martes, 6 de septiembre de 2011

Barracas

Su nombre Barracas proviene de la palabra "barraca", que significa construcción precaria para vivienda, construídos con materiales muy rudimentarios.

Es un barrio que han preferido los hombres de la literatura para incluírlo en sus libros. Así lo encontramos en el libro Adán Buenosayres de Leopoldo Marechal; Sobre héroes y tumbas de Ernesto Sábato. Héctor Blomberg ha escrito sus historias caurteleras. Fue la cuna de famosos payadores como Cesar Cantón y Félix Hidalgo, Villoldo "el papá del tango criollo", autor nada menos que de El Choclo y La Morocha.

El nacimiento de este barrio y su nombre se remonta al siglo XVII, cuando en las orillas del Riachuelo comenzaron a instalarse las barracas, rudimentarias construcciones que almacenaban cueros y otros productos que salían o llegaban a la ciudad.

Un momento de indiscutible importancia en su historia ocurrió en 1783, cuando doña María Josefa de Alquizalete trasladó a su quinta de Barracas el Oratorio y Capilla Pública de Santa Lucía, la que casi cien años más tarde, en 1869, habría de transformarse en sede de la parroquia del mismo nombre.

Al principio y durante el siglo pasado fue el barrio elegido por las familias más ricas de la Argentina, que habitaban en lujosas casonas y quintas. Las familias de apellido Balcarce, Montes de Oca, Alzaga, entre otros eran sus moradores, pero la epidemia de la fiebre amarilla, al igual que los pobladores de San Telmo, obligó a éstos a huir a otros lugares y se transformó totalmente.

Empezaron a venir inmigrantes de todo tipo, pero especialmente italianos y se convirtió en un barrio popular de gente trabajadora. Se llenó de cafetines de mala reputación donde se refugiaban los malvivientes. Sin embargo era un barrio próspero, con fábricas, mercados, autopista.

Es patrimonio del barrio el histórico puente de Gálvez, construído por don Juan Gutiérrez Gálvez e inaugurado el 1º de diciembre de 1791. La obra fue destruida varias veces por las crecidas del Riachuelo hasta que en 1871 se inauguró un nuevo puente de hierro, trabajo éste del ingeniero Prilidiano Pueyrredón. En 1903 debió construirse otro nuevo puente que perduró hasta 1931, año en el que se inauguró el que aún subsiste al lado de la moderna obra terminada en la década del sesenta. El puente sobre el Riachuelo le otorgó a Barracas un importante valor estratégico que se reflejó a lo largo de los años en distintos enfrentamientos militares, ya sea durante las invasiones inglesas, el sitio de Buenos Aires de 1852, o durante los sucesos que en 1880 culminaron con la federalización de la ciudad.

Después de la mitad de este siglo, Barracas empieza a perder su furor; sus fábricas se cierran, se inhabilita su estación de trenes, y la construcción de la Autopista hace desaparecer muchos edificios y dos plazas.

Cabe agregar finalmente que un ilustre ciudadano fue vecino del barrio. Nos referimos al almirante Guillermo Brown, quien en 1812 adquirió una propiedad en la actual avenida Martín García.

Institúyese como "Día del Barrio de Barracas" y "Semana de Barracas" el 13 de Diciembre de cada año; según Ordenanza N° 43.599 B.M. N° 18.581 del 25/07/1989 y Decreto N° 8.674/1986 B.M. N° 17.932 del 15/12/1986.

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