miércoles, 10 de mayo de 2017

La Revolucion de Mayo- Antecedentes - Parte 1



1. La Revolución en marcha

El año 1809 llega a su fin. En Buenos Aires, las divergencias entre criollos y españoles se hacen cada vez más profundas. El Virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros intenta mitigar esas disensiones con medidas prudentes, pero ello no basta. La conspiración de los criollos flota en el aire y día a día son más concretas las informaciones que recibe el mandatario de que se trama una conmoción del orden institucional. 

El 25 de Noviembre Cisneros crea el Juzgado de Vigilancia Política, destinado a perseguir tanto a los afrancesados como a aquellos que auspician regímenes políticos contrarios a la conservación de América en dependencia de España, incluyendo a quienes propaguen “falsas y funestas noticias sobre el estado de la Nación”. 

Un mes más tarde, el Virrey lanza un bando por el que previene al vecindario contra “algunos pocos díscolos que extendiendo noticias falsas y seductivas, pretenden mantener la discordia y fomentar el espíritu de partido, tal vez con ideas más depravadas cuyo fondo de malicia no penetran los incautos". El clima de conmoción impera en Buenos Aires y sólo falta un pretexto formal para que la revolución estalle. 

Así lo estima Cornelio Saavedra cuando, en Abril, les confía a sus amigos: “Aún no es tiempo; dejen ustedes que las brevas maduren y entonces las comeremos”.

Las brevas maduran, y el tiempo llega cuando, el 14 de Mayo de 1810, el barco de guerra inglés Mistletoe arriba a Buenos Aires, trayendo impresos con informaciones de Cádiz fechadas el 4 de Febrero; ellas confirman categóricamente los rumores que ya circulaban con profusión en el Río de la Plata. Pero, además, llega con la nave británica la noticia de que el día anterior, 13 de Mayo, ha anclado en Montevideo la fragata británica Juan Paris, con informes más actualizados. 


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