miércoles, 6 de julio de 2011

La Primera Plaza de Villa Urquiza


Como Villa Catalinas era un pueblo típico de esos que se fueron haciendo en torno de una estación de ferrocarril y de una iglesia, también tuvo su plaza, centro de reuniones, lugar de paseos y de esparcimiento infantil, cita obligada para nuevos afectos. Todavía no se veía –a un año de la fundación- un lugar previsto para la consolidada y necesaria plaza.
El 31 de octubre de 1891, Agrelo, en su nombre y en el del socio y pariente Seeber, dio el terreno para la plaza justamente enfrente de la iglesia a construirse.
La “Plaza Echeverría” se creó por Ordenanza Municipal, adjudicándole una superficie de 9.858 Mts. cuadrados y ubicándola entre las calles Bebedero (P.I.Rivera), Bauness, Nahuel Huapi y Capdevila. En el año 1905, la plaza se ensanchó y el Municipio adquirió para ello un lote a la Sucesión de Carlos Lavarino.
En 1908, a solicitud del vecindario, se logró que el Municipio remodelara completamente la plaza y que se colocaran artefactos para la iluminación con gas, así como una útil vereda de ladrillos.

La Señora Lolita aportaba este recuerdo: “De pronto –las niñas decidíamos que para una determinada fecha todas iríamos a caminar por la plaza vestidas con ropa de color rosado y... ¡Todas a coser! Y el domingo fijado, por la tarde, media docena de ellas aparecían con sus bellos vestidos, color rosado, para admiración de los jóvenes, novios o candidatos a serlo... Y si todo andaba bien, se organizaba algún baile en “El Edén” o “El Urquiza”, y acaso para el otro mes, todo se repetiría, pero en celeste, hermoso recuerdo de la Sra. Lolita Alvarez.

En 1913, llega el progreso a la plaza, se instalaron los primeros faroles a luz eléctrica.
En el lugar se realizaban varias veces por año animadas “quermeses” con fines benéficos.
En el centro de la Plaza “Echeverría”, y donde está el monumento al Gral. Urquiza, hubo inicialmente un mástil para izar la bandera nacional.

Hoy  se puede ver el importante monumento dedicado al vencedor de Caseros, General don Justo José de Urquiza, obra del escultor don Pablo Tosto.
El monumento esta realizado en granito Rosado, de Sierra Chica, tiene forma cúbica y esta adornado con un juego de agua, que representa los ríos Paraná y Uruguay, testigos de la iniciativa de Urquiza.
Como dato curioso diremos que parte de este monumento es hueco y que allí guardan sus herramientas los cuidadores de la plaza. En la plaza se han instalado juegos infantiles, una cancha de bochas, elementos para jugar al ajedrez, etc. Sigue siendo el centro de momentos de alegría y paz, característica de esa centenaria villa.


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