La historia es la única rama del conocimiento que nos puede decir qué fuimos en el pasado, qué somos en el presente y qué seremos en el futuro.
viernes, 28 de febrero de 2014
jueves, 27 de febrero de 2014
miércoles, 26 de febrero de 2014
Alem, Leandro Nicéforo (reportaje imaginario) - Parte 3
¿Por qué cree que fracasó la Revolución del ’90 que usted
encabezó?
Si la revolución no tuvo éxito en el combate, por
circunstancias complejas, debo también confesar ingenuamente, que mucho influyó
su propia exagerada gentileza, y me es simpático confundirme en esa
responsabilidad.
La revolución debió estallar en casi la totalidad de la
república; pero halagado por la idea de que triunfara sin la más mínima efusión
de sangre, si fuera posible, habíamos preferido que sólo aquí tuviera lugar,
creyendo que la situación que alcanzara determinaría la suerte de toda la
república. Yo me congratulo íntimamente de haber contribuido a que el pueblo
argentino se haya levantado al unísono con la energía y vitalidad de su
carácter a protestar, como corresponde, de sus oprobiosos mandatarios, quedando
de hoy en más de pie, firme y sereno con la conciencia de su deber, porque a mi
juicio, es este el verdadero y fundamental triunfo de la revolución.
Lo único
que nubla mi espíritu es el recuerdo de los que han caído víctimas de tan
sagrado deber y para los que pido la gratitud argentina, aunque comprendiendo
que algún sacrificio era indispensable para reparar tan deplorable situación.
Pero no derrocamos al gobierno de Juárez Celman para separar hombres y
sustituirlos en el mando; lo derrocamos para devolverlo al pueblo a fin de que
el pueblo lo reconstituya sobre la base de la voluntad nacional.
¿Por qué tomó esa dramática determinación final?
Para vivir estéril, inútil y deprimido, es preferible morir.
Sí, que se rompa pero que no se doble. He luchado de una manera indecible en
estos últimos tiempos, pero mis fuerzas, tal vez desgastadas ya, han sido
incapaces para detener la montaña y la montaña me aplastó. Adelante los que
quedan. ¡Ah cuánto bien habría podido hacer este partido, si no hubiesen
promediado ciertas causas y ciertos factores! No importa, todavía puede hacer
mucho.
Pertenece principalmente a las nuevas generaciones. Ellas le dieron
origen y ellas sabrán consumar la obra: ¡deben consumarla!
Referencias:
1 Discurso de Leandro N. Alem en el mitin del
Frontón Buenos Aires, 13 de abril de 1890, El Nacional, 14 de abril de
1890.
Felipe Pigna
martes, 25 de febrero de 2014
Alem, Leandro Nicéforo (reportaje imaginario) - Parte 2
¿Cómo sería esa buena política?
Con la exclusión de favoritos y de emisiones clandestinas.
Pero para hacer esta buena política se necesita grandes móviles; se necesita
buena fe, honradez, buenos ideales; se necesita, en una palabra, patriotismo.
Pero con patriotismo se puede salir con la frente altiva, con la estimación de
los conciudadanos, con la conciencia pura, limpia y tranquila, pero también con
los bolsillos livianos... Y con patriotismo no se puede tener ‘troncos de rusos
a pares’, palcos en todos los teatros y frontones, no se puede andar en
continuos festines y banquetes, no se puede regalar diademas de brillantes a
las damas en cuyos senos fementidos gastan la vida y la fuerza que debieran
utilizar en bien de la patria o de la propia familia. 1
¿Qué importancia le otorga a la vida política de una
sociedad?
La vida política de un pueblo marca la condición en que se
encuentra; marca su nivel moral, marca el temple y la energía de su carácter.
El pueblo donde no hay vida política, es un pueblo corrompido y en decadencia,
o es víctima de una brutal opresión. La vida política forma esas grandes
agrupaciones, que llámeseles como ésta, populares, o llámeseles partidos
políticos, son las que desenvuelven la personalidad del ciudadano, le dan
conciencia de su derecho y el sentimiento de la solidaridad en los destinos
comunes. Los grandes pueblos, Inglaterra, los Estados Unidos, Francia, son
grandes por estas luchas activas, por este roce de opiniones, por este
disentimiento perpetuo, que es la ley de la democracia. Son esas luchas, esas
nobles rivalidades de los partidos, las que engendran las buenas instituciones,
las depuran en la discusión, las mejoran con reformas saludables y las
vigorizan con entusiasmos generosos que nacen al calor de las fuerzas viriles
de un pueblo.
¿Cuáles fueron los objetivos fundacionales de la Unión
Cívica Radical?
Concurrir a sostener dentro del funcionamiento legítimo de
nuestras instituciones las libertades públicas, en cualquier punto de la
nación. Levantar como bandera el libre ejercicio del sufragio, sin intimidación
y sin fraude. Proclamar la pureza de la moral administrativa. Propender a
garantir a las provincias el pleno goce de su autonomía y asegurar a todos los
habitantes de la República los beneficios del régimen municipal.
¿Qué opinión le merecen los consejeros económicos del poder,
llamados últimamente “gurúes”?
¿Qué hacen estos sabios economistas? Muy sabios en la
economía privada para enriquecerse ellos; en cuanto a las finanzas públicas, ya
veis la desastrosa situación a la que nos han traído. Es inútil, no nos
salvaremos con proyectos, ni con cambios de ministros.
Alem, Leandro Nicéforo (reportaje imaginario) - Parte 1
Leandro Nicéforo Alem, el pionero de la lucha por el voto
popular y fundador de la Unión Cívica Radical, nació en Buenos Aires el 11 de
marzo de 1842. Fue un gran impulsor de la lucha por el voto popular y la
honestidad gubernativa. Fundó en 1890 la Unión Cívica para enfrentar al régimen
fraudulento y excluyente que en aquel momento encarnaba Juárez Celman y llegó a
tomar las armas en las Revolución de 1890. Sintiéndose traicionado por los
acuerdos de sus aliados políticos, rompió con la Unión Cívica y fundó el primer
partido moderno de la historia argentina: la Unión Cívica Radical. Siguió
peleando con todas sus fuerzas desde todas las trincheras contra el fraude y la
corrupción imperantes. En 1896, deprimido y decepcionado, decidió suicidarse.
¿Qué opina de los premios otorgados a los militares que
participaron en la “campaña al desierto”?
Están forjando una escuela corruptora, que rebaja los
vínculos morales que deben ligar a los ciudadanos al cumplimiento del deber,
debilitando este sentimiento. Ahora el cumplimiento del deber es una cosa tan
rara que merece premio; de manera que siguiendo en esta escuela, es hombre
honrado el que no hace dilapidaciones, el que no ha sacado del bolsillo,
permítaseme esta frase vulgar, un reloj que no le pertenecía.
Usted propuso que los 600.000 pesos destinados a los premios
a la oficialidad se destinaran a pagar los sueldos atrasados a los sufridos
soldados, los famosos “milicos” de la “campaña al desierto”.
Tengo el convencimiento que no lo van a recibir. Los
guardias nacionales de la Guerra del Paraguay nunca recibieron los pesos. Los
premios que se proponen votar ahora, si alguien los recibiera, no serían los
guardias nacionales, sino unos cuantos estafadores.
¿Qué le contesta a los que lo califican de “utópico”?
Los partidarios del más estrecho y enervado mercantilismo
todo lo ven a través del tanto por ciento, juzgando las acciones más hermosas
de la Humanidad, como hijas de los sueños de la niñez, o ilusiones de
románticos poetas. Se trata de elevar un pueblo a la alta dignidad del hombre
libre, de consagrarle sus más importantes derechos, combatiendo legalmente por
la práctica de sus instituciones, que formuladas en un código, son sin embargo,
desconocidas y holladas por los malos mandatarios y todo es una farsa.
¿Por qué se opone a la federalización de Buenos Aires en
1880?
