jueves, 26 de noviembre de 2009

El debate sobre los pactos de Mayo en la política interna argentina - parte 1

Las posteriores aclaraciones a los pactos de Mayo sin embargo no consiguieron acallar las voces discordantes en ambos países. En la Argentina, aquéllos fueron el punto de partida para uno de los más apasionados debates sobre la política exterior. En él participaron las figuras políticas más encumbradas de la Argentina: Carlos Pellegrini, Indalecio Gómez, Joaquín V. González, José Figueroa Alcorta, Manuel Quintana, Luis María Drago, Miguel Cané, Rómulo S. Naón, Adolfo Mugica, Victorino de la Plaza, Estanislao S. Zeballos, Luis V. Varela, y Adolfo F. Orma, entre otros, nómina a la que cabe añadir el papel clave jugado por Bartolomé Mitre y su diario La Nación , en defensa de los pactos de Mayo, en oposición al también matutino La Prensa.

Uno de los principales representantes de estos sectores contrarios a los pactos firmados por Terry y Vergara Donoso fue el diputado Indalecio Gómez, quien, como su colega Estanislao Severo Zeballos, era partidario de una política que otorgara a la Argentina una presencia continental. En abierta crítica a los pactos de Mayo, sostuvo que

los pactos simbolizan la decadencia de un pueblo que ha perdido sus energías y su rumbo (...) Se proclama la política de no-intervención como único principio internacional en Sudamérica... Añadiré que me parece contradictorio decir por una parte que la República Argentina debe profesar la política de su engrandecimiento político y económico y condenarla por otra a no intervenir -y si su engrandecimiento es detenido por la política hostil de un estado, ¿o debe renunciar a su engrandecimiento o debe intervenir para remover el obstáculo? Los pueblos que tienen una política internacional no pueden inhibirse de intervenir cuando la sienten justamente contrariada (1).

En una asamblea reunida en el teatro Victoria, Indalecio Gómez rechazó enfáticamente el compromiso argentino de no intervención, estipulado por los pactos de Mayo:

Intervenir por una causa justa o un interés legítimo y para un fin noble; no intervenir por motivos o pretextos injustos y para objetos menguados; tal es el principio. (...) La Argentina no puede renegar de su tradición ni desmentir su historia. Ella ha sido en América el arcángel de la independencia y está llamada a ser la fuerza justiciera, generosa y grande que haga primar en el continente los principios de la justicia y de la verdad (2).

Por cierto, estas palabras de Indalecio Gómez son un acabado ejemplo de la idea de "destino manifiesto" presente en la clase política argentina. Gómez atacó los pactos de Mayo como "lesivos a la soberanía nacional", criticando en el ítem de la limitación de armamentos la exclusiva mención de la escuadra argentina, entonces el arma principal, y "el olvido de que, en nuestra Constitución, la fijación de las fuerzas es facultad del Congreso" (3).

NOTAS
R. Etchepareborda, op. cit., pp. 119-120.

Discurso de Indalecio Gómez a Atilio Dell' Oro Maini, Asamblea en el Teatro Victoria, cit. en Osiris Troiani, "Contra los Pactos de Mayo", Todo es Historia, Nº 138, noviembre de 1978, p. 48.

http://www.camdipsalta.gov.ar

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