que, como afirman muchos, el Tango podía escucharse en todas las esquinas de la ciudad, y su pasión podía respirarse en cada uno de los rincones de Buenos Aires.
Fuente Consultada: Graciela Marker Para Planeta Sedna
http://www.portalplanetasedna.com.ar/historia_tango3.htm

No hay comentarios.:

Publicar un comentario