lunes, 3 de julio de 2017

Juan B Justo y el socialismo ayudaron a modernizar este país - Parte 5


Recién en el segundo congreso socialista, en 1898, Justo es reivindicado y ocupa el liderazgo político-ideológico del partido y empieza a formar una elite de dirigentes importante: Repetto, los Dickman, Palacios, Del Valle Iberlucea. ¿Qué hicieron Justo y el socialismo por la modernización de la Argentina?-La Argentina moderna, esa Argentina que surge después de la crisis del 90 y cumple un ciclo hasta el año 30, no puede explicarse sin la presencia muy activa, ideológica y política, del socialismo y de Justo. 
Es el momento del ocaso de la hegemonía conservadora, de la disgregación del roquismo, y el momento en que surgen las formas modernas de la vida política en la Argentina: la Unión Cívica -luego Unión Cívica Radical- y el Partido Socialista. Ambos son pilares de la Argentina moderna. Piense que sobre todo en los núcleos urbanos -el socialismo siempre tuvo problemas de penetrar en el interior- el partido de Justo tuvo un peso muy significativo en la configuración de la vida cotidiana. El peso de las bibliotecas, de las sociedades de fomento, de la vida social y cultural de la ciudad, fue muy importante. 

Desde 1912 hasta 1930, el socialismo, en la Capital, jamás sacó menos del 30 % de los votos. Son cifras que no muchos recuerdan. Es que nosotros hemos sufrido operaciones de distorsión histórica.¿A qué se refiere?-A las tergiversaciones, a los lugares comunes y falsos que señalan que la clase trabajadora nace el 17 de octubre de 1945, sin reconocer que hay toda una historia, una lucha y un magma ideológico de la clase trabajadora que viene de antes. 

Y en esa historia, Justo y su elite tienen un peso decisivo. También los anarquistas y, en fin, el sindicalismo en general. De vez en cuando es bueno recordar que la historia de la clase trabajadora no empieza en 1945.¿Se lo olvida o la irrupción del peronismo es un dato tan fuerte que tiñe tanto la historia anterior como la posterior?-Obviamente, es imposible explicar la historia argentina de los últimos 50 años sin el peronismo. Pero hay que ser capaz de ver también que el peronismo disloca, con esa convocatoria tan amplia como difusa a la izquierda y a la derecha, toda la vida política argentina. 

De hecho, el peronismo termina con la izquierda, pero también con la derecha conservadora. Tuvimos partidos de derecha hasta la década del 40, y también de izquierda, como acabo de narrar. Pero es la emergencia del peronismo la que anula ambos extremos, incorpora fragmentos de uno y otro, los rearma en una síntesis original y replantea toda la política argentina.

JUAN CARLOS PORTANTIERO, SOCIOLOGO


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