martes, 28 de junio de 2011

Firma del Tratado


Los delegados alemanes entran en la Galería de los Espejos – discurso del presidente de la Conferencia – El momento de la firma

Versalles 28 (5,50 tarde)


En los sitios que ocupan los plenipotenciarios se han puesto unos programas recuerdo de la paz de Versalles.

Los periodistas alemanes, que ostentan la cruz de Hierro, están mezclados con sus colegas aliados en el lugar reservado a los periodistas.

A las tres todos los plenipotenciarios están en sus puestos y se produce un silencio emocionante.

Monsieur Martin, director del Protocolo, sale del salón y regresa algunos minutos después precediendo a los plenipotenciarios alemanes, seguidos de sus secretarios.

A las tres y ocho minutos Muller y Bell, que están densamente pálidos, inclinan ligeramente la cabeza y toman asiento en sus puestos.

Antes de la entrada de los plenipotenciarios alemanes la Guardia republicana había envainado los sables.

Monsieur Clemenceau, que presidía, teniendo a Wilson a su derecha y a Lloyd George a su izquierda, declaró abierta la sesión y pronunció la siguiente alocución: “Señores: Se abre la sesión sobre las condiciones del tratado de paz entre las potencias aliadas y asociadas y el Imperio alemán. El acuerdo está hecho y el texto redactado. El presidente de la Conferencia certifica que el texto que va a ser firmado está conforme con el texto de los ejemplares entregados a los delegados alemanes. Las firmas se van a poner al pie del texto original. Estas firmas valdrán como un compromiso irrevocable que será cumplido y ejecutado en su integridad en todas las condiciones fijadas. En esas condiciones tengo el honor de invitar a los plenipotenciarios alemanes a que se sirvan poner sus firmas”.

Los dos plenipotenciarios alemanes se ponen en pie y se dirigen a la mesa, firmando primero el Sr. Muller y después el Sr. Bell, volviendo a sus puestos silenciosamente.

Acto seguido, Wilson, seguido de los miembros de la delegación americana, firman y vuelven a sus asientos, sonriendo.

Lloyd George y la delegación británica firman a continuación, y siguen después los señores Clemenceau, Pichon, Klotz, Tardieu y Jules Cambon, a los que sigue la delegación italiana, formada por los señores Sonnino, Imperiali y Crespi.

La Delegación japonesa cierra la firma de las grandes potencias y comienzan a firmar las potencias de intereses limitados.

Comienza la Delegación de Bélgica y detrás de ella Bolivia, Brasil, Grecia, etc. La última firma es la de los representantes del Uruguay, que termina a las tres y cuarenta minutos de la tarde.

Monsieur Clemenceau se levanta de nuevo y dice: “Las condiciones de paz entre los aliados y asociados y Alemania están firmadas. Se levanta la sesión. Se ruega a los delegados aliados que sirvan esperar”.

Los delegados alemanes, conducidos por los agregados del Protocolo abandonan el salón.


Felipe Pigna (Página Oficial)

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