lunes, 26 de noviembre de 2018

BATALLA DE LA TABLADA - 22 de junio de 1829 - Parte 8


A pesar de todo, la situación continúa siendo desesperante, y ahora todo depende de lo que disponga Facundo. Si su maniobra prosigue con la rapidez y con la audacia inicial, Paz está perdido. Pero Facundo vacila. ¿Por qué? Nadie lo sabe; nadie puede ni podrá explicarse jamás por qué se detiene el hombre que termina de ensayar una de las maniobras militares más audaces de su tiempo. El propio Paz permanece atónito ante aquella vacilación, en la que estriba su única posibilidad de salvación:

"El enemigo, contra lo que se temía, hizo alto en la cresta de la altura, después de haber dispersado y puesto en desorden nuestra retaguardia, sin que nuestra artillería, que se hallaba al pie de la pendiente, pudiese hacer fuego desde esta ventajosa posición. El comandante de ella la creyó en tanto peligro que llegó a mandar clavar algunas piezas, que creyó a punto de perderse. La demora del enemigo nos dio tiempo a combinar mejor nuestros medios. Hasta ahora me es difícil explicarme por qué el arrojo sin igual con que el general Quiroga había conducido su atrevida operación, le faltó en aquel momento. Sea que no quisiese dejar la posición, sea que esperase que fuese más claro el día, sin lo cual hubiese sido nuestra situación más crítica de lo que era ya. Hubo momentos en que creí que se escapaba la Victoria de nuestras manos tan inesperado había sido el ataque y tan atrevido su movimiento".

Pero, por una o por otra causa, la verdad es que Facundo vacila en el momento en que tiene que dar más resueltamente el golpe, y que un instante después, cuando quiere intentarlo, ya es tarde, porque el enemigo lo está contraatacando con fuerzas más considerables, desaparecido el peligro de que lo arrollen en el desfiladero.

Cuando las tropas del general Paz ocupan algunas alturas en los bordes del desfiladero, sin que Quiroga advierta que lo hacen, "colocadas las fuerzas en un terreno igual, se traba el más reñido combate. El fuego es vigorosamente sostenido por ambas partes".

La forma en que se suceden las descargas de artillería y fusilería es tal, que el propio Paz tiene que admitir que es "uno de los fuegos mejor alimentados que he presenciado, atendido el número de los contendores".


No hay comentarios.:

Publicar un comentario