miércoles, 27 de octubre de 2010

BAIGORRI Y LA MAQUINA DE HACER LLOVER - parte 1



“Cómo respuesta a la censura a mi procedimiento, regalo, por intermedio de Crítica, una lluvia a Buenos Aires para el 3 de enero de 1939”. Juan Baigorri Velar.

"El hombre que hacia llover"
Hijo de un militar que cultivaba una profunda amistad con el Gral. Julio Argentino Roca, cursó sus estudios en el Colegio Nacional Buenos Aires y luego se recibió de ingeniero. Como decidió realizar una especialización en petróleo, viajó a Italia para cursar Geofísica en la Universidad de Milán.

Durante su estadía en Italia diseño y construyó un aparato que medía el potencial eléctrico y las condiciones electromagnéticas de la tierra. Esto sería el principio de lo que hoy es casi una leyenda. Se trataba de una caja cúbica del tamaño de un aparato de TV actual (de los medianos) y con dos antenas que sobresalían misteriosamente. Pero aún no lo usaba para los fines que lo harían famoso.

En 1929 Baigorri Velar acepta un cargo que le fuera ofrecido por el director de YPF, el Gral. Enrique Mosconi. Por este motivo se instala definitivamente en Buenos Aires junto a su mujer e hijo.

Al principio van a vivir al barrio de Caballito pero el ingeniero advierte que la zona es demasiado húmeda para su gusto y el de sus delicados instrumentos. Un día recorre un amplio sector de la ciudad llevando con él uno de sus aparatos, y al pasar por la zona de Villa Luro, descubre que ese lugar es el más alto de la ciudad de acuerdo a la medición de su instrumento, y allí se muda luego de encontrar una casa adecuada en Ramón Falcón y Araujo.

Es en 1938 cuando el ingeniero Baigorri descubre que uno de sus aparatos, cargado con reactivos químicos y conectado a una batería, provoca lluvias en cualquier lugar donde se encuentre. A partir de ese momento comienza a realizar pruebas en los lugares más difíciles.

En la estancia "Los milagros", de Juan Balbi, provincia de Santiago del Estero, hacía 16 meses que no había precipitaciones. Baigorri conecta sus instrumentos y logra hacer llover.

También en Santiago del Estero es solicitado por el mismo gobernador de la provincia, el Dr. Pío Montenegro. Acude a una estancia del funcionario en donde no llovía desde hacía ya tres años. Tres días de trabajo y llueven 60 mm. en dos horas.

Nuevamente Santiago del Estero, para Navidad; llueve como nunca.

En Carhué hacía tres años que no llovía. Va Baigorri con sus aparatos y llueve tanto que desborda la laguna.

El ministro de Asuntos Técnicos de la provincia de San Juan lo llama en 1951 para probar suerte en una zona en la cual no caía agua desde hacía 8 años. Prueba y llueven 30 mm.

A pesar de todo esto hay una buena parte de la opinión pública que desconfía del método. Lo llaman "el mago de Villa Luro" y les cuesta creer que todo aquello sea posible.

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