La llamada federalización será un duro golpe a las
instituciones democráticas y el sistema federativo en que ellas se desenvuelven
cuando el poder central, por sí solo, tenga más fuerza que todos los estados
federales juntos. El centralismo absorberá a todos los pueblos y ciudadanos de
la República el día en que se entregue la ciudad de Buenos Aires, ese centro
poderoso; y la suerte de la República Argentina federal quedará librada a la
voluntad y pasiones del jefe de Estado.
Según su opinión, ¿cómo surgen los planes económicos
injustos y de la preeminencia de la economía por encima de la política?
Esto no tiene vueltas. No hay, no puede haber buenas
finanzas, donde no hay buena política. Buena política quiere decir respeto a
los derechos; buena política quiere decir aplicación recta y correcta de las
rentas públicas, buena política quiere decir protección de las industrias
útiles y no especulación aventurera para que ganen los parásitos del poder.
lunes, 24 de febrero de 2014
El payador que 150 años después sigue dando que hablar
Gabino Ezeiza nació en 1858 y de la mano de la improvisación
y la guitarra hizo historia. En su honor existe en el país el Día del payador
Algunos historiadores fijan su fecha de nacimiento el 3 de
febrero de 1858. Otros, el 19 de febrero de ese mismo año. De lo que no hay
duda es que Gabino Jacinto Ezeiza, nació en una modesta casa de Chacabuco al
200, en el barrio de Monserrat, por lo que era bien de esta Ciudad que después
lo iba a convertir en un ídolo. Ahora, más de un siglo y medio después, su
imagen de cantor popular sigue intacta aunque su nombre no le diga mucho a las
nuevas generaciones.
Gabino era hijo de Joaquín Ezeiza y de Joaquina García. Lo
curioso era que siendo de raza negra tuviera ese apellido europeo. La
explicación no tiene misterios: su padre había servido a la familia Ezeiza y,
como muchos herederos de viejos esclavos, lo había incorporado a su identidad.
El primer vasco con ese apellido que llegó a estas tierras fue Jerónimo Antonio
de Ezeyza Urrutume e Irazábal Pagola, un hombre nacido en Albistur, provincia
de Guipuzcoa. Fue entre 1740 y 1770. Y seguramente alguno de sus descendientes
fue quien contó al papá de Gabino como sirviente.
Lo cierto es que desde muy chico, el negrito Gabino se
entreveró en las pulperías de su barrio y de San Telmo. Huérfano desde pequeño
(su padre, como tantos de su raza, murió en 1867 en la guerra con Paraguay; su
mamá había muerto un par de años antes), en esas pulperías conoció a Pancho
Luna, un pardo anciano quien le enseñó los rudimentos de la guitarra.
Después de haber pasado por publicaciones de su comunidad
(firmaba con el seudónimo de “Liberato” y hasta fue director literario del
semanario La Juventud) Gabino Ezeiza optó por dedicarse al canto en forma
permanente. Tenía poco más de 20 años, vivía en San Telmo y, aunque figuraba
como de profesión jornalero, ya se perfilaba como payador. Su calidad de
orador, capaz de improvisaciones impactantes, hacía que la gente lo siguiera en
cada presentación.
Desde 1880 en adelante, su fama de gran improvisador y
filoso contrincante en los contrapuntos, lo llevarían a la mayor popularidad.
Sus enfrentamientos verbales con Nemesio Trejo, Pablo José Vázquez o Pedro
Vázquez (dicen que lo enfrentó dos veces y en ambas Gabino fue derrotado) lo
hacían figura. Pero para los historiadores, el mayor logro de Ezeiza fue cuando
en esos choques de palabras venció a Juan de Nava, un payador uruguayo, a quien
enfrentó en Montevideo. Fue el 23 de julio de 1884, en una cancha de pelota de
la calle San José, entre Quareim e Ibicuy. Cuentan que más 300 personas se
agolparon para ver esa tenida, consagratoria para Gabino. Por ese hecho, en la
Argentina, se considera al 23 de julio como “El Día del Payador”.
Además, de sus muchas visitas a Uruguay quedaría aquel
famoso saludo a Paysandú ( “Heroico Paysandú, yo te saludo / hermano de la
patria en que nací / tus hechos y tus glorias esplendentes / se cantan en mi
patria como aquí” ). Y también se haría leyenda su militancia política,
primero en las huestes de Leandro Alem (Gabino participó en algunos
enfrentamientos de la Revolución del 90 y hasta terminó preso) y después con
Hipólito Yrigoyen. Curiosamente, Ezeiza murió a los 58 años en su casa del
barrio de Flores el 12 de octubre de 1916, el mismo día en que Yrigoyen asumía
su primera presidencia. Como herencia, quedarían diez hijos de su matrimonio
con Petrona Peñaloza, al parecer bisnieta del “Chacho”.
Su fama de guitarrero payador y cantor siempre dijo presente
en conocidos boliches de la Ciudad. Así lo vieron por ejemplo en el Café Oviedo,
de Mataderos, o en el Café de los Angelitos, en Rivadavia y Rincón, donde
cuentan que compartía mesa con Carlos Gardel y José Razzano. También grabó
algunos discos con acompañamiento al piano de Manuel Campoamor. Este hombre
está considerado entre los pioneros del tango. Y tal vez su obra más conocida
sea el tango “La C…ara de la L…una”, dedicado a chicas que trabajaban en
prostíbulos. Pero esa es otra historia.
domingo, 23 de febrero de 2014
Aquellos primeros teatros de Buenos Aires - Parte 3
En 1803, Petronila Serrano, que provenía de una familia rica
venida a menos, sólo consiguió la autorización de su padre para trabajar en el
teatro, ese sitio “pecaminoso” “donde sólo milagrosamente puede conservarse la
virtud y la inocencia”, a cambio de firmar un contrato que le reportaba un
salario, casa y una esclava. 4
En aquel contexto tan moralista e intolerante para algunas
cosas, y tan laxo y tolerante para otras como el contrabando y la corrupción,
nadie debía siquiera intentar aprovechar el espectáculo para otros menesteres
como vincularse con las damas. Para evitar el trastorno, ahí estaba el
reglamento emitido por Vértiz y reforzado por Sobremonte que obligaba a la
separación de los sexos en los palcos y en los camarines. Se prohibía la venta
ambulante y la entrada de niños de pecho para evitar molestias a los espectadores.
Se aclaraba especialmente que no estaba permitido a los hombres pararse en las
zonas de acceso de las espectadoras pare evitar “verlas subir o bajar” y para
preservar la moral se había puesto un tabique que impedía ver los pies de las
actrices. Para guardar las formas también se prohibía gritarles a los actores
durante la representación –cosa que no se cumplía demasiado- y “el decir voces
impropias”. Funcionó también una comisión de censura que durante algún tiempo
estuvo a cargo de don Domingo Belgrano, el padre de uno de los más notables
defensores de la libertad de pensamiento en estas tierras.
La cazuela estaba por encima de los palcos y era más popular
pero algunas mujeres distinguidas optaban por la cazuela cuando no querían
ponerse de punta en blanco ni lucir todas sus joyas. Era un lugar ideal para
chusmear sin ser tan vistas y eso también era un aliciente para alternar
cazuela y palco.
Comenzaba una larga y rica historia, la del notable teatro
argentino, una marca indeleble de identidad cultural que abarca gran parte de
país y que tiene en Buenos Aires un destacado centro de producción que ostenta
con orgullo su récord mundial de tener en temporada unas 400 obras en cartel
entre teatros oficiales, cooperativos, privados, a la gorra, siempre a pulmón y
corazón.
4 Beatríz Seidel,
op. cit.
