lunes, 22 de febrero de 2010

Las Leyendas de El Avestruz, Los Chenques, El Flamenco

Leyenda “El avestruz” del libro Joiuen Tsoneka (leyendas tehuelches) de Mario Echeverría Baleta

Cuando Elal solicitó la presencia del Ñandú (Oóiu), a la orilla de una laguna, ésta en vez de alzar el vuelo para llegar más pronto, decidió ir caminando , de esta manera demoró demasiado, no llegando a tiempo para prestarle ayuda. Elal irritado le pidió explicaciones, a lo que contestó que había obrado de esta manera ya que un gigante lo estaba observando.
Desde entonces el Ñandú no pudo utilizar jamás sus alas para volar, pero en cambio incrementó su velocidad y resistencia.
Por otra parte el Zorro se convirtió en su más enconado enemigo, ya que él, si, había cumplido su misión a tiempo.

Joiuen: Leyenda
Tsoneka: nombre verdadero de los llamados : tehuelches, Aónikenk o Chonkes
Elal : nombre propio del héroe de los Tsonekas
Oóiu: Ñandú

El castigo de los chenques
Recopilado por Berta E. Vidal de Battini,1984 Narrado por José Autalán. Comodoro Rivadavia. 1952. De Cuentan los mapuches de César A. Fernández Ed. Nuevo Siglo.
Dicen los paisanos que el que cava y saca esqueletos y cosas de un chenque, que es el cementerio de los indios antiguos, tendrá un castigo de cien años para él y para su familia. Dicen que ahí están sus antiguos parientes y que ellos los maldicen. Dicen que todos los que han sacado flechas, huesos y cacharros se han muerto pronto o han quedado malditos. Y dicen que conocen muchas personas que han muerto por eso.
Los paisanos tienen miedo de pasar cerca de los chenques en la noche y los miran con respeto supersticioso. Los chenques son como tesoros enterrados.

Leyenda “El Flamenco (Kápenke)” del libro Joiuen Tsoneka (leyendas tehuelches) de Mario Echeverría Baleta
Anoon, el Piche fue el encargado de citar al flamenco (Kapenke) para participar en la reunión de la laguna, pero mientras se dirigía hacia allá vió a un gigante escondido tras unas rocas y tuvo miedo. Para que éste no se diera cuenta de lo que estaba ocurriendo y temeroso de ser descubierto, comenzó a husmear la tierra buscando raíces y poco a poco se fue alejando entre los coirones, hasta llegar a la morada del flamenco que en ese entonces no lucía los hermosos colores que hoy le vemos.
Apenas enterado de la noticia, alzó presuroso el vuelo y llegó a la laguna a la hora del amanecer donde ya el cisne había ocupado su lugar, teniendo al niño sobre sus espaldas. Esto lo llenó de tristeza y tal fue su pena que Elal tuvo compasión y en honor a su nobleza le dio como premio el color de la aurora que ya comenzaba a despuntar.
Aun así, Kapenke parece vivir siempre apenado y permanece en actitud melancólica en las solitarias lagunas patagónicas.
El tehuelche tiene especial predilección por este ave y por el cisne, a tal pnto que nunca caza en un lugar donde ellos estén.
Joiuen: Leyenda
Tsoneka: nombre verdadero de los llamados : tehuelches, Aónikenk o Chonkes
Elal : nombre propio del héroe de los Tsonekas
Kápenke: flamenco (se refiere al color rosado )
Anoon: piche

http://www.interpatagonia.com

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