Pedido cumplido
Finalmente fueron dos las empresas que decidieron llevar sus
rieles hasta la villa: la “Cía. de Tramways Anglo Argentina” y la tradicional
“Cía. de Tramways Lacroze de Buenos Aires Ltda.”, ambas con idéntico destino
pero por distintas vías: la primera por Alvarez Thomas y la segunda por
Triunvirato. Ambas tuvieron que salvar inconvenientes para alcanzar su destino,
surgidos tanto por el trazado como por el cruce de las vías férreas, pero
finalmente en 1909 el tranvía llegó a Villa Urquiza.
El Lacroze, como se dijo, lo hizo por Triunvirato desde
Chacarita y llegó hasta Monroe a principios de agosto de 1909 para, una vez
terminados trabajos pendientes, alcanzar su terminal en la Plaza Echeverría -al
otro lado de las vías- y, luego de contornearla, retornar “a la ciudad” por el
mismo camino. El Anglo vino avanzando por Alvarez Thomas, tomaba Acha casi de
chanfle hasta cruzar las vías y girar en Bebedero hasta Aizpurúa, donde
terminaba. Ambos servicios eran radiales, vale decir que se dirigían directamente
al centro. Luego el Anglo tendió otra línea desde la estación Belgrano “C” del
entonces Ferrocarril Central Argentino que, en busca de Villa Devoto, cruzó
transversalmente a éstas, intercomunicando en su derrotero a Devoto con Villa
Pueyrredón, Villa Urquiza, el incipiente Coghlan y Belgrano. Así quedó
definitivamente trazada la red tranviaria urquicense, compuesta de la siguiente
manera:
Compañía Lacroze
Triunvirato (ida y vuelta), Bebedero, Capdevila, Nahuel
Huapí, Bucarelli y, cerrando el “loop”, Bebedero y nuevamente Triunvirato. Este
circuito era recorrido por las líneas 6, 7, 15 y 22. Las dos primeras en
realidad eran la misma, pero con la característica de que la 7 corría entre las
4.10 y las 0.30 (1937) y la 6 desde las 20.20 hasta las 3.46, vale decir que
esta última le hacía el servicio nocturno al 7 aunque haciendo punta de rieles
en Monroe, donde cortaba sin llegar a la Plaza Echeverría. Este 7 fue el primer
tranvía de Villa Urquiza que, dicho sea de paso, no tuvo tranvías a caballo. Vinieron
luego dos líneas nuevas de esta empresa: la 22, que unía al barrio además de
Chacarita con Almagro, Boedo y Plaza Constitución. Cuando Lacroze construyó el
puente de Ciudad de la Paz para sortear las vías del F.C.C.A. en 1918 creó un
nuevo recorrido: Plaza Italia-Villa Urquiza (vía Colegiales, Chacarita) con el
número 15.
Una característica de esta compañía fue que en un principio
no numeraba las líneas, utilizando en su reemplazo el indicador de destino
sobre el parabrisas del motorman, y que sus tableros de recorrido (colocados
debajo de dicho parabrisas) lucían como fondo los colores de banderas de
distintos países. Por ejemplo: el 6 y el 7, como es lógico, eran iguales: ida
belga, vuelta amarilla (cuando decimos ida, es hacia Villa
Urquiza y vuelta, desde Villa Urquiza); el 15: ida italiana,
vuelta norteamericana; y el 22: ida argentina, vuelta monegasca.
Esto permitía
reconocerlos a aquellos que no sabían leer. Por la noche estas claves eran
complementadas por una de colores en los sendos farolitos ubicados a cada lado
de la visera del coche. Para los nuestros eran 6 y 7, colorado y verde; 15,
amarillo y colorado; y 22, blanco y verde. Cuando la empresa decidió introducir
la numeración la incorporó en el costado izquierdo del tablero de recorrido y
permanecieron igual los sistemas anteriores, que permitían reconocerlos a la
distancia día y noche.
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