Felipe Pigna
Aquellos primeros teatros de Buenos Aires - Parte 2
En un principio los papeles de mujeres los representaban
hombres hasta que las chicas se fueron animando y así pudo verse a nuestra
primera actriz, la “damita joven” Josefa Pepa Ocampos de la que sabemos que
había nacido en Buenos Aires hacía 18 años y que su ingreso a la compañía
teatral vino de la mano con su casamiento con el tercer galán Angel Martínez.
En aquel contexto cargado de prejuicios en el que se asimilaba el oficio de
actriz al de prostituta o a “mujeres de la vida”, la notable investigadora de
la historia de nuestro teatro Beatríz Seibel, da cuenta de una demanda judicial
presentada por el padre de la joven Mercedes González Benavídez para que su
hija no pudiera ejercer públicamente su vocación de “actuar, cantar y bailar”.
Don Benavídez, que, además de todo lo que las lectores y los lectores están
pensando, era abogado, exigía en su escrito que las autoridades locales le
impidieran actuar a Mercedes: “no sólo se echa sobre si la nota de infamia,
sino que la hace trascender a todos sus parientes”. Decía también: “la compañía
se completa con las personas más viles y despreciables como son las mulatas
esclavas, siendo tal una de las cómicas”.
Lo de despreciables y viles corre por
cuenta de Benavídez. Lo cierto es que era habitual que los esclavos y las
esclavas participaran de las obras de teatro y los libertos se integraran a
alguna compañía. La demanda marchó con bastante celeridad para los tiempos
judiciales y teniendo en cuenta que Mercedes no era una menor dependiente
del demandante sino una madre de tres hijos y viuda de dos maridos, el tribunal
dictaminó que podía “dedicarse a cualquier ejercicio con que sufragar su
manutención”. 2
La Ranchería estuvo en pie nueve años hasta que se incendió
a raíz de un cohete disparado el 15 de agosto de 1792 durante una festividad
desde el campanario de una iglesia que impactó de lleno en el techo de paja del
teatro.
La ciudad se había quedado sin teatro y varios años después
todavía se preguntaba el Telégrafo Mercantil: “¿Y es creíble que una
capital populosa, fina, rica y mercantil, carezca de un establecimiento donde
se reciben las mejores lecciones del buen gusto, y de una escuela de costumbres
para todas las clases de la sociedad?”. 3
Recién en mayo de 1804, durante el virreinato de Sobremonte
quedará inaugurado el Coliseo, llamado Provisional porque se había
proyectado uno definitivo, en las actuales esquinas de Reconquista y Rivadavia,
en el terreno que hoy ocupa el Banco Nación. Pero el “definitivo” nunca se
construyó.
El “Coliseo Provisional”, propiedad de Don Olaguer y Feliú,
era más amplio que su antecesor. El público estaba repartido en palcos,
galerías, tertulias, cazuelas, bancos, gradas y las más baratas, las
entradas de pie. El teatro le dio nueva vida a la ciudad y sumó variedad
a las no muchas diversiones de la elite de “vecinos” y “vecinas”, en un espacio
de sociabilidad nuevo que, además de su aspecto de cultura y entretenimiento,
significaba un lugar donde “lucirse”, en la vestimenta y los modales y para las
chicas, junto con el sagrado recinto de la Iglesia, cruzar miradas con
algún muchacho en edad de merecerlas. Trajo además una nueva categoría de
personajes a la ciudad: los comediantes o artistas, término que incluía a
actores, actrices y músicos, tramoyistas, escenógrafos y empresarios
teatrales, gente de mundo, con la mente más abierta y portadora de muchos menos
prejuicios que la media de la ciudad puerto.
Pero la sociedad seguía siendo muy pacata y conservadora y
las actrices estaban en el ojo de la tormenta. Por ejemplo, Antonina Montes de
Oca, que había iniciado su carrera en los cafés cantantes, remotos antecedentes
de los cafés concerts de los 70, fue desterrada a Montevideo en 1805 por
llevar una “vida escandalosa” y cultivar “amistades pecaminosas”. A su colega
Anita Rodríguez Campomanes le dijeron públicamente que estaba “condenada al
mayor descrédito público por su punible y detestable profesión”.
2 Beatriz Seibel,
Historia del Teatro Argentino, desde los rituales hasta 1930, Buenos Aires,
Corregidor, 2002.
3 “Sobre la
necesidad que hay en Buenos Aires de un teatro de comedias” en “El Telégrafo
Mercantil”, Buenos Aires, 19 de diciembre de 1801.
Felipe Pigna
Aquellos primeros teatros de Buenos Aires - Parte 1
Si bien hay antecedentes de representaciones teatrales en
fiestas patronales y oficiales, tales como la coronación de Fernando VI, pasos
de compañías de cómicos ambulantes y frecuentes representaciones en los patios
de las casonas coloniales, el teatro llega a Buenos Aires en 1757 cuando se
edifica el Teatro de Operas y Comedias en las actuales Alsina entre Defensa y
Bolívar. Allí se representaron desde obras de marionetas hasta la ópera Las
variedades de Proteo de Antonio Texeira y Antonio José Da Silva.
Hay
pocas noticias de este primer intento previo al virreinato que durará apenas
hasta octubre de 1761 cuando la sala fue clausurada por orden el obispo de
diócesis de Buenos Aires que venía insistiendo sobre la inmoralidad que
propagaban las artes escénicas y logró su cometido argumentando que las representaciones
terminaban muy tarde. Recién en noviembre de 1783 quedó inaugurada la Casa de
Comedias, nombre elegante que será convertido por el público en el menos
prosaico de La Ranchería. El famoso virrey de las luminarias, el mexicano Juan
José de Vértiz y Salcedo, había autorizado a Francisco Valverde para encarar la
construcción del teatro en las actuales esquinas de Perú y Alsina, en la zona
conocida como “la ranchería de las Misiones”, porque allí los jesuitas hasta
su expulsión tenían depósitos donde comercializaban algunos productos de
sus famosas reducciones.
¿Cómo era aquel teatro de 1783? Para imaginárnoslo tenemos
que empezar por dejar de lado cualquier tipo de lujo. Era una especie de galpón
con techo de paja y paredes de ladrillo asentado en barro de 26 varas de frente
por 55 de fondo 1.
El escenario no era muy alto, con la garita del apuntador y en su parte
superior podía leerse en dorado: “Es la comedia espejo de la vida”.El palco
oficial, destinado al virrey y las autoridades, estaba decorado con cenefas
rojas y amarillas. Para iluminar la sala se usaban velas de sebo distribuidas
en candilejas al borde del escenario y arañas ubicadas estratégicamente para
que ningún rincón quedara a completamente a oscuras. La entrada costaba dos
reales y para saber si había función en aquella Buenos Aires que no tenía
periódicos, había que acercarse hasta la farmacia de los Angelitos en las
actuales Chacabuco y Alsina y fijarse si el farolito estaba encendido. En ese
caso, los aficionados al teatro podían caminar una cuadra más y disfrutar de la
función.
Allí, Manuel José de Lavardén, uno de nuestros primeros
autores teatrales, estrenó en 1789 sus obras Siripoy La Inclusa basadas
en temáticas históricas locales.
1 Una vara
equivale a 84 centímetros.
Felipe Pigna
sábado, 22 de febrero de 2014
viernes, 21 de febrero de 2014
Domingo Barthe: El millonario más famoso en la historia de Misiones – Parte 7
Me tomaré una licencia, bien podría prescindir del siguiente
relato pero lo que contaré a continuación es lo que motivo esta pequeña
investigación, se lo puede omitir como argumento si el lector así lo prefiere.
