jueves, 12 de enero de 2012

Batalla de Guayabos - parte 1

Después de la reorganización del ejército por el coronel Soler el 16 de diciembre de 1814, la 1ª división del coronel Manuel Dorrego, antes de marchar hacia el Norte, permanece en San José algunos días dando descanso a sus tropas, reorganizándolas, proveyéndose de munición, caballos, etc., para estar en condiciones de emprender este nuevo avance, en situaciones tan difíciles como desventajosas, por el desconocimiento del terreno, y tener que actuar con una población completamente hostil, con tan pocos efectivos, entre los que había tantos europeos destinados, pues para esta campaña, se calculó con la cooperación de las tropas argentinas existentes sobre la margen derecha del Uruguay, en la provincia de Entre Ríos.
El coronel Dorrego con su división partió de San José el 21 de diciembre a las 2 de la tarde, marchando por las cuchillas Grande del Oeste, acampando el día 27 en las puntas del arroyo del Perdido, próximo al paso de la Calera de Peralta.
Al día siguiente cruza el arroyo del Perdido y se dirige hacia el río Negro, por el paso de Vera, a pesar de la fuerte resistencia que le ofreció Lavalleja, jefe de la vanguardia de las fuerzas de Rivera (las fechas exactas y campamentos diarios hasta el río Negro son poco conocidos por haber perdido el coronel Dorrego el diario de marcha durante el combate de Guayabos (o también llamado combate de Arerunguá). Tres leguas antes de llegar al paso de Vera, el coronel Dorrego destacó al teniente coronel Vargas, con ciento cincuenta hombres, para que marchara hasta Vegueló, y reconocer hasta las inmediaciones de Mercedes, pues según informes recogidos sobre la marcha, se decía que en este pueblo existían algunas fuertes partidas enemigas. Se comprobó la inexactitud de esos informes, pero el reconocimiento no dejó de producir algunos beneficios, pues se recogieron de paso algunos caballos.
Otro destacamento con igual número de tropa se destacó hacia el paso de Yapeyú, situado sobre el mismo río Negro.
Este paso se encontraba ocupado por Artigas, con las milicias de Mercedes y Soriano, las que al ver llegar a los nuestros, abrieron un fuego vivo, el que fue contestado de inmediato, en un combate que duró, desde las dos de la tarde hasta muy entrada la noche, ocasión que aprovecharon las fuerzas adversarias para emprender la retirada. Cuando supo el coronel Dorrego de la resistencia que ofrecían estas milicias al paso de los nuestros por Yapeyú, se dirigió con el resto de la división sobre el paso de Vera, donde también se trabaron en combate por la defensa del paso, pero fueron prontamente desalojados de su posición defensiva, franqueando el obstáculo el día 29, y por más que se trató de cortar la retirada a las milicias de Mercedes y Soriano que ofrecieron resistencia en Yapeyú y que se dirigían por el paso de los Cobres, ésta no pudo lograrse por su rápido alejamiento del lugar y otras circunstancias.
En este día (el 29) se tomaron dos carretas con familias y se interceptaron unos oficios de Artigas, Otorgués y Fructuoso Rivera, por los cuales, se enteró el coronel Dorrego del plan de operaciones del adversario, que consistía en retroceder con la mayor parte de sus fuerzas, para incorporarse con las de Blas Basualto (Blasito), en las proximidades del paso de Mercedes, más al norte de Belén, dejando en observaciones a la división de Fructuoso Rivera, las milicias de Mercedes, Soriano, Paysandú (Sandú), etc., y una parte de los Blandengues, con el propósito de hostilizar a la División Dorrego, hasta que ésta llegara a Belén. El coronel Dorrego durante los días 27, 28, 29 y 30 y posteriormente lo hizo tres veces más, se dirigió al coronel Hortiguera, solicitándole que lo apoyara y auxiliara con su división en este trance, pero no obtuvo ninguna ayuda, pues dicho coronel avanzó desde San José hasta los Porongos, muy distante de donde se encontraba el coronel Dorrego, regresando después de Arerunguá, nuevamente al punto de partida, San José.

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