martes, 31 de marzo de 2009

ALFONSIN

A mi me empezó a importar la política por Alfonsín, queria ser como él y cuando fuí al Comité Radical que habia en la calle Pedro I. Rivera fué por Alfonsín.
Era la persona a imitar, alguien preparado, no un improvisado, con las ideas claras y un camino a seguir bien definido, decir que es un demócrata y minimizar el enorme legado que dejó.
Un estudioso, un ser capaz, inteligente, un modelo a seguir. Hubo muchas críticas y algunos lo recuerdan por la hiperinflación, pero la historia va a hacer justicia. Lo que hizo bien, lo que hizo mal, y lo que nunca le dejaron hacer.
La honestidad nunca estuvo en duda, se fue sin juicios, ni cuentas en el exterior, sin casos de corrupción, con el diálogo como forma de mostrar sus ideas y convicciones. Los trataba de adversarios y no enemigos como se estila decir ahora, eso demuestra la disposición al confrontamiento de las ideas y no a la pelea mediática y con golpes bajos.
Me gustó mucho ser parte de las miles de personas que fueron a despedirlo al Congreso de la Nación y al cementerio de la Recoleta, a nadie le importaba la cantidad de horas de espera, el frío, la lluvia, la idea era una sola, despedirse de la persona, a la cual yo admiraba desde chico.
Jorge Manuel Fariña

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