Mi abuela Materna Juana Rojas de Barrios falleció en abril de 2010, su hermana
Sixta Rojas, mi tía Abuela, a quien llamábamos Tía Chita, falleció en Diciembre
el 2009; Entre ambas me habían contado la trágica muerte de mi abuelo Materno
José Barrios, era peón en una establecimiento ganadero y yerbatero, cuentan que
se encontraba marcando ganado, cuando otro peón o un capataz, no lo recordaban
bien, que estaba parado a corta distancia recostado en un poste del cerco,
desenfundo un arma y comenzó a gatillar sin más, cuenta mi Tía Abuela, quien a
diferencia de mi abuela estuvo lúcida y racional hasta sus últimos días de
vida, que mi abuelo advirtió a este hombre del arma que no jugara de este modo
con ella pues era peligroso, seguramente no lo dijo en estos términos, pero es
lo que ha llegado a mis oídos, en esa ocasión mi abuelo José Barrios falleció
de un de un tiro “accidental” en la cabeza, cuentan que fue consignado como
muerte por “bala perdida” el autor del disparo nunca fue preso por ello.
Mi
abuela, recientemente enviudada y con dos hijas, fue intimada a dejar el
establecimiento donde tenía su rancho, ante la situación apremiante y en la
desesperación, supo de la llegada de un “capo de Buenos Aires” del establecimiento
en cuanto tuvo la oportunidad. Se dirigió a él y le reclamo que no podían
echarla así de allí con sus hijas, “se le animó Juanita” comentaba mi tía
“Chita”, ella contaba que
–cuando tuvo la oportunidad se le acercó mientras caminaba por las
altas galerías de de la casa grande del establecimiento y desde abajo y entre
gritos y lamentos le expuso su situación– tuvo suerte, esta persona, que pudo
haber sido uno de los dueños, no lo sé, le concedió una parcela de tierra fuera
de ahí y mi abuela y sus hijas salieron del establecimiento con el poco ganado
que según los patrones era el único que poseía mi difunto abuelo. Mi Madre no
cree en la teoría que los chicos no recuerdan sino desde los tres años de vida,
ella en ese entonces tenía solo dos años y recuerda el funeral de su Padre: Mi
Abuelo José Barrios, recuerda el ataúd, los llantos desconsolados de su hermana
mayor, mi tía. Recuerda a mi abuela escalones debajo de la galería del
establecimiento pidiendo ayuda, recuerda la mudanza al nuevo racho. Mi madre
que increíblemente guarda esos recuerdos desde los dos años, tiene hoy 57, esto
sucedió en 1955 en el establecimiento “El Porvenir” de “Los Barthe…”
En Paraguay el juicio de sucesión entre el Estado Paraguayo y los herederos de
Domingo Barthe lo ganó el estado y recupero una importante cantidad de
territorio por haber sido adquirido con graves irregularidades y/o de modo
fraudulento.
Historia / Por Julio Cantero
jueves, 20 de febrero de 2014
Domingo Barthe: El millonario más famoso en la historia de Misiones – Parte 6
El
suplemento de Círca de 1915 dedicado a Barthe nos deja claro a quién pertenecía
esta embarcación “En 1886 [Barthe] inició su empresa de navegación con un solo
vapor, el CORNEJO, exclusivamente dedicado al transporte de yerba mate. Al año
siguiente adquirió el vapor EDELIRA, que siguió navegando luego de 1915, con
comodidades para carga y pasajeros.” Al parecer también transportaba pasajeros
sin el consentimiento de los mismos.
“Esa misma noche [continúa el periodista de LA PRENSA] sonó un tiro y se sintió
cierto movimiento en la tripulación. ¿Qué ocurría? Era que un “mensú” de los
que iba al obraje había saltado a tierra con la intención de huir. Los
marineros de guardia le hicieron fuego; el infeliz fue apresado, abofeteado por
el contramaestre y encerrado en una letrina, en la cual permaneció hasta llegar
al punto de su destino. Ya nos acercábamos al Iguazú […] y a lo lejos divisóse
un bulto que flotaba sobre las aguas del río. El práctico que conducía el buque
[…] me dijo con naturalidad, como quien está acostumbrado a ver esas coas.
–Debe ser un muerto. –¿Cómo? ¿Un cadáver? –Sí, en el alto Paraná, cuando un
Mensú se indisciplina, el capataz o el patrón lo mata y el cadáver es arrojado
al río” (Dosistheo M. López. –LA PRENSA, 30 de agosto de 1908).
Hasta aquí puede ser solo casualidad que los “mensús” sean de una explotación
yerbatera de Barthe y ambos buques, el que los rescata y el que los regresa al
obraje, pertenezcan a la flota también de Barthe pero hallamos en otra
publicación periodística de la época otra referencia y más directa sobre el
trato que se daba los “empleados” en los establecimientos de Barthe. Se
trata del diario “La Vanguardia” del 17 de mayo de 1908, es un
carta firmada por Julian S. Bouvier; “en el oeste paranaense, un tal Allegrini
y otros Mayordomos de Domingo Barthe, asesinaron a varios Peones […] en abril
de [1907] fueron asesinados así siete peones en un solo día, entre ellos un
brasilero y un menor de edad, de 14 años. Los fusilaron, ni más ni menos. El
crimen quedó impune, el juez era empleado de una empresa yerbatera…”
Bouvier no deja expresado si el juez era empleado de una “empresa yerbatera” de
Barthe, por lo cual no podemos achacarle los connivencia, pero tenemos alguna
pistas que nos pueden ilustrar las relación de Domingo Barthe con la “justicia”.
Conocemos una historia de Barthe y un Juez del Territorio, el Dr. Severo
González , veamos qué línea de conducta seguían ambos, el relato de los hechos
nos lo trae León Naboulet , se trata de la casa de comercio de los hnos. Dei
Castelli, “…estos señores comerciantes, matriculados en forma concurrieron al
juzgado de Posadas solicitando convocatoria de acreedores, en los términos que
les acuerda la ley. El pedido de convocatoria fué demorado por el juez y en
este intervalo el señor Domingo Barthe se presentó pidiendo la quiebra de los
convocatorios, el juez hizo lugar a la quiebra y nombró de inmediato síndico a
un Sr. Rivera, de su relación. Los damnificados apelaron por el auto a la
cámara de Paraná. Este tribunal revocó el auto, levantó la quiebra decretada
criticando con dureza el auto del juez”
En este último caso es evidente la complicidad del juez González con Domingo
Barthe con la intención de apropiarse del comercio “Dei Castelli
Hnos.” Naboulet también nos cuenta que en una oportunidad se
publicó en la prensa local una “carta de adhesión” a este juez Letrado del
territorio, ya que pesaba sobre él un pedido de juicio Político por numerosas
irregularidades en su gestión, enviada al Presidente de la República y al
Sr. Ministro de Justicia, la carta alagaba al Juez González en estos términos:
“Los que suscriben llevamos a V. E. la palabra del más respetuoso testimonio de
congratulación, a la vez que de imparcial aplauso por el digno magistrado de
este territorio, a quien debemos el puesto reconquistado del pueblo trabajador,
dentro del más estricto marco de civilización moderna […] hoy que ha concluido
el fantástico asunto de de los crímenes de este Territorio, consideramos un
acto de estricta justicia exteriorizar nuestros placeres hacia el juez que ha
sabido cumplir sin mengua su labor, echando por tierra las antojadizas
versiones que en mala hora fueron transmitidas a esa capital …” Etc. Etc…
Naboulet continua con ironía cuando comenta esta carta “no está firmado por
ninguna de las víctimas del Sr. Juez González […] ni por los 50 obreros
encarcelados en la prefectura y puestos a la disposición del juez […] ni
tampoco por los comerciantes Dei Castelli que fueron arruinados en virtud de un
auto inconsulto del juez.
