jueves, 16 de diciembre de 2010

La trama del fusilamiento de Dorrego – parte 4



Después de matar a Dorrego los sublevados deben de haber pensado que su triunfo era completo.

En definitiva, se habían apoderado de la ciudad y del gobierno sin demasiada dificultad y en pocos días habían derrotado a las fuerzas leales al gobernador, lo habían apresado y ultimado. Sin embargo, lo que parecía un triunfo total se transformó en muy poco tiempo en una violenta confrontación política, social e interétnica cuando toda la campaña de Buenos Aires fue sacudida por un masivo alzamiento protagonizado por fuerzas heterogéneas. Buenos Aires vivía una situación inédita: la guerra civil había estallado en el mismo territorio bonaerense y emanaba de sus entrañas.
Diversos actores entraron a tallar decididamente en el desarrollo de la lucha política definiendo su rumbo y su desenlace y mucho de lo sucedido no estaba en los planes de los conjurados. La situación era completamente inédita, no tenía precedentes. No era semejante a lo que había ocurrido en 1820, cuando fuerzas externas a la provincia, aquellas encabezadas por los gobernadores de Santa Fe y Entre Ríos, Estanislao López y Francisco Ramírez, respectivamente, invadieron la provincia y acabaron con el Directorio. Ahora todo era distinto: se estaba frente a un violento enfrentamiento entre fuerzas sociales y políticas porteñas. Y era un enfrentamiento de una violencia y una masividad que nunca antes
se había visto.
De este modo, lo que parecía ser el triunfo completo de los unitarios, comenzó a revertirse. Y no faltó mucho tiempo para que los sublevados de diciembre quedaran confinados al recinto de la ciudad adquiriendo plena conciencia de su aislamiento social. Así, a mediados de 1829 Lavalle debió iniciar negociaciones de paz con Juan Manuel de Rosas, quien ya se había transformado en el líder del alzamiento rural. Largas y complicadas fueron estas negociaciones pero a fin de año daban un resultado palmario: la legislatura, aquella que había elegido a Dorrego como gobernador, era reinstalada y ahora elegía a Rosas convertido en el jefe indiscutido de la facción federal porteña. La historia de Buenos Aires —y del país que se estaba formando— entraba en una nueva fase.

La deposición y el fusilamiento de Dorrego fueron un punto de inflexión en el desarrollo de las luchas políticas posrevolucionarias y así quedó grabado en la memoria colectiva. Este libro busca ofrecerle al lector una mirada sobre este decisivo acontecimiento apoyándose en las investigaciones que han renovado en los últimos años el conocimiento de la sociedad y la política de la época.
Pero para nosotros este dramático suceso será sólo un prisma a través del cual considerar las razones que llevaron a tal exacerbación de la lucha política, a la irrupción de formas novedosas de movilización, a las tensiones sociales que se expresaron a través de la lucha de facciones y a las condiciones históricas que hicieron posible la construcción de un liderazgo caudillista y su misma naturaleza. Por lo tanto, nuestra atención estará focalizada en la dimensión más opaca y a la vez más compleja de esta historia: centraremos nuestra mirada en las formas de movilización tratando —hasta donde nos sea posible— de develar las motivaciones que permitieron ese fenomenal alzamiento rural que se convirtió para los unitarios en una hidra de múltiples cabezas que terminó por acabar con sus planes.

Sin ella es incomprensible el triunfo de Rosas y la hegemonía que ejerció durante dos décadas. Tras veinte años de inestabilidad política, Buenos Aires conseguía de la mano de Rosas forjar un régimen estable pero ese régimen era el resultado primordial de la más amplia e intensa movilización social y de la más decisiva intervención de los sectores bajos de la sociedad en la lucha política.
De ¡Fusilaron a Dorrego!, de Raúl Fradkin. Buenos Aires, Sudamericana, 2008. 224 páginas.

Por Raúl Fradkin

3 comentarios:

  1. Me gustaria comentar en el blog de denis...

    ResponderBorrar
  2. Hola Jorge
    Hace rato que no entraba a tus blogs, que paso,
    porque ya no permitis que se escriban comentarios en el blog de musica, nos contas?
    vos podes escribirnos .
    Besos y que estes bien.

    ResponderBorrar
  3. La verdad es que seria bueno volver a comentar tu otro blog, pero entiendo que las cosas que se escribian no eran muy inteligentes por no decir otra cosa.

    ResponderBorrar