sábado, 22 de julio de 2017

Julieta Lanteri: la mujer que votó por primera vez - Parte 2


Para 1910, en el contexto del debate sobre la reforma electoral que llevaría a la llamada Ley Sáenz Peña y ya nacionalizada argentina, Lanteri realizó una presentación judicial muy particular y específica, reclamó que se le reconocieran todos los derechos como ciudadana, incluidos, por supuesto, los políticos. Lo más curioso, y lo que más llamó la atención, fue que el fallo de primera instancia resultó favorable.

El juez Claros dijo “como juez tengo el deber de declarar que su derecho a la ciudadanía está consagrado por la Constitución, y en consecuencia, que la mujer goza de los mismos derechos políticos que las leyes acuerdan a los ciudadanos varones, con las únicas restricciones que, expresamente, determinen dichas leyes, porque ningún habitante está privado de lo que ellas no prohíben”.
Así, en julio de 1911, la doctora Lanteri fue la primera mujer incorporada al padrón electoral argentino, y el 26 de noviembre de ese año fue la primera sudamericana que pudo votar.
Al año siguiente, fue sancionada la ley que democratizaba el sistema electoral disponiendo el carácter secreto y obligatorio del voto, pero se establecía que el padrón electoral se correspondería con el empadronamiento para el servicio militar, con lo cual, las mujeres quedaban expresamente restringidas por la ley.

Reivindicaciones

Cansada de las injusticias y ávida de presentaciones judiciales, Lanteri fue por más y presentó un escrito reclamando su candidatura a diputada, ya que “la Constitución Nacional emplea la designación génerica de ciudadano sin excluir a las personas de mi sexo, no exigiendo nada más que condiciones de residencia, edad y honorabilidad, dentro de las cuales me encuentro”.

Otra vez, el fallo fue favorable y Lanteri presentó, a través del Centro Independiente, su plataforma electoral; allí proponía licencia por maternidad, subsidio estatal por hijo, abolición de la prostitución y la pena de muerte, sufragio para los dos sexos, salarios iguales para trabajos equivalentes, y divorcio absoluto. 

En esas elecciones de 1919, Lanteri obtuvo 1.730 votos sobre un total de 154.302, y valga la aclaración de que todos sus votantes eran hombres.

La prensa gráfica comenzó a llamarla, despectivamente, “la Lanteri”; pero ella no se amedrentó y continuó su lucha por los derechos de la mujer, incluso una vez que se produjo el golpe de Uriburu, en 1930. Falleció a los 59 años, atropellada por un auto mientras caminaba por pleno centro porteño.-



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