No, Señor […] está firmado por Domingo Barthe, conocido explotador de Peones
del Alto Paraná, según voz corriente en Posadas, acreedor del juez y litigante
habitual en su juzgado, por Juan B. Molas y Cía. Comerciantes de la
localidad con asuntos pendientes en el juzgado […] por Nicolas Damus conocido
obrajero, comerciante, turco, con asuntos pendientes en el Juzgado.” Etc. Etc…
Domingo Barthe: El millonario más famoso en la historia de Misiones – Parte 5
Al parecer se metió de lleno en el rubro de la navegación, en el que ya se
había iniciado años antes, en “1887 [cuando] compró los primeros buques de la
Sociedad Anónima Alto Paraná y en 1893 mandó a construir el primer vapor,
continuando en este orden de propósito hasta invertir la suma de 2.000.000.- de
pesos. [en 1915] esa flota [estaba] compuesta por 25 buques de diferentes
tonelajes, que suman en conjunto 5.000 toneladas de registro, teniendo
establecidos servicios regulares de paquetes entre el puerto de Buenos Aires y
Asunción, Buenos Aires y Posadas hasta Iguazú, embarcaciones que hacen la
navegación de los ríos Paraná, Paraguay y Alto Paraná. (Suplemento Circa, 1915).
Como ya vimos en la guía Kraf, el Suplemento Circa también menciona para 1915
posesiones de Barthe en Posadas “en el puerto […] un taller mecánico y varadero
para construcción y reparación de buques y aserradero de maderas y donde
encuentran ocupación permanente más de 200 obreros; en ese establecimiento se
construyen vapores y buques para la navegación local.”
Que Barthe era millonario, no queda ninguna duda, tenía su propio código
Postal, “3304 - Domingo Barthe” y uno de sus establecimientos tenía uno propio
También, “3374 - El Porvenir”; pero ¿Comó enriqueció tanto? El comercio
con la Yerba en Concepción Paraguay justo después de culminada la Guerra de la
Triple Alianza fue rentable pero ya bajo la administración de Salvador
Jovellanos la política económica cambió aunque solo levemente y Barthe
decidió buscar mercados de materias primas aun más convenientes.
En esa época gobernaba Misiones Rudecindo Roca y como dice el refrán “donde el
abate juega a las cartas… ¿Qué harán los monjes?” y Rudecindo tenía aquí la
industria, la más grande de la provincia, un establecimiento azucarero,
construido y mantenido con el trabajo semi esclavo de indios raptados de sus
tierras en el sur “por el pecado de defenderlas…” y como “prisioneros de
guerras” e “infieles” el deber del estado era civilizarlos… Rudecindo decidió
civilizarlos en su establecimiento, empleándoles en el trabajo de cultivar,
cosechar, y elaborar la caña de azúcar, pagándoles migajas, descontándoles la
comida, prohibiéndoles salir del establecimiento, y embruteciéndoles con
el alcohol.
El establecimiento del Gral. Rudecindo Roca se fundó en 1884 y la práctica de
tomar trabajadores y descontarle de su salario comidas vestimentas y
herramientas se extendió desde entonces dando lugar al desarrollo de una de los
tristemente célebres sistemas de explotación de la región, cuyo eslabón más
débil en la cadena productiva es conocido como “el mensú” un peón rural de
extrema precarización laboral en los Yerbales y Obrajes Madereros, Barthe
“contrató” o “conchabó” a mensús por cientos sino miles a lo largo de los años.
Traemos aquí la historia de algunos de estos “mensús”, muestra las condiciones
de trabajo en las que eran sometidos, es un extracto de una nota publicada en
el diario LA PRENSA:
“Una tarde vimos, desde la borda, que un hombre y un niño abrían los
brazos demandando auxilio desde la costa argentina. El barco ancló y en un bote
se les trajo a bordo. Estaban macilentos y débiles. Tenían el rostro, los
brazos y los pies picoteados por sabandijas de la selva. Durante 15 días habían
alimentándose con yerbas del bosque y apenas habían podido llegar a la costa[…]
nos refirieron su triste situación. Trabajaban en un obraje como “mensús”. Los
“mensús” son los esclavos del Alto Paraná […] y en el trabajo hacía tiempo que
rendían energías al patrón, pero nunca podían saldar la cuenta con su labor. Un
día reclamaron su libertad para marcharse y fueron azotados. ¿Qué hacer entonces?
Fugaron y se internaron en el bosque enmarañado y solitario. Se alimentaron en
nuestra presencia y creían estar a salvados. Horas más tarde, presenciamos un
cuadro que nos desgarró el corazón. Aguas abajo venia una embarcación y
el capitán ordenó ciertos toque convenidos ambas embarcaciones echaron anclas y
se operó el trasbordo de nuestros asilados al vapor “Edelira” del Sr. Domingo
Barthe. –¿Dónde los llevan? Preguntamos con ansiedad. –Nuevamente al obraje, se
nos contestó.”
miércoles, 19 de febrero de 2014
Domingo Barthe: El millonario más famoso en la historia de Misiones – Parte 4
Permaneció
tres años en la casa de una de sus hermanas en Buenos Aires y á los quince años
entró como empleado en una tienda de un vendedor de Mate con 80 francos por
mes. Á los 21 años lo abandonó para trabajar por su cuenta había hecho algunos
ahorros con los cuales compró mate y tabaco que vendía. Sus primeros negocios
le proporcionaron un capital de 20.000 francos que fue el origen de su
fortuna. Hizo el trafico de la yerba mate, de cueros, de tabaco, de madera, de
Posadas á Buenos Aires y viceversa. Á los 26 años compró 5000 hectáreas donde
metió 2000 vacas. Las 5000 hectáreas se convirtieron en 50000 y sus ganados
aumentaron de igual modo. Á los 35 años compró 255.000 hectáreas.
Hoy es el primer propietario de Misiones, habiendo rehusado últimamente 25
millones de francos que le ofrecía una compañía Inglesa por la totalidad de sus
bienes.
Ha creado un arsenal de construcciones navales y un servicio de navegación
fluvial sobre el Paraná. Se alaba de no haber tomado dinero á préstamo ni de
bancos ni de particulares y de haber enriquecido á sus colaboradores”
En un Suplemento Especial de Circa que data de 1915, apareció una reseña sobre
Barthe, pero tenemos que advertir aquí que tanto la breve entrevista que
mantuviera Huret con él y la publicación que citamos seguidamente, no son
fuentes argumentativas terminantes, que presentamos como la verdad última sobre
los datos que se tienen de este personaje histórico que hoy abordamos, son nada
más que los que tenemos a mano y suplen la falta de oportunidad de
investigación documental en archivos.
Es así que este Suplemento, corrigiendo en parte a Huret, afirma que “Domingo
Barthe nació en Pau, Francia, emigrando a Argentina en 1867. [y no en 1877]
Luego de concurrir a la escuela "por dos o tres años" viviendo
en la casa de sus hermanas, entró a los 15 años como empleado en una
tienda de yerba mate con 80 francos por mes, hasta fines de 1870, que paso a
Paraguay como empleado de una casa comercial y yerbatera de Villa Concepción,
donde estuvo hasta 1875.”
“De esa fecha data su primer negocio que estableció por cuenta propia en V.
Concepción continuó hasta fines de 1876 en que, durante la administración de
Jovellanos, se intento establecer en Paraguay con un estanco de yerba mate,
cueros y tabacos. Pero dada la situación política imperante entonces, vendió
sus existencias, permutándolas por yerba y tabaco y se traslado a Buenos Aires,
vendiéndolos a pesos moneda corriente de entonces.
Como esa moneda no circulaba más que dentro del país y no le permitía salir de
él comenzó a buscar alternativas de áreas donde se produjeran yerbas y
otras materias primas. Sabiendo por un diputado correntino que en Misiones se
le ofrecían innumerables ventajas realizó compras en remates de mercaderías
generales en las que invirtió la mayor parte de su capital y con aquéllas se
trasladó a Posadas […] Llegando a Posadas en Marzo de 1877”.
Según el mismo suplemento especial de Circa (1915) citado en Histomar.
“Simultáneamente se estableció en Villa Encarnación, siempre dedicado
especialmente a la explotación de yerba mate y madera, siguiendo en esa forma
hasta 1880, en que su capital ya ascendía a más de $ 200.000.
