De paso por Buenos Aires, mientras planeaba encaminarse de
regreso a Francia, lo tentaron con la Dirección de Parques y Paseos Públicos de
la ciudad. Explicó que sólo lo haría si ganaba un concurso público, que a su
pedido se realizó, y que él ganó con un proyecto completo de desarrollo
paisajístico urbano. ¿Su plan? Convertir los bosques de Palermo en una suerte
de Bois de Boulogne porteño (y lo logró: tan eficaz fue su intervención que,
apenas concluyó su proyecto, el paseo por Palermo reemplazó a la Alameda como
ocio favorito de la gente elegante, como señala Leandro Losada en Historia de
las elites en la Argentina); poblar Buenos Aires de un sistema de pequeñas
plazas barriales (que funcionaran para esparcimiento de los vecinos) y algunos
grandes parques (que, además de convertirse en grandes puntos de encuentro,
funcionaran de pulmones para la ciudad); no dejar calles sin árboles ni árboles
sin flores. Hacer, de la ciudad, una suerte de jardín moderno.
Por todo eso insiste Berjman con que el homenaje a Thays
puede servir para, además de recuperar parte del patrimonio urbano y nacional,
comprender cómo se llega a este paisaje. “Es para que los vecinos de la ciudad
de Buenos Aires se den cuenta de que viven en una ciudad que es así porque hace
120 años acá vivió un señor que se llamó Thays y que pensó cómo iba a ser la
ciudad 120 años después.
Porque lo que tiene el paisajismo, a diferencia de
todas las otras artes, es la dimensión del tiempo: el paisajista tiene que
tener una visión prospectiva del futuro y decir ‘a ver, estoy plantando un
arbolito que tiene 30
centímetros , ¿cómo va a ser esto dentro de 20, 40, 60,
80, 100, 200 años?’ Los parques de Thays toda la vida han sido casi perfectos,
porque él tuvo esa visión de cómo poner las plantas. ¿Qué recuerda de uno de
los picaditos de la infancia? ¿Del noviazgo adolescente en una plaza? ¿Del
jardín de la escuela? ¿De haber ido a tomar un helado al parque? Toda nuestra
vida se desarrolla en torno de los parques. El jardín es el origen de la
humanidad. Adán y Eva vivían en un jardín, en un paraíso del que los
expulsaron. Entonces el ser humano tiene esa culpa original, rehace jardines
para tratar de mitigarla.”
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