domingo, 28 de marzo de 2010

La prensa escrita argentina ante el golpe militar de 1976 - parte 6


El mito de la nación católica


Hasta 1976, el mito de la nación católica había sido empleado por los discursos fundadores en 1930 de la MRA golpista nacionalista antiliberal y por su retorno ante los golpes militares de 1943 y de 1966; para apoyar el derrocamiento de Isabel Perón, en cambio, este mito volvió también -como otra manifestación de homogeneidad discursiva- en la MRA golpista liberal. En efecto, en 1930 el periódico nacionalista La Nueva República argumentó a favor del general Uriburu representándolo como el “vicario de Dios en la tierra para labrar el bienestar y el perfeccionamiento de todos los argentinos”73; en 1943, la revista católica Criterio apoyó al general Ramírez mediante la descripción definida “su propósito de buscar la justicia social a la luz de las encíclicas que de Roma emanaron”74 y en 1966 tanto Confirmado como Azul y Blanco destacaron que las fuerzas armadas invocaban en la Proclama “los grandes principios de nuestra tradición occidental y cristiana”75, descripción definida donde se identifica el cliché
“tradición occidental y cristiana”.

En 1976, un diario como La Opinión, que apoyó el derrocamiento de Isabel Perón desde la MRA golpista liberal, usó para caracterizar al gobierno militar -sin el menor distanciamiento- la descripción indefinida “un cariz ideológico definido mediante la ubicación de su rol en el ámbito occidental y cristiano”, donde retornaba el sintagma cristalizado “occidental y cristiano”. La Opinión agregaba a continuación: “Por lo tanto, a nadie puede escapar su orientación decididamente contraria al marxismo”76, con lo que formulaba un razonamiento entimemático77 a partir de un tópico implícito que sostenía que el ámbito occidental y cristiano era decididamente contrario al marxismo. Es que el mito de la nación católica estaba desde la década del sesenta tamizado por la Doctrina de la Seguridad Nacional, en la que el cristianismo era representado como un freno para el avance continental del comunismo. Esto se manifestó en 1976 con claridad en Mercado, que apoyó la lucha “antisubversiva” sosteniendo que “está destinada a salvaguardar un estilo de vida cristiano y en ella se reconoce el mayor desafío del momento”78. Gente, por su parte, también usó el sintagma cristalizado “occidental y cristiano”, en particular en descripciones definidas insertas en cotextos referidos a la política internacional adoptada por el gobierno militar, como cuando se refirió a “su contexto histórico, occidental y cristiano79.
El mito de la nación católica se cristalizó en el cliché “el ser nacional”, pues uno de los componentes fundamentales de este ser considerado más allá de los avatares de la historia era el cristianismo. Este cliché ya había sido empleado por la MRA golpista nacionalista antiliberal para argumentar a favor del golpe de Estado de 1966, en particular en Clarín80 y Criterio81, y reformulaba descripciones definidas usadas para apoyar el golpe de Estado de 1943 por esa misma memoria golpista, como “el ser permanente de la Nación”, empleada por Crisol82, “su ser espiritual”, usada por El Pampero83 y “la entraña de nuestro ser”, formulada por Nueva Política84.
De esta manera, en 1976 Clarín apoyó al general Videla porque había puesto fin a una crisis que amenazaba “disgregar de modo irreparable el ser nacional”85 y Gente citó la nominalización “la total recuperación del ser nacional”86 formulada por el general Videla en su primer discurso público, del 30 de marzo, cuando se refería a los objetivos de su gobierno. Cabildo, por su parte, desde un rabioso antiliberalismo, afirmó:

“Porque es preciso saber que todos los males substantivos que aquejan a la Patria -y acongojan a los patriotas- provienen de ese fundamental desencuentro consigo misma. Es decir: uno es el ser nacional (tan vacuamente invocado como tergiversado por el liberalismo, el populismo y la frivolidad izquierdista) en lo que esta noción tiene de antológica y raigal y de destino diferenciado, y otro el remedo de ese ser que se forzó a representar a los argentinos87 Cabildo empleaba el cliché “el ser nacional” en un marco polémico contra los liberales, populistas e izquierdistas que lo habían tergiversado. La noción de ser nacional era así disociada en un falso (“tergiversado”) y un verdadero ser nacional, lo que orientaba la argumentación a favor de que las fuerzas armadas se alejaran del camino liberal para defender al verdadero ser nacional.

En Extra, un comentario firmado por el dirigente peronista Jorge Paladino presentó la particularidad de que el empleo del cliché “el ser nacional” buscaba la adhesión al derrocamiento de Isabel Perón entre las propias filas de los peronistas. En efecto, luego de distinguir al justicialismo de sus “falsos apóstoles”, encumbrados hasta el 24 de marzo, Paladino sostenía que este movimiento era “parte del ser nacional”, con lo cual, en un razonamiento entimemático, se concluía implícitamente que las fuerzas armadas no perseguirían a los justicialistas, dado que ellas defendían ese “ser nacional”88.
73 Ver La Nueva República, “El nuevo orden”, 20-3-30.
74 Ver Criterio, “Nuevas consideraciones sobre la revolución”, 1-7-43.
75 Ver Confirmado, “Ahora sí, en Unión y Libertad”, 30-6-66, y Azul y Blanco, “El país niega a Onganía el derecho a fracasar”, 7-7-66.
76 Ver La Opinión, “La Junta ante la diáspora marxista”, 27-3-76.
77 Los razonamientos entimemáticos constituyen silogismos retóricos que parten de premisas verosímiles y que tienen una parte implícita, en general la premisa mayor. Ver Aristóteles (1978) y Angenot (1982)
78 Ver Mercado, “La City”, 15-4-76.
79 Ver Gente, “Moralidad, idoneidad, eficiencia”, 1-4-76.
80 Ver Clarín, editorial del 3-7-66. El diario emplea el cliché “el ser nacional”, asimismo, en el editorial del 4-7-66.
81 Ver Criterio, “La prueba del Poder”, 25-8-66.
82 Ver Crisol, editorial del 6-6-43.
83 Ver El Pampero, “Nuestro país católico debe volver al cristianismo”, 5-6-43.
84 Ver Nueva Política, “El fin de la revolución”, 29-8-43
85 Ver Clarín, editorial del 25-3-76.
86 Ver La Razón, “Estos son los secretos que manejará el presidente sin demagogias ni altisonancias: ante un nuevo estilo”, 27-3-76.
87 Ver Cabildo, editorial del 6-8-76.
88 Ver Extra, “¿Qué pasó en estos 40 días?”, mayo de 1976.
María Alejandra Vitale

Dra. en Letras, Cátedra de Lingüística Interdisciplinaria, FFyL, UBA. Este trabajo será publicado en Granato, Luisa y Patricia Vallejos (Editoras) Los Estudios del Discurso: nuevos aportes desde la investigación en la Argentina. Universidad Nacional del Sur. En prensa.
http://historiapolitica.com

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