miércoles, 27 de enero de 2010

El Teniente General Juan Domingo Perón en el Paraguay - parte 3


La emoción del General Perón, en momentos en que se efectuaba la solemne entrega de los Trofeos de Guerra al Paraguay, y mientras los cañones atronaban el aire con la salva de honor que rubricaba el singular acontecimiento y ambos Jefes de Estado se confundían en fraternal y simbólico abrazo, y el Pueblo se expansionaba en delirantes vítores y aplausos, el General Perón, contagiado por la incontenible emoción del ambiente, sacó su pañuelo para enjugarse los ojos.

Fue un momento maravilloso. El Pueblo paraguayo advirtió esa emoción, y tocado a su vez en lo más íntimo de su ser por la sensibilidad de nuestro Presidente, redobló en grado inimaginable las expresiones de su adhesión y simpatía cordiales.

Benditas sean para siempre estas lágrimas de paz y de amor, brotadas de tan viriles ojos, que han regado del modo más fecundo el milenario solar de la raza guaraní.

En la otra cara de la moneda, Perón llegaba al Paraguay el 2 de Octubre de 1955 no ya como presidente de la Argentina sino como un exiliado tras los dramáticos episodios de su caída del poder unas semanas antes. Lo acompañaba a bordo del avión anfibio “Catalina”, el embajador del Paraguay, Dr. Juan Ramón Chávez.

Había estado refugiado a bordo del cañonero “Paraguay” buque insignia de la flotilla nacional de guerra que se hallaba surto en el puerto de Buenos Aires para reparaciones.

Perón fue recibido por el Presidente Stroessner al día siguiente de su dramático viaje a Asunción para agradecer el asilo político que el Gobierno Nacional le había concedido Ese mismo día el Gobierno Paraguayo extendía su reconocimiento diplomático al nuevo Gobierno Argentino encabezado por el Teniente General Eduardo Lonardi.

Unas semanas después Perón continuó viaje a Venezuela, Panamá, República Dominicana y finalmente a España donde vivió más de 18 años como exiliado.

Al concluir este episodio y tras un emotivo viaje de retorno a Buenos Aires en Noviembre de 1972 Perón efectuaba su cuarta visita al Paraguay en Diciembre de ese año.

Estaba latente y flotaba en el ambiente, que no bien Perón sea nuevamente Presidente de la Nación Argentina, iba a visitar nuevamente el Paraguay en prueba de solidaridad, de buen vecino y de gratitud a nuestro país.

Así Perón exponía la nueva esencia de la renovada política exterior de su país, de solidaridad y de amplia cooperación con todas las nuevas hermanas. Aunque los años cuentan, muchos ni imaginaban que Perón protagonizaba así al Paraguay, su último viaje presidencial.

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