sábado, 24 de julio de 2010

América Latina entre la revolución Cubana y las dictaduras - parte 1

La Cuba de Fidel

En Cuba, protectorado de los Estados Unidos, desde su independencia en 1898 fue gobernada por distintos regímenes dictatoriales y su economía manejada por los intereses azucareros estadounidenses.

La mafia controlaba el juego, la prostitución y las drogas en la isla. La corrupción alcanzaba límites escandalosos durante la dictadura del ex sargento Fulgencio Batista a partir de 1952 y fueron violentamente reprimidos movimientos de oposición encabezados por grupos de estudiantes y partidos democráticos.

El organizado por el abogado Fidel Castro, su hermano Raúl y el médico argentino Ernesto Guevara de la Serna, conocido como el CHE, logró en 1959 tras tres largos años de lucha, el objetivo buscado.

En medio del entusiasmo popular, la entrada triunfal de Fidel Castro en La Habana, abrió una nueva era en la historia de la isla.

Será característica del nuevo gobierno su firme voluntad de transformaciones radicales: expropiación de monopolios locales y norteamericanos, reforma agraria, extensión de servicios sanitarios, campañas de alfabetización masiva.

La orientación del mismo hará que entre 1960 y 1961 se concrete la ruptura con Washington.

América Latina entre la Revolución Cubana y la Alianza para el progreso

A fines de los '50, Latinoamérica continuó siendo un continente marcado por altas desigualdades sociales. Los procesos populistas, en muchos casos interrumpidos por golpes de estado, no alcanzaron a superar los problemas de analfabetismo, desnutrición, vivienda y trabajo.

La Revolución Cubana se transformó en una alternativa a imitar para importantes sectores políticos y sindicales de América Latina que veían en el modelo socialista una posible solución a sus problemas cotidianos.

El gobierno norteamericano de Kennedy, preocupado por la influencia de la Revolución Cubana en América Latina, lanzó a comienzos de los 60 la "Alianza para el Progreso", un programa de ayuda económica destinado a combatir la miseria y mejorar la situación social de los sudamericanos. La trágica muerte de Kennedy en 1963 pondrá fin a las políticas reformistas y a la Alianza para el Progreso. Bajo la administración Johnson, los EEUU volverán a su tradicional política de respaldo de las fuerzas del orden establecido, y tomando como excusa el temor a la propagación del ejemplo cubano, fomentó experiencias militares totalitaristas.

El primer ejemplo de este cambio de política se produjo en Brasil, donde el ejército, conel apoyo de los Estados Unidos, encabeza un golpe de estado en 1964 contra la política reformista del presidente Goulart. La experiencia se repetirá en 1966 en Argentina, en 1973 en Uruguay y Chile.

Autor: Felipe Pigna

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