En 1896, el entonces director del Museo Histórico de la Capital, don Adolfo P. Carranza, solicitó por carta a Manuelita Rosas la donación al Museo Histórico del Sable del Libertador.
Con fecha 26 de noviembre de ese mismo año le contesta Manuelita Rosas de Terrero a Carranza, expresándole, en la parte fundamental de su misiva, que: ''Al fin mi esposo, con la entera aprobación mía y de nuestros hijos, se ha decidido en donar a la Nación Argentina este monumento de gloria para ella, reconociendo que el verdadero hogar del Sable del Libertador, debiera ser en el seno del país que libertó'' requiriéndole, posteriormente, el pedido oficial respectivo para el envío del sable. Con fecha 20 de diciembre Carranza, conforme al requerimiento efectuado, se dirige por nota oficial a Máximo Terrero, pidiéndole la donación del Sable Corvo del General San Martín. Con fecha 1º de febrero de 1897, Terrero contesta la nota oficial al Director del Museo Histórico, expresándole en su parte resolutiva:
"Mi contestación es el envío de la prenda a Buenos Aires, acompañada de una nota dirigida al Señor Presidente de la República, suplicando a S. E. se sirva aceptarla en calidad de una donación hecha a la Nación Argentina, en nombre mío, de mi esposa, de nuestros hijos y al mismo tiempo manifestando el deseo que sea depositada en el Museo Histórico Nacional".
En la nota dirigida por Máximo Terrero al Presidente de la República, doctor José Evaristo Uriburu, le expresa, en su parte fundamental: "En virtud de esta solicitud, la presente tiene por objeto ofrecer a V.E. en su carácter de Jefe Supremo de la República, este monumento de gloria para nuestro país, siendo mi deseo donar a la Nación Argentina, para siempre, este recuerdo, quizá el más interesante que existe, de su valiente Libertador".
"Suplico a V.E. se digne aceptar la ofrenda que hago a la patria en nombre mío, de mi esposa Doña Manuela Rozas de Terrero y de nuestros hijos, y si bien en caso de ser aceptada la donación, nos fuera permitido expresar nuestro deseo en cuanto al destino que se le diera al sable, sería el que fuese depositado en el Museo Histórico Nacional, con su vaina y caja tal cual fue recibido el legado del General San Martín". En la misma época, con fecha 25 de enero, se extendió en la Legación Argentina de Londres, a cargo entonces del poeta Luis Domínguez, un certificado donde constan los sellos colocados en la caja que contenía el sable corvo, en su vuelta de regreso a América y en el que se expresaba: "y deseando mandarla al Señor Presidente de la República Argentina para que se conserve en Buenos Aires perpetuamente, pide al Ministro de la República que suscribe, que haga poner el sello de la Legación para constancia, y para entregarla así sellada en Buenos Aires".
La caja conteniendo el sable corvo fue embarcada en el ''Danube'', de la Royal Mail, desde el puerto de Southampton para Buenos Aires, donde fue desembarcada, previo transbordo desde la corbeta ''La Argentina'', el día jueves 4 de marzo de 1897.
El día anterior se había expedido el decreto respectivo, por intermedio del Ministerio de la Guerra, en el que se expresaba:
Buenos Aires, Marzo 3 de 1897.
El Presidente de la República decreta:
"Artículo 1 : El sable que usó el General Don José de San Martín en las campanas de la independencia sudamericana, remitido al Presidente de la República por el Señor Máximo Terrero, y de que hará entrega el Señor Juan Ortiz de Rozas, se depositará en el Museo Histórico.
"Art. 2º: La comisión de Jefes nombrados por el Estado Mayor General del Ejército hará entrega de dicho sable al Director del Museo Histórico.
"Art. 3º Comuníquese, etc. Uriburu-G. Villanueva".
El sable trasladado desde el puerto fue entregado en el Salón de Ceremonias de la Casa de Gobierno al Presidente de la República, por el Señor Juan Manuel Ortiz de Rozas, en nombre de la familia Terrero. Posteriormente, el Presidente Uriburu lo entregó al Teniente General Donato Alvarez, Presidente de la Comisión Militar designada para tal evento, para que lo entregase al Museo Histórico Nacional. Poco después, en dicho local, se formalizó el acto de entrega, labrándose el acta, que en su parte de interés, expresa:
"y procedieron a entregar en nombre del Exmo. Señor Presidente de la República una caja, dentro de la que estaba un sable y los documentos que comprueban ser éste el que perteneció al Libertador José de San Martín y que legado en su testamento al General Juan Manuel de Rosas, era donado por su familia a la Nación Argentina, para ser depositado en ese establecimiento.
"Recibido por el Señor Carranza, manifestó que aquél sería colocado y guardado con la dignidad y atención que merece, como que era representativo de la gloriosa guerra de la emancipación americana''.
http://www.sanmartiniano.gov.ar
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