martes, 8 de diciembre de 2009

La política de "la chinche flaca"


En 1944, sir Montague Eddy, representante británico, le propone al escritor ayuda económica a cambio de que cese su cruzada nacionalista. Scalabrini le responde que eso es imposible porque él sigue la "política de la chinche flaca". Norberto Galasso relata la anécdota en Vida de Scalabrini Ortiz (Ediciones del Mar Dulce, Buenos Aires, 1970):
"Ante el estupor del flemático inglés que no comprendía su respuesta. Scalabrini le explicó cuál era esa política que seguía en su vida. "Usted debe haber dormido en esas pocilgas que se llamaban hoteles. Habrá luchado alguna noche contra los fastidiosos insectos y observado que difícil que es matar a una chinche que todavía no ha chupado sangre, usted la aprieta entre los dedos, la refriega y la chinche continúa como si le hubieran hecho una caricia. En cambio, si la chinche ha comido y tiene su panza hinchada, basta una pequeña presión para exterminarla. Bueno, yo sigo la política de la chinche flaca y por eso que usted nada puede contra mí ni nada puede hacer a mi favor".
Y luego agrega: "Es indispensable estar limpios de ambiciones y de codicias. Por eso quienes abrirán la senda de los hechos nuevos serán los humildes, los desmunidos, los trabajadores. [...] los que no somos naturalmente ni humildes ni trabajadores sólo tenemos una norma posible: la política de la chinche flaca".
Raúl Scalabrini Ortiz muere de cáncer el 30 de mayo de 1959, a los 61 años. Hasta poco antes se ganaba la vida como agrimensor.



No hay comentarios.:

Publicar un comentario