martes, 15 de marzo de 2011

Batalla de Ensenada de las Pulgas - parte 3


En este lugar ensangrentado ignominiosamente por su bárbara horda a la que titulaba pomposamente “Ejército Restaurador” y que hacía flamear su bandera siniestra con el lema “Federación o muerte”; en ese lugar decimos, lo esperaba el gobernador Dr. José Santos Ortiz con una división de 500 puntanos al mando de Luis de Videla. El encuentro fue épico librándose el combate más encarnizado y aciago de aquella época. Los contendientes que se iban enfrentar en un duelo a muerte, se encontraban en un plano de tal desigualdad que desde el primer momento los invasores debieron tener la impresión de su triunfo y los defensores la de su derrota, la que enfrentaron con un valor y heroísmo que hacen más meritorio su estoico sacrificio.

El ejército del chileno, además de su superioridad numérica y mejor armamento, venía estimulado por los éxitos que había obtenido desde su repulsiva hazaña del Salto hasta el sorpresivo triunfo del Chaján. La división puntana, organizada apresuradamente por el gobernador Ortiz, sólo contaba con el valor legendario de sus jefes y oficiales, pues los soldados carecían de instrucción militar y la mayor parte de ellos concurrían por primera vez a un campo de batalla, mal y deficientemente armados. (5)

En el primer choque fue arrollada la caballería puntana, viéndose obligada a formar cuadros parapetándose en una pequeña isleta de chañares en la que lucharon hasta caer muertos con sus dos oficiales al frente, Dolores Videla y Juan Daract (6), porque ellos y sus soldados prefirieron el sacrificio heroico antes que la rendición humillante. Y ahí, como dice Jofré “los puntanos quedaron en la trinchera de troncos y caldenes, formando un montón ensangrentado y humeante”.

Aquella luctuosa jornada, tremenda por lo que sucedió en el fragor de la lucha y por el ultraje que un extranjero infirió a la autonomía de San Luis, costó a la provincia la pérdida de 180 de sus hijos sobre los 500 que defendieron sus instituciones y el decoro nacional.

El episodio fue monstruoso y de cierta manera constituyó el fatídico prolegómeno de Punta del Médano, acción en la que el caudillo chileno cayó prisionero para ser juzgado y fusilado en Mendoza posteriormente.
El recuerdo que Carrera dejó en su tránsito por San Luis, ha merecido el juicio execratorio de los historiadores más ecuánimes y veraces entre los que se han referido a su obscura trayectoria en tierra argentina. Raffo de la Reta, en su vigoroso libro sobre los Carrera enjuicia con vivo colorido al autor de la masacre de la Ensenada de Las Pulgas. Refiriéndose al bárbaro espectáculo que ofrecían los clanes vencedores dice que “robaban en pleno día, violaban mujeres y mataban a quien quiera que trataba de impedírselo”, agregando: “Don Vicente López relata hechos como el de una niña, de la mejor sociedad puntana, arrastrada al campamento montonero del que cuatro días después se fugó enloquecida y con las huellas de los ultrajes. Y he ahí el clamor de las criaturas, el llanto de las mujeres, llevadas en arreos por los indios rumbo al desierto, o capturadas como esclavas por sus soldados, para la satisfacción de sus peores instintos, sin que hubiera piedad ni compasión”. (7)

Referencias

(1) ”Episodios Puntanos”, página 45.
(2) Raúl Ortelli: “El último malón”, página 25.
(3) Lugar que queda a poca distancia de Mercedes, río de por medio, frente al actual puente de hierro.
(4) El 9 de marzo el gobernador de San Luis se dirigió al de Mendoza y el 13 del mismo mes al de San Juan. Al primero le expresaba: “Son las tres de la tarde y en este momento acaban de llegarme avisos positivos, que Dn. José Miguel Carrera estará hoy en el Morro, con trescientos hombres de armas, entre ellos Soldados e Indios; y que según lo ha dicho algunas veces sigue su marcha hasta esta ciudad. Yo marcho ahora mismo a tomar el paso del Río Quinto, a donde pienso hacer la defensa; pero V. S., entre tanto dictará todas las providencias que considere conducentes a la seguridad de ese benemérito Vecindario… Señala después que si el “pérfido Carrera” lo derrota, inmediatamente avanzará sobre Mendoza, etc. a su vez el gobernador de San Juan le avisa al de La Rioja que Carrera ha vencido a Bustos en Chaján y le pide que le envíe tropas y oficiales veteranos, cuidando que no sean “carrerinos”, pues estaba “abismado” porque Carrera había derrotado a Bustos “que debía tener doble fuerza” (Archivo del Brigadier General Facundo Quiroga, T. I, páginas. 320 y 325). Véase también la carta de Manuel Herrera al gobernador de San Juan, en el mismo tomo, página 334.
(5) En tan apremiantes circunstancias el gobierno de Mendoza auxilió al de San Luis con algunas armas y dotación de municiones.
(6) Dolores Videla: estuvo en la defensa de Buenos Aires en 1807; fue guerrero de la independencia y en 1819 participó en la represión de la conspiración de los prisioneros españoles.
(7) Juan Daract: era uno de los cinco hijos de don Justo Daract – Julio César Raffo de la Reta; “El General José Miguel Carrera”, página 419.

Efemérides – Patricios de Vuelta de Obligado
Pastor, Reynaldo A. – San Luis, su gloriosa y callada gesta (1810-1967) – Buenos Aires (1970).



No hay comentarios.:

Publicar un comentario