En 1780, el 22 de marzo, nace en Buenos
Aires, José Matías Zapiola, hijo de Manuel Joaquín de Zapiola y de
doña María Encarnación de Lezica y Alquiza.
Fue enviado por su padre a cursar los estudios militares a España, norma común
en aquella época donde los hijos seguían los estudios que le permitieran seguir
la tradición familiar y en este caso el oficio del padre, en 1796 egresa de la
Escuela Naval de España, y recién en 1805 es enviado al Río de la Plata ,
tomando servicio en la guarnición naval de Montevideo, y como se hacia en forma
regular, estando su familia viviendo en Buenos Aires, es trasladado a esta
plaza a rendir servicios a su majestad.
Producida la toma de Buenos Aires en 1806, lucha por recuperar del yugo ingles
la ciudad de Buenos Aires, a la que defiende en 1807, luchando en la defensa de
esta plaza, casi pierde la vida en uno de los tantos actos heroicos de aquella
jornada.
En 1810, cumplía la función de jefe del Puerto de Buenos Aires, como nativo de
este suelo, apoya la Revolución de Mayo, teniendo como consecuencia que
fuera dado de baja de la Armada Española, es arrestado en Montevideo y enviado
a España prisionero, en Cádiz se une a José de San Martín y Carlos María de
Alvear, con quienes viaja a Londres primero, y en 1812 en compañía de ellos, se
embarca en la fragata “George Canning”, para llegar a su tierra natal y luchar
por la independencia de esta.
Colaboró para establecer la Logia Lautaro, de la cual fue el primer secretario.
Ayudo en la formación del Regimiento de Granaderos a Caballo, siendo jefe de
batallón del mismo
Al mando del Regimiento de Granaderos a Caballo, los llevo a Mendoza, para con
ellos reforzar el Ejercito de los Andes, en Chile no solo se destaca por su
campaña a las órdenes de San Martín y Balcarce, el mismo comanda la segunda
campaña del sur de Chile, donde fue ascendido a General.
En 1819 regresa a Buenos Aires y se incorpora a la marina de guerra, y a
la muerte de su comandante Ángel Hubac, es nombrado comandante de la escuadra
fluvial de Buenos Aires, participando en diversos hechos de guerra.
En 1822, pide la baja de la Marina de Guerra, le es otorgada en merito a los
múltiples servicios brindados a la causa de la independencia. Es este punto
donde su vida cambiara para siempre, se enamora de los campos de la pampa
bonaerense y haciendo uso de la ley de enfiteusis, consigue se le otorguen
campos a su favor.
Aunque la vida pública no podía prescindir de él, organiza la flota que sirve
en la guerra con el Brasil, para entregarle el mando Guillermo Brown.
En 1828 vuelve nuevamente a la vida pública, siendo nombrado jefe del
Departamento de Marina, pero al finalizar el gobierno del general Juan Lavalle,
deja el cargo.
Desde aquí hasta la caída de Rosas en 1852, serán sus actividades
exclusivamente rurales, instalándose en el pueblo de San Antonio de Areco, en
el solar de la calle Segundo Sombra que hoy ocupan los números 423 y 429,
figurando en los padrones de la época y en los informes que periódicamente
enviaban los Jueces de Paz, a Juan Manuel de Rosas, como hombre público
durante el gobierno de Lavalle, con el se hará permanente una amistad, que no
descarta su presencia en el pronunciamiento de San Andrés de Giles.
Por esa razón, apenas caído Rosas, vuelve a los cargos públicos, ese año fue
comandante de marina y ministro de Guerra y Marina en el gabinete del
gobernador Valentín Alsina, permaneció en distintos cargos públicos hasta la
batalla de Cepeda (1859), retirándose en forma definitiva ese año, de toda
actividad pública.
En los años posteriores Bartolomé Mitre, tuvo un testigo de lujo de los hechos
anteriores y posteriores a la Revolución de Mayo, la campaña de San Martín y
siendo el único que hablo de la Logia Lautaro, su formación, sus miembros y sus
alcances, dentro y fuera del país.
Murió a los 94 años de edad en junio de 1874, en su ciudad natal.
Juan Aurelio LUCERO. Investigador de la Historia y escritor de Areco
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