En 1916, Centenario de la Independencia, el Gobernador Ernesto Padilla promulgó una Ley que determinaba la expropiación del terreno colindante con la Casa, hacia calle 9 de julio, actual patio de homenajes y donde se encuentran los bajorrelieves de Lola Mora.
En el interior del 'Templete' se econtraba el Salón de la Jura de la Independencia, que habitualmente se engalanaba para las fiestas tucumanas, como la celebración de San Miguel.En la Galería de fotos del Templete se pueden apreciar fotografías que muestran distintas facetas del mismo.
Vista interior del Templete
En 1940 comenzó a gestarse la idea de reconstruir íntegramente la Casa de la Independencia. Por un proyecto de Ley presentado por el Diputado Nacional por Tucumán, Ramón Paz Posse, se aprobó la obra.La Casa había sido declarada Monumento Histórico Nacional en 1941. El Doctor Ricardo Levene, Presidente de la Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Lugares Históricos fue uno de los entusiastas propulsores de la reconstrucción. En Tucumán, Enrique García Hamilton, Director del diario "La Gaceta", apoyó la obra desde las páginas del mismo.La mayor dificultad fue la falta de documentación gráfica para encarar la reconstrucción. Se localizaron los planos utilizados en 1874, cuando el Estado Nacional adquirió la casa y que fueron usados para las reformas realizadas por el Ingeniero Stavelius. Se contaba, además, con las fotos tomadas por A. Paganelli en 1869.La tarea de la reconstrucción fue encomendada al célebre arquitecto Mario J. Buschiazzo, especialista en la materia y el 17 de abril de 1942 se inició la demolición del Templete. Hubo resistencias y críticas . Buscchiazzo no se amilanó; realizando, lo que hoy se llama "arqueología colonial" y en base a los antiguos planos, inició excavaciones de sondeo en busca de los antiguos cimientos. Estos aparecieron en el lugar donde lo había indicado; de tal manera, como él mismo manifestó: "la batalla estaba ganada".Excavación en 1942 en búsqueda de los cimientos originales de la casa
Buschiazzo consiguió elementos arquitectónicos originales del S. XVIII para la reconstrucción de la Casa. Adquirió primero 4 rejas, 12 pilares y 12 puertas de una casa colonial que se estaba demoliendo en ese entonces - la del Obispo Piedrabuena -, y el resto de los materiales los obtuvo de corralones, reduciendo de esta forma al mínimo las imitaciones modernas.
La puerta principal es réplica, que diseñó de acuerdo a la foto de Paganelli. La "original", que se conserva en el Museo de Luján, difiere en sus medidas, según manifestó Buscchiazzo que las cotejó.Entre las refecciones importantes, mencionamos la reposición del cañizo del Salón de la Jura -que en 1843 había sido reemplazado por tablazón- con lo que adquirió nuevamente el aspecto original, el que hoy presenta.
La casa tal como la dejara el Arquitecto Mario Buschiazzo
El resto de la sala es íntegramente original de los siglos XVII y XVIII.En el año 1986 el Distrito Noroeste elaboró un proyecto de restauración integral de las cubiertas, que se desarrolló en dos etapas. La primera en 1986, abarcó tres salas y sectores de galerías. La segunda etapa, en 1993, incluyó el resto de la Casa, mereciendo especial atención la restauración de la cubierta del salón histórico, único sector de la Casa original.
Los trabajos consistieron en desmontar el antiguo tejar, recuperando la mayor cantidad posible de tejas. Estas fueron cuidadosamente lavadas, quitándoles todo el vestigio de mortero de asientos y musgo. El techado de cañizo fue renovado en su totalidad, empleándose cañas seleccionadas, procedentes de fincas cercanas a la ciudad. La estructura de madera: tirantes, cabriadas y alfajias, fue conservado casi íntegramente, excepto 30 metros del borde de las galerías que fueron atacadas por termitas (hormigas), comprometiendo resistencia.
exelente!
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