miércoles, 18 de enero de 2017

Presidencia de Alfonsin – Parte 14

El propio Alfonsín realizó años después esta conclusión sobre las consecuencias de aquel Tratado:

Debemos mirar con orgullo y esperanza lo mucho que han progresado las relaciones entre la Argentina y Chile a lo largo de los últimos 21 años, alcanzando niveles insospechados de confianza mutua y cooperación. 

Desde aquellos difíciles primeros años, el camino transcurrido ha sido muy grande y la relación con Santiago constituye ahora uno de los pilares centrales e indispensables de la política exterior de nuestro país. Además, Chile participa como país asociado al Mercosur y en forma plena en la Comunidad Sudamericana, proyectos de integración que buscan unirnos en un destino común. 

La inmensa cordillera se ha transformado en un nudo de unión, desde donde podemos mirar ilusionados al horizonte, que nos anuncia un futuro mejor. Raúl Alfonsín

El Grupo de Cartagena y el intento de formar un club de deudores

El gobierno de Alfonsín intentó crear mecanismos multilaterales, para tratar la cuestión de la deuda externa, que permitieran a los países latinoamericanos actuar conjuntamente. 

La heterogeneidad de los países latinoamericanos, y principalmente la decisión final de México y Brasil de negociar bilateralmente, limitó considerablemente las posibilidades que abría una acción conjunta. Sin embargo, los intentos de formar un “club de deudores” impulsados por el gobierno de Alfonsín, anticiparían los procesos de integración subregional y regional que se producirían en la década de 1990, y coaliciones multilaterales Sur-Sur, como el Mercosur, la Comunidad Sudamericana de Naciones y sobre todo el Grupo de los 20.

El llamado Grupo de Cartagena comenzó a tomar forma en enero de 1984, en la Conferencia Económica Latinoamericana (CELA) realizada en la ciudad de Quito, a iniciativa del presidente de Ecuador Osvaldo Hurtado.


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