–¿Usted ya había leído algo sobre la guerra?
–No, muy poco. Cuando volví a Buenos Aires empecé a leer.
Lo que había eran puros elogios del papel civilizador de la Argentina. Me fui
desasnando y fui construyendo mi libro, donde hablo del "gran
negocio" de los proveedores de los tres ejércitos aliados: Argentina, Brasil
y Uruguay. Porque los soldados tenían que comer todos los días, reponer los
zapatos, los uniformes, las armas. Fue un negocio fabuloso.
–Es por eso que usted prefiere llamarla "guerra de la
triple infamia", en lugar de Triple Alianza.
–Creo que quien la llamo así por primera vez fue Galasso.
Y es correcto. El embajador inglés en Buenos Aires participaba de las reuniones
del gabinete de Mitre. Fue una guerra infame por donde se la mire.
–¿Cuál fue el rol de Mitre?
–Mitre fue el más lúcido y culto representante de la
oligarquía mercantil de la provincia de Buenos Aires. Es Mitre el que arma la
estrategia para extender la dominación de esa oligarquía sobre el conjunto del
territorio nacional. En 1861, Urquiza le regala la batalla de Pavón, y ahí se
dan las condiciones para que se invadan los 14 ranchos, para tratarlos como una
conquista e incendiar pueblos. Ese es el momento de extender la dominación al
interior, en alianza con la oligarquía azucarera de Tucumán.
–¿Y la Guerra del Paraguay fue la forma de consolidar esa
expansión?
–Es un episodio indispensable. En primer lugar, para
derribar al gobierno blanco uruguayo, con el cual Mitre no profesaba ninguna
simpatía. Mitre intentaba consolidar un poder interior y para eso debía impedir
que algún poder exterior pudiese servir a sus enemigos.
–Todavía hoy se relativiza el rol de Gran Bretaña en esta
guerra, pero para usted el papel británico fue clave. ¿Por qué?
–Porque Paraguay no sólo era enemigo de Mitre, sino que
también era un modelo antiliberal. Como tenía total autonomía y una
participación estatal fuerte, constituía una afrenta a las ideas liberales de
la época. Paraguay estaba inserto en un contexto mundial. Había una gran
potencia central, Gran Bretaña, que organizaba el planeta en función de crear
las condiciones para la penetración del capital para hacerse de materias primas
y alimentos. Era una potencia que estaba configurando el globo para poder
ingresar libremente, sin regulaciones que obstruyeran sus intereses. Además
están los empréstitos británicos, que ocurren