viernes, 1 de abril de 2022

18 de agosto de 1961: La entrevista de Frondizi con el “Che” Guevara

Luego de sellar un decisivo pacto con Juan Domingo Perón, Arturo Frondizi triunfó en las elecciones presidenciales del 23 de febrero de 1958. Durante su gestión, el presidente radical se propuso promover el desarrollo de las industrias básicas -siderurgia, petróleo y maquinarias- recurriendo a la inversión extranjera. 

Luego obtuvo un crédito del Fondo Monetario Internacional, condicionado al aumento de tarifas, del precio del petróleo y al despido de empleados públicos, lo que le valió la ruptura de la alianza con Perón. En política exterior, el líder radical se opuso a la exclusión de Cuba del sistema interamericano e, intentando oficiar de mediador entre Estados Unidos y el bloque socialista, el 18 agosto de 1961, se entrevistó con Ernesto “Che” Guevara, ministro de Relaciones Exteriores de Cuba. Tras la reunión, debió afrontar un planteo militar, evidencia del malestar que existía en las Fuerzas Armadas. Pocos meses más tarde, el 29 de marzo de 1962 Frondizi sería derrocado. A continuación, transcribimos el testimonio del ex presidente radical sobre la entrevista con el “Che”.

Fuente: Testimonio de Arturo Frondizi en Menotti, Emilia, Arturo Frondizi, Buenos Aires, Editorial Planeta, 1998.


“Llevado a mi presencia, tuvimos una charla absolutamente a solas, que duró aproximadamente unos setenta minutos. Cuando abordamos el tema de la posibilidad de elaborar algún tipo de status de convivencia con Estados Unidos, me hizo notar que lo consideraba improbable por la resistencia de los grupos más duros del país del Norte; pero que, de todas maneras, si yo lo consideraba conveniente, explorara la posibilidad, pues él estaba de acuerdo en buscar, en la medida de lo posible, alguna salida al aislamiento. Si el statu quo entre los Estados Unidos se acordaba a través de la gestión de América latina, Cuba permanecería en el sistema interamericano. De lo contrario deberían los Estados Unidos negociarlo con la Unión Soviética, y Cuba integraría entonces el sistema del Pacto de Varsovia, como efectivamente sucedió. 

Mi interlocutor opinaba no obstante que el camino de América pasaría en algún momento por un enfrentamiento total con Estados Unidos. Creía que en pocos años América latina se transformaría en un gigantesco Vietnam. Nosotros expusimos nuestra tesis sobre la integración y el desarrollo. Guevara aparecía algo desencantado con respecto al curso de la revolución cubana, sobre todo porque descreía ya de las posibilidades de una industrialización acelerada por falta de medios de financiamiento. Cuando salió de la entrevista, en un comentario marginal que hizo en el reducido grupo de los que habían participado del trámite, confesó risueñamente que habían tenido que “encañonar” a los rusos para que les financiaran una acería con capacidad para 700.000 toneladas. 

Nunca más lo volví a ver. Pocos meses después yo sería derrocado; él encontraría la muerte, años más tarde, en la selva boliviana, empeñado en el estéril intento de “fabricar” una revolución en un medio que desconocía y ante un pueblo sufrido que, como todos los del mundo, aspira a su rendición pero para hacerla por sí mismo, con sus formas propias de participación y movilización.”

Fuente: www.elhistoriador.com.ar

 

 

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