Al parecer se metió de lleno en el rubro de la navegación, en el que ya se
había iniciado años antes, en “1887 [cuando] compró los primeros buques de la
Sociedad Anónima Alto Paraná y en 1893 mandó a construir el primer vapor,
continuando en este orden de propósito hasta invertir la suma de 2.000.000.- de
pesos. [en 1915] esa flota [estaba] compuesta por 25 buques de diferentes
tonelajes, que suman en conjunto 5.000 toneladas de registro, teniendo
establecidos servicios regulares de paquetes entre el puerto de Buenos Aires y
Asunción, Buenos Aires y Posadas hasta Iguazú, embarcaciones que hacen la
navegación de los ríos Paraná, Paraguay y Alto Paraná. (Suplemento Circa, 1915).
Como ya vimos en la guía Kraf, el Suplemento Circa también menciona para 1915
posesiones de Barthe en Posadas “en el puerto […] un taller mecánico y varadero
para construcción y reparación de buques y aserradero de maderas y donde
encuentran ocupación permanente más de 200 obreros; en ese establecimiento se
construyen vapores y buques para la navegación local.”
Que Barthe era millonario, no queda ninguna duda, tenía su propio código
Postal, “3304 - Domingo Barthe” y uno de sus establecimientos tenía uno propio
También, “3374 - El Porvenir”; pero ¿Comó enriqueció tanto? El comercio
con la Yerba en Concepción Paraguay justo después de culminada la Guerra de la
Triple Alianza fue rentable pero ya bajo la administración de Salvador
Jovellanos la política económica cambió aunque solo levemente y Barthe
decidió buscar mercados de materias primas aun más convenientes.
En esa época gobernaba Misiones Rudecindo Roca y como dice el refrán “donde el
abate juega a las cartas… ¿Qué harán los monjes?” y Rudecindo tenía aquí la
industria, la más grande de la provincia, un establecimiento azucarero,
construido y mantenido con el trabajo semi esclavo de indios raptados de sus
tierras en el sur “por el pecado de defenderlas…” y como “prisioneros de
guerras” e “infieles” el deber del estado era civilizarlos… Rudecindo decidió
civilizarlos en su establecimiento, empleándoles en el trabajo de cultivar,
cosechar, y elaborar la caña de azúcar, pagándoles migajas, descontándoles la
comida, prohibiéndoles salir del establecimiento, y embruteciéndoles con
el alcohol.
El establecimiento del Gral. Rudecindo Roca se fundó en 1884 y la práctica de
tomar trabajadores y descontarle de su salario comidas vestimentas y
herramientas se extendió desde entonces dando lugar al desarrollo de una de los
tristemente célebres sistemas de explotación de la región, cuyo eslabón más
débil en la cadena productiva es conocido como “el mensú” un peón rural de
extrema precarización laboral en los Yerbales y Obrajes Madereros, Barthe
“contrató” o “conchabó” a mensús por cientos sino miles a lo largo de los años.
Traemos aquí la historia de algunos de estos “mensús”, muestra las condiciones
de trabajo en las que eran sometidos, es un extracto de una nota publicada en
el diario LA PRENSA:
“Una tarde vimos, desde la borda, que un hombre y un niño abrían los
brazos demandando auxilio desde la costa argentina. El barco ancló y en un bote
se les trajo a bordo. Estaban macilentos y débiles. Tenían el rostro, los
brazos y los pies picoteados por sabandijas de la selva. Durante 15 días habían
alimentándose con yerbas del bosque y apenas habían podido llegar a la costa[…]
nos refirieron su triste situación. Trabajaban en un obraje como “mensús”. Los
“mensús” son los esclavos del Alto Paraná […] y en el trabajo hacía tiempo que
rendían energías al patrón, pero nunca podían saldar la cuenta con su labor. Un
día reclamaron su libertad para marcharse y fueron azotados. ¿Qué hacer entonces?
Fugaron y se internaron en el bosque enmarañado y solitario. Se alimentaron en
nuestra presencia y creían estar a salvados. Horas más tarde, presenciamos un
cuadro que nos desgarró el corazón. Aguas abajo venia una embarcación y
el capitán ordenó ciertos toque convenidos ambas embarcaciones echaron anclas y
se operó el trasbordo de nuestros asilados al vapor “Edelira” del Sr. Domingo
Barthe. –¿Dónde los llevan? Preguntamos con ansiedad. –Nuevamente al obraje, se
nos contestó.”
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