Su nombre, de origen Español se debe a la familia De
Ezpeleta, llegados de las tierras europeas, a fines del siglo XVI. Estos fueron
los que compraron tierras y posteriormente pidieron a la Municipalidad la
aprobación de la traza del pueblo hecha en terrenos de su propiedad al que
llamarían Ezpeleta.
La ciudad fue uno de los primeros lugares en los cuales se
comenzaba a planear los asentamientos en la provincia de Buenos Aires. La
llegada del tren en 1872, y las mejoras en el cementerio en 1873, fueron los
puntapiés iniciales, para atraer el primer grupo de pobladores.
Siempre el
ferrocarril se dice que es señal de vida, bien se sabe que varios pueblos, mal
llamados pueblos fantasmas, han sido denominados así, debido al retiro del
circuito ferroviario, es por ello que Ezpeleta arranca con sus comienzos, con
unas ciertas construcciones del tipo ferroviarias, ciertas casonas del estilo
tipo Ingles, algunas no tan imponentes, pero con la misma tipología; techos de
chapas a 2 aguas, ladrillos vistos, ventanas con postigones. Las plantaciones
tanto frutales como florales eran abundantes en la zona... y recién en 1891, se
asienta el pueblo alrededor de la estación de ferrocarriles. La llegada de los
saladeros para trabajar a orillas del arroyo Giménez, contribuyen con la
llegada de más pobladores.
Recién a principios del 1900, se rectifican las trazas a través de un agrimensor,
y comienzan los remates de lotes. Es ahí cuando se dividen grandes predios,
incitando la llegada de fábricas como Ducilo, fue un gran empuje para el área,
ya que se perfilaba como uno de los centros obreros más importantes, luego el
sector fue cedido al municipio de Berazategui. Ezpeleta cede a lo que luego
sería se ciudad lindera, una cierta cantidad de manzanas, para poder
consolidarse como ciudad. En ello la ciudad cede el área de la fábrica, la cual
también contribuyo a la consolidación de la Av. Mitre como la primera área
lineal comercial, por el flujo circulatorio que ella conllevaba.
Recién en 1973, Ezpeleta se consolida como ciudad, bajo el partido de Quilmes.
En continuo crecimiento, la ciudad ha ido experimentando ciertos cambios,
producidos por los pobladores, autóctonos o inmigrantes. Hacia el este, se ha
conformado un área residencial de casas bajas, no más de 2 niveles, muchas con
tipologías del estilo italianizante, y otras tipo chalets.
Son viviendas bajas,
conviviendo con un creciente centro lineal comercial (calle Chile), en el cual
se van incorporando de a poco variedad de locales comerciales, no mas d 1 o 2
niveles, que de a poco va contagiando a sus paralelas y consolidando a dos de
sus mas importantes avenidas: Centenario y San Martín, que en continuidad
comercial y residencial continúan hasta la unificación con la ciudad de Quilmes
y Berazategui respectivamente.
Las vías del ferrocarril, son los límites que
propone la ciudad para que en cierto punto, quede partida en dos. El centro comercial
trata de extenderse a lo que sería la continuidad de la calle Chile, siendo el
eje la calle Carbonari. El centro fundacional de la cuidad se encuentra
próximo, una plaza arbolada; y en como en casi todas las ciudades, a sus
alrededores, la comisaría, de tipología tipo rural; sobrias, techos con caídas
y paredes blancas, al igual que la delegación municipal.
Ezpeleta como puede verse, tiene una gran infraestructura, y un gran potencial
humano, solo hay que saberlos aprovechar, y utilizarlos racionalmente para el
bien en común. Son las ganas y la fuerza de la población, la que harán de esta
una gran ciudad.
Arquitecto Daniel Buono
Docente UCALP
Docente UCALP
Para Panóptico Sur
No hay comentarios.:
Publicar un comentario