En 1883 hizo su primer compra de un campo en el Paraguay, poblándolo con
2.500 cabezas de vacunos. Continuó luego comprando campos a medida que crecía
su capital, esta vez la mayoría en la Prov. de Buenos Aires”
Un dato importante para los Investigadores es que la razón social de las
sucesivas empresas de Barthe se modificaron a lo largo de los años, estas
fueron “Barthe y Ayala, desde 1892 a 1894, mas tarde Barthe, Arrillaga y
Cía. desde 1894 a 1897 y por ultimo Barthe Hnos. hasta 1898 […] Las diferentes
participaciones que ha dado en sus negocios a sus colaboradores representan más
de $ 2.000.000.- de capital retirado por los mismos.” Quizás a esto último se
refería Huret cuando decía que Barthe se jactaba de “haber enriquecido á sus
colaboradores”.
Domingo Barthe: El millonario más famoso en la historia de Misiones – Parte 3
Groussac
visitó Misiones en el verano de 1912 ese es el año en que Domingo Barthe
iniciaba la construcción del Hotel, afirma una páginas más adelante en su
relato de viaje que dos de las “fabricas y casas de negocios” de las que visitó
“las de Barthe y Núñez y Gibaja, exportadoras de yerba, maderas, tabaco,
naranjas, etc. e importadoras de todas las mercaderías y artefactos europeos
[…] representan un movimiento anual de cinco o seis millones” a modo de
comparación para mejor apreciación del significado estos números que Paul
Groussac menciona como movimiento de estas dos casas de negocios, agregamos
otras líneas, del mismo autor y obra, cuando indica “el valor creciente de los
solares urbanos 20$ el m2 en el centro y 2 o 3 $ en los suburbios” es decir
cuando el metro cuadrado de terreno en el centro de la ciudad de posadas valía
la cifra hoy irrisoria de 20$ el metro cuadrado, los negocios de Barthe
se estimaban en dos o tres millones como movimiento anual, solo en Posadas, y
poseía negocios y empresas en los dos países de fronteras con Misiones. Por ej.
Domingo Barthe figura entre los socios fundadores de la cámara de comercio
Argentino – Paraguaya.
Corren muchos rumores convertidos en mitos, leyendas urbanas, fruto de la
tergiversación propia de la tradición oral quizás, se dice por ejemplo que
Barthe construyó el Hotel Palace, para albergar a los invitados del
casamiento de su hija, Anita Barthe, cuya boda se celebraría en ese sitio en
1917. Otras de las Historias más atractivas e interesantes, por la
contradicción paradojal que encierra, y que queda por investigar, es el
trascendido rumor que tuvo un hijo extramatrimonial en el Paraguay a quien
reconoció y legó su apellido e hizo estudiar en Francia donde esté conoció la
teoría Marxista y a su vuelta al Paraguay será uno de los fundadores del
Partido Comunista Paraguay, al parecer se trataría de Obdulio Barthe.
Se dice, siempre en esta misma línea de tradición oral, que Domingo Barthe donó
su casa particular al Obispado de Posadas y que colaboró con la terminación de
la construcción de la Iglesia Catedral ¿También para el casamiento de su hija?;
que donó terrenos de su propiedad para un grupo de vecinos que habían fundado
el Club Deportivo Unión, aunque esto parece estar semi-probado. En fin se dicen
muchas cosas.
Pero ¿Qué sabemos de Monsieur Dominique Barthe? Jules Huret un periodista
francés y cronista de viajes, lo conoció cuando camino a las cataratas pasó
unos días en Posadas a principios de la década de 1910, en esa ocasión lo
entrevistó dejándonos uno de los más ricos testimonios que tenemos sobre este
personaje, transcribimos aquí la cita en extenso pues casi no tiene
desperdicio.
“[El] Sr Dominique Barthe quien llegó en 1877 , sin fortuna procedente de la
región vasco – francesa, donde era un simple obrero, poseyendo hoy 35
millones de francos. Es al mismo tiempo comerciante , industrial ,
armador naviero y banquero, teniendo en el Brasil y en el Paraguay
750.000 has. de tierra de la cual una parte importante produce Yerba Mate […]
Le vi aquella noche. Es un hombre de unos cincuenta y cinco años, ágil, de
rostro enjuto, tés en carnada y de mirada clara y viva. […]le rogué me
contase algo de su pasado, y él lo hizo brevemente. A los doce años llegó a la
Argentina con un pariente, procedente de Bayona, y sin un céntimo.
Domingo Barthe: El millonario más famoso en la historia de Misiones – Parte 2
El
Vicepresidente Municipal en 1916 era Domingo Barthe. Un prospero inmigrante
francés convertido en yerbatero, ganadero, naviero, comerciante,
hotelero, banquero y gran terrateniente en Paraguay, Brasil y Argentina... El
dicho “el que mucho abarca poco aprieta” se aplica a muchos casos pero este
personaje de la historia de Misiones, sí apretaba, es la excepción a la regla.
Ese año de 1916 Domingo Barthe solo en Posadas figura como titular de varios
negocios; ningún otro nombre se repite tanto como el suyo en una guía de
comercios de la época donde podemos leer Barthe Domingo como propietario o
proveedor de muchos servicios y empresas, aun a costo de ser reiterativos
transcribiremos los que la Guía Kraft de 1916 describe de la ciudad de Posadas
al respecto;
“Acopiador Barthe Domingo […] Agentes Marítimos Barthe Domingo[…] Almacén Por
Mayor (Ramos Generales) Barthe Domingo […] Aserraderos Barthe Domingo […]
Astillero [el único] Barthe Domingo Barracas Domingo Barthe […]
Explotación Yerbatera Barthe Domingo […] Ferreterías Barthe Domingo […]
Fundiciones Barthe Domingo […] Herrerías Barthe Domingo […] Molinos Barthe
Domingo […] Particulares y Rentistas Barthe Domingo [aquí también figura Barthe
Juan][…] Sociedad de Beneficencia Presidenta Elisa Labat de Barthe[…] Tiendas
Barthe Domingo […] Vinos, Deposito de… Barthe Domingo […]
Valga la repetición, que es así de extraña como la trascribimos, pues ninguna
otra persona acumuló posesión de empresas en tantos rubros, como en este caso.
También durante la gobernación del Cnel. Gregorio López un conocido escritor
Francés naturalizado argentino: Paul Groussac, visitó Misiones y fue el mismo
gobernador quien lo alojó en la casa de gobierno, que entonces también
funcionaba como domicilio particular de quien ejerciera el ejecutivo.
Groussac nos dejo un testimonio en su publicación “El Viaje Intelectual”
de 1912, en el capítulo “Hacia Iguazú”. A poco de desembarcar en Posadas, Paul
Groussac emprende la búsqueda de albergue pero su pretensiones distan mucho de
ser satisfechas por los posaderos locales, sobre esta anécdota dejó esta
divertida postal literaria:
“Si se uniera al nombre de “Posadas” el congruente calificativo femenino,
podría achacarse el bautizo de la ciudad a sus casas de huéspedes… [pero] me
pongo a explorar los cinco o seis “hoteles” que mi cochero sucesivamente me
indica, alabándolos uno tras otro con filosófica imparcialidad, me limito a
consignar que con cada nueva parada echo de menos los atractivos de la
anterior…”
y más adelante comenta “respecto de Posadas, felizmente el remedio apetecido
está en vías de realización me han mostrado el vasto hotel de varios pisos que
el rico propietario, naviero, comerciante y yerbatero francés, Don Domingo
Barthe, está edificando…”
La más emblemática de las propiedades de Domingo Barthe, es sin duda el Hotel
Palace concluido un año después a la publicación de la Guía Kraft que citamos
anteriormente, es decir en 1917, por lo que no figura en ella. Posteriormente
cambió de Titular y Nombre, llegando a nosotros como el Hotel Savoy.
martes, 18 de febrero de 2014
Domingo Barthe: El millonario más famoso en la historia de Misiones – Parte 1
En 1916 Misiones contaba con 49.668 y Posadas con 12.624
habitantes, todavía no se había producido el importante alud de inmigrantes
pero también, gran parte de la población nativa no era contabilizada en los
censos, así entonces esta cifra como población debe ser tenida como referencia
no terminante. El gobernador del Territorio era el Cnel. Gregorio López, en
Posadas el municipio tenía como autoridad máxima al Presidente de la comisión
Municipal, este era un hombre que nos sonará conocido ya que tuvo una larga y
protagónica actividad política en nuestra provincia, se trata del Dr. Hector
Barreyro; el Director de la Escuela Normal era el famoso educador Gastón
Dachary.
