martes, 24 de febrero de 2009

Mezcla de bacanaje y mistonguería, de laburantes y cafiolos, de mansiones y casas bajas

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CAFE LOS PORTONES

A cincuenta metros avanzando sobre Sant Fe estaba el café "Los Portones", lugar de reunión de los guardas de tranvias de la estación "Los Portones" ubicada donde hoy existe una sucursal del Banco de la Nación Argentina.Para completar este cuadro de establecimientos con el mismo nombre, sobre el bar existía un hotel llamado "Los Portones".

Todo esto a raiz de los portones que se habían instalado atravesando la Avenida Sarmiento uniendo las veredas del Jardín Zoológico y la Sociedad Rural.Hasta que se instaló la estatua de Garibaldi y se la bautizó como Plaza Italia, la plaza se llamaba Plaza de los Portones.

"Una noche allá en Portones nos topamos con la muerte", diría el tango.


BAR ATENAS

La calle Santa Fe tenía un tajo en el medio, barbijo que el tiempo fue disimulando, pero que aún muestra sus huellas.En lo que por entonces era Cannimg y Santa Fé convivieron en diagonal, al sureste, un palacio habitado en un tiempo por una familia burguesa patagónica, los Menendez, y haciendo cruz, en la esquina noroeste se instaló el malevaje:pantalón bombilla y sombrero requintado en un bar que jactanciosamente se llamó Atenas.El terreno en que se había construido el palacio fue propiedad del coronel Eduardo Holmberg quien falleció en 1853 y llegó a ser en su momento una quinta famosa "formada sobre varias manzanas fronterizas a la calle Santa Fe entre Canning y Alvarez, que se prolongaba por el fondo en dirección a Las Heras por varias cuadras.""Fue una de las quintas más bellas e importantes de Buenos Aires, no solo por sus árboles y plantas florales, sino por la riqueza en variedad de frutales"
"La colección de camelias iniciada por el coronel, continuada por el hijo hasta 1876, constituyó un motivo de curiosidad para Buenos Aires".
Con el tiempo sobre ese terreno la famosa soprano Lía Patti inició la construcción de un palacios en el que invirtió una fortuna y no llegó a terminar de edificar. Fue entonces que la adquirió el Sr Menendez y se la regaló a su esposa.

LA VEREDA DE ENFRENTE

Pero en la vereda de enfrente se tejía otra historia en el Bar Atenas.El rengo Santa Cruz y su hermano Juan al bandoneón, Carlos Hernani Machi en la flauta y Alcides Palavechino en el violín armaron un conjunto de rompe y raja que en poco tiempo hacían la pata ancha rivalizando con los del Bar La Paloma de Almeyda y Santa Fe
Concurrencia maleva si la había, las broncas eran cosas de todas las noches y la policía laburaba a destajo, aunque dicen que siempre llegaba tarde.

EL MACO MILANI

Uno de los habitué del Atenas era el Maco Milani, niño bien que se destacaba como bailarín de tangos.Se llamaba en realidad Mariano Milani y fue uno de los introductores del tango en la sociedad porteña.Llegaba acompañado de aquel gran violinista que fue Rocatagliatta.El Maco llevaba de ladera a Joaquina Morán, una interesante morocha que, además, se dice, era inteligente.

Quizá por eso le tiraba el Maco.El Maco era pintón y distinguido, peinado a la lisa y de cutis blanco, lechado por la noche.Los años le dieron la biaba.Pena que terminó siendo un curda y perdió la línea.

PALERMO

Así se escribía la historia por esos tiempos y se iba formando Palermo, mezcla de bacanaje y mistonguería, de laburantes y cafiolos, de mansiones y casas bajas.
Por supuesto no fueron estos los únicos cafés de Palermo, pero hemos destacado los mas importantes de la época, aquellos que fueron refugio de los vecinos que encontraban en el café un lugar de encuentro para discutir de política, de futbol y de carreras o para mezclarse en partidas de ajedrés, de dominó o de billar.


http://www.clubdetango.com.ar/articulos/cafes_palermo.htm
http://www.palermonline.com.ar/

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