sábado, 20 de julio de 2013

La Catedral de San Isidro - parte 1


El primer lugar de culto que existió en la zona fue un rancho de adobe con techo de paja, del que sólo existen referencias vagas. Habría sido levantado hacia 1694 por Domingo de Acassuso.

El 14 de octubre de 1706 el mismo Acassuso creó aquí una Capellanía en honor de San Isidro Labrador, donando para ello una fracción de terreno de unos 260 metros de frente sobre el Río por 5.000 m. de fondo. Esta fecha es considerada como la de fundación de este pueblo y ciudad.

Una primera Capilla de ladrillos y techo de tejas, de exiguas proporciones, fue inaugurada el 27 de mayo de 1708. A partir de entonces la población rural que habitaba en el paraje tuvo asistencia sacerdotal habitual en la persona del Pbro. Fernando Ruiz Corredor, que vivía en un rancho.

Unos años más tarde la Capilla se transformó en sacristía de un templo más grande. Tras varios intentos en que los muros y techos se derrumbaron, fue inaugurado el 24 de abril de 1720.

El 23 de octubre de 1730 el Cabildo Eclesiástico de Buenos Aires lo transformó en sede parroquial. Subsistió hasta 1895, pero fue necesario demolerlo porque su estado calamitoso amenazaba derrumbe.

El 6 de octubre de 1895 se colocó la piedra fundamental del templo actual. El 14 de mayo de 1898 se celebró en él la primera misa, dándose por concluidas las obras y consagrándolo el 20 de octubre de 1906.

Ocupa una superficie de 1.300 metros cuadrados, mide 60 m. de largo por un ancho de 18,50 m., que en los cruceros llega a los 29 m. La altura interior es de 19 m. y su torre alcanza los 68,65 m.

Fueron arquitectos de este templo neogótico Jacques Dunant y Charles Paquin, suizo el primero y francés el segundo. Ambos habían estudiado en París. Paquin murió en Buenos Aires en enero de 1898 y Dunant terminó la obra solo. Pedro Biasca y sus hijos fueron los constructores.

Una Comisión Central, con el asesoramiento del ingeniero Santiago Brian, dirigió la obra y una de Damas se encargó de recaudar los fondos necesarios. Sus nombres de perpetuaron en una placa de bronce.

En la parte superior de la torre hay seis campanas; dos de menor porte fueron colocadas en 1902, una de ellas da las horas y la otra está actualmente inactiva. El párroco Agustín Allievi (1912-33) adquirió otras cuatro de mayor tamaño, hechas en Londres por la casa Gillet y Johnston, con un peso total de unos 5.000 kilos, la mayor de 1.800 k., la menor de 800 k. Fueron bendecidas el 8 de diciembre de 1923, instaladas el 5 de febrero de 1924 y se echan a vuelo en las grandes fiestas.

Poco más abajo, la torre ostenta un reloj de cuatro esferas colocado en 1902. El mecanismo es el original, hay que darle cuerda todas las semanas, funciona con contrapesos y se mantiene en perfecto estado.

El 8 de junio de 1957, al crearse la Diócesis local, esta iglesia se convirtió en Catedral y el 10 de octubre de 1963 fue declarada “Lugar Histórico Nacional”.

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