Pero hoy no nos detendremos en las instituciones de poder oficial del estado y
los hombres que las gobiernan, nos detendremos en los poderosos tras
bambalinas, de aquellos que detentan el poder desde las sombra de sus
corporaciones y empresas a veces tan grades que resultan más poderosas que los
demás poderes reconocidos y “democráticos” de nuestra organización social, el
actuar de estos hombres es desde los segundos planos y ayer, como hoy, se los
reconoces como, por ej. Empresarios encumbrados, sujetos de poder económico en
la sociedad, les gusta ser llamados “Inversores” generadores de “fuentes de
empleo”…
domingo, 16 de febrero de 2014
sábado, 15 de febrero de 2014
Compuso la Marcha de San Lorenzo pero le negaron el entierro por ser negro.
Hoy puede ser negro el presidente del país más poderoso,
pero no te juegues con que el racismo desapareció o está en retroceso. Ya no es
razón suficiente para negarle el entierro en un camposanto a un negro o a un
judío, pero la discriminación se disimula de mil maneras. En todo caso,
la de San Lorenzo una de las marchas militares más famosas del mundo (o la más
famosa, directamente).
La interpretó el ejército nazi para pasar por debajo del
Arco del Triunfo y la interpretaron los aliados en desagravio cuando los
derrotaron. Pero de Cayetano Silva pocos se acuerdan y algunos preguntan porqué
algunas calles llevan su nombre. ¡Qué verguenza!
Esta es la historia y el desagravio de Alberto Moroy, en el
exacto día de su natalicio el 7 de agosto de 1868 en San Carlos, Uruguay.
¿Alguien lo recordará hoy en su ciudad natal, alguien dirá una misa pidiendo
perdón porque sus familiares debieron enterrarlo en una tumba sin nombre,
alguna colectividad tomará su vida como bandera?
http://viajes.elpais.com.uy
viernes, 14 de febrero de 2014
Los inicios de la libertad de prensa
El siglo XIX fue faccioso, de formación de las
instituciones, y resultó atravesado por una profunda tensión entre prensa y
política. En tiempos de libertades acotadas y conflictos permanentes, resultaba
limitado el accionar de un periodismo que era genéticamente un arma de la
política.
Los hechos de Mayo de 1810 imprimieron su sello al debate,
luego de siglos de vida colonial: “Los pueblos yacerán en el embrutecimiento
más vergonzoso si no se da una absoluta franquicia y libertad para hablar en
todo asunto que no se oponga en modo alguno a las verdades de nuestra santa
religión y a las determinaciones del gobierno, siempre dignas de nuestro mayor
respeto”, leemos en la Gaceta número 3, del 21 de junio de 1810. Detrás de esta
aparente contradicción (¿se debe dar “absoluta” libertad pero sin criticar al
gobierno y a la religión católica?) se esconden los desafíos de la época: el
intento de instaurar nuevas libertades y a la vez consolidar un rumbo revolucionario.
Como otros jóvenes ilustrados universitarios, Mariano Moreno (redactor de La
Gaceta de Buenos Aires) admiraba a Jean Jacques Rousseau y por eso se mandaron
a imprimir 200 ejemplares del Contrato Social para utilizarlo como libro de
texto en las escuelas primarias.
Por la Real Imprenta de los Niños Expósitos apareció una
traducción con la leyenda “se ha reimpreso en Buenos-Ayres para instrucción de
los jóvenes americanos”. Como nunca dejó Moreno de ser un devoto y un militante
de su religión, accedió a suprimir todo lo que Rousseau había escrito sobre
este tema por considerar que en esta materia el autor “deliraba”. Moreno, el
padre del periodismo argentino, censuró a Rousseau para no desentonar con su
público católico rioplatense.
La Revolución de Mayo abrió una etapa en la que aparecieron
medidas destinadas a instaurar el derecho individual, a conocer y evaluar los
actos públicos, y a proteger un espacio de mayor libertad. El 20 de abril de
1811 se dictó el primer reglamento sobre libertad de imprenta. La nueva legislación
establecía “ese precioso derecho de la naturaleza que había usurpado un
envejecido abuso de poder” y sostenía la libertad de publicar ideas sin censura
previa (antes era lo habitual), con el limite en la ofensa a derechos
particulares, la religión católica y atentar contra la tranquilidad pública o
la constitución del estado.
Por la misma época, Manuel Belgrano fue gran promotor de
ampliar y garantizar las libertades de la prensa. En el número del 11 de agosto
de 1810 del Correo de Comercio (fundado en marzo de 1810 por el creador de la
bandera), cuatro de las cinco páginas están dedicadas a un texto titulado “La
libertad de prensa es la principal base de la ilustración pública”.
Según leemos en él, la libertad de prensa es necesaria para
evitar la tiranía, para moderar la arbitrariedad y los abusos, para garantizar
la libertad civil, las instituciones públicas y para mejorar el gobierno de la
Nación. En opinión de Belgrano, la prensa tenía dos funciones: educativa y
política. Y su libertad, tres excepciones: el dogma religioso, las injurias y
la obscenidad.
La visión de Belgrano empuja al gobierno revolucionario a
defender que las ideas puedan ser expresadas libremente en la prensa, como
garantía contra los gobernantes despóticos: “los que mandan y mandaren, no sólo
se preocuparán mandar bien, sino que aspirarán a la perfección en lo posible,
sabiendo que cualquiera tiene facultad de hablar y escribir”.
En nombre del orden público, el estado en formación buscó
consolidar derechos individuales y crear canales para comunicar las luces, pero
a la vez controló esos nuevos espacios. El 23 de noviembre de 1811se sancionó
un decreto de seguridad individual para garantizar la protección de la vida, el
honor, la libertad y el derecho a la propiedad. Es decir, el gobierno
revolucionario abrió la libertad pero a su vez la restringió a estrechos
límites.
Por Diego Valenzuela
*Periodista e historiador / @dievalen
martes, 11 de febrero de 2014
La marcha de San Lorenzo
Fue compuesta por Silva para dedicársela al Coronel Pablo
Ricchieri, Ministro de Guerra de Argentina el 8 de julio de 1901,el
Ministro agradeció el homenaje pero le pidió que le cambiara el título por
“Combate San Lorenzo”, lugar donde él había nacido y escenario de la
contienda que el General San Martín llevó a cabo en territorio
argentino contra los realistas.
El 30 de octubre de 1902 la marcha fue designada
Marcha oficial del Ejército Argentino. Dos días después Silva vuelve a
ejecutarla al inaugurarse el monumento al General San Martín en la ciudad de
Santa Fe (Arg.), con asistencia del presidente Julio Argentino Roca y el
Ministro Ricchieri.
http://viajes.elpais.com.uy
sábado, 8 de febrero de 2014
"LOS DECADENTES BORBONES" - Parte 2
Fue este rey quien realizó una profunda
transformación en la administración de las colonias, desde luego procurando
obtener mayores beneficios para la metrópolis. A su muerte lo sucedió si hijo
Carlos IV, quien tuvo una acción de gobierno y personal francamente
desastrosa. Desacreditado por mérito propio, en toda Madrid y desde luego
en toda España, se comentaban los engaños de la reina Luisa, con el valido
Manuel Godoy, atribuyéndosele incluso a este, la paternidad de al menos dos
hijos del matrimonio real. No se me acuse de fanático si digo, que la medida
mas positiva del gobierno de Carlos IV, fue la designación de Manuel Belgrano
como Secretario a Perpetuidad del Consulado de Buenos Aires. Su
lastimosa política frente a Francia, y en particular con Bonaparte, mas los
escándalos familiares comentados, motivaron que su hijo se pusiese al frente de
un movimiento para su reemplazo, lo que se conoció como el “motín de Aranjuez”
de 1808. En esa fecha abdicó a favor de Fernando VII, el cual a su vez tuvo que
entregar la corona a Napoleón en la llamada "farsa de Bayona", y de
allí el reinado de José Bonaparte, hermano del emperador francés.
En 1814, liberada España del yugo franco, Fernando
VII volvió al trono. El tinte de su gobierno, fue el de un absolutista cerril,
al que los liberales tuvieron que enfrentar con resultados favorables
pero momentáneos, porque ni bien el monarca recuperaba fuerzas, retornaba
a su sendero absolutista. Pero digamos, que las colonias americanas se
perdieron para España, entre el reinado de su padre Carlos IV, el interregno
francés a cargo de José Bonaparte y luego la restauración de Fernando
VII.
A su muerte, fue sucedido por su hija Isabel II, la que por
ser menor al momento de fallecer su padre, habilitó que gobernasen hasta su
adultez una serie de regentes influenciados por su madre, la que debió vivir en
un momento dado, en el exilio en razón de las divisiones, enfrentamientos y
enemigos que se había granjeado. Además, las finanzas españolas en este tiempo,
desmejoraron sustancialmente, sobre todo los primeros años, en la guerra civil
de sucesión de Fernando VII conocida como segunda guerra "carlista",
ya que el enfrentamiento era entre los "isabelinos" que sostenían a
la infanta hija de Fernando, frente al hermano de este Don Carlos que reclama
el trono para sí. Fernando antes de morir, había derogado la Ley Sálica que
impedía que una mujer reine España, a los efectos de que le suceda su hija
Isabel.
Pero retornemos a Fernando VII. En su gobierno se
declaró la independencia de la mayor parte de las colonias americanas,
Argentina, Chile, Perú, Bolivia etc. . Al momento de retornar al trono después
del alejamiento obligado, por su detención por Bonaparte, (1808 – 1814),
derogó la Constitución de Cadiz de 1812 de carácter liberal y democrático,
(establecía una monarquía constitucional), restaurando el viejo régimen
del poder absoluto monárquico. Luego cuando en 1820, el movimiento de los
liberales le obliga a poner en vigencia la constitución de 1812, con el fin de
aplacar los ánimos acepta el reclamo de estos, (Trienio liberal), hasta que en
1823 mediante una alianza con Napoleón II de Francia, logra que este ordene al
duque de Angulema al mando de los “cien mil hijos de San Luis”, a que invadan
España y eliminar la presión liberal al gobierno fernandino, restaurando el
poder absoluto de este.
Ochenta años después, luego de la prudente gestión
de Alfonso XII, Alfonso XIII de Borbón, apoyaría la dictadura de Miguel
Primo de Rivera (1923-1930), terminando este reinado en su fuga y exilio
(1930), dando pasó así a la Segunda República, la que a su vez culminaría en la
sangrienta guerra civil de 1936 a 1939. Y de ahí pasamos a don Juan Carlos,
hombre que si bien fue solidario con el proceso democrático español y
sudamericano, no hizo esta gestión gratis. Son innumerables los negocios y
negociados en los que ha participado y asimismo su hija, la Infanta
Cristina, que junto a su marido se encuentran procesados por lavado de
dinero y evasión fiscal.
por Luis Horacio Yanicelli
"LOS DECADENTES BORBONES" - Parte 1
A decir verdad, salvo Carlos III, los miembros de la
dinastía borbónica que han reinado en España han sido contrarios al
progreso y el engrandecimiento de esta.
La casa de Borbón llega al trono español, en
medio de una crisis muy profunda de España que venía de un reinado vacío como
fue el caso de los tiempos de Carlos II, el último de los “Austrias”, llamado
el “Hechizado”, o también el “Rey pasmado”. Un trágico personaje cuyo
reinado fueuna variación constante de funcionarios, que por la incapacidad del
monarca, fueron sucediéndose en el gobierno. Carlos II murió sin dejar sucesor
lo que generó una crisis tremenda, ya que se disputaron el trono dos casas, la
francesa de los Borbones liderada por Luis XIV y la austríaca cuyo líder era el
Emperador Leopoldo I. El primero propiciaba a su nieto Felipe de Anjou y el
segundo a su hijo el archiduque Carlos.
En consecuencia fue Felipe V el que inauguró la
dinastía de los borbones españoles, quien cuando asumió recibió la llamarada de
una guerra civil teniendo que enfrentar al partido de los “austracistas”, que
se oponían fervientemente, junto a las otras potencias europeas (Inglaterra,
Holanda, Austria), a que el nieto del rey francés Luis XIV, gobernara España.
Sostenían estos últimos, que las ambiciones del monarca de París, se habían
posado sobre la península y sobre los dominios de ultramar, las colonias americanas.
Y por cierto que razón tenían. Pero, la llamada “guerra de sucesión”, concluyó
en 1713, con la Paz de Utrecht que consolidó interna e internacionalmente a
Felipe V rey de la España y sus colonias.
Luego en 1724, Felipe V, abdicó a favor de
su hijo quien asumió el trono como Luis I, pero este a su vez, falleció a los
ocho meses, y en consecuencia Felipe debió, con sus achaques volver al trono
por 22 años, hasta que en 1746 asumió Fernando VI, el que no dejó
descendencia y por lo tanto a su muerte en 1759, fue reemplazado por su medio
hermano Carlos III, hasta ese entonces rey de Nápoles.
miércoles, 5 de febrero de 2014
domingo, 2 de febrero de 2014
Riachuelo, antes de la contaminación – Parte 2
La
geografía determinó que el Riachuelo fuera el puerto natural de Buenos Aires.
Hace más de dos siglos no desembocaba donde lo hace ahora, sino más cerca de la
Plaza de Mayo. Es que se trata de barros, tierras móviles (lo que en inglés se
llama wetland), donde la geografía cambia, y es complicado que algo sea
permanente.
Resulta
hoy llamativo recordar que se llegó a imaginar al Riachuelo, no sólo como sede
del puerto de la ciudad, sino también como un bello paseo al estilo de los ríos
de las ciudades europeas. La historiadora urbana Graciela Silvestre descubrió
varios proyectos que proponían una especie de canal, de paseo, que uniera la
zona que hoy es de Puerto Madero, con el Riachuelo y se cerrara por el
Maldonado. ¿Imaginan una Buenos Aires transitada por ríos amigables?
Se pensó
en el Riachuelo como paseo turístico, es cierto, pero también en eje de
actividades industriales, porque los saladeros ya estaban del lado de la actual
provincia de Buenos Aires. Aquel Riachuelo no dividía como divide ahora, que es
casi como una frontera infranqueable entre Provincia y Capital. Ir de un lado
al otro era algo cotidiano y hasta natural: se vivía de un lado, se trabajaba
del otro.
La
orilla provincial fue el lugar preferido para poner industrias, desde mediados
del siglo XIX (las industrias cárnicas, por ejemplo). Los controles eran muy
vagos, y el Riachuelo terminó siendo un depósito de desechos industriales. Ahí
se observa el inicio de un devenir que llevó a un presente sombrío pero que,
gracias al interés de la Corte Suprema y al compromiso de los gobiernos de la
Cuenca, puede estar en vías de reversión.
Por
Diego Valenzuela
*Periodista
e historiador / @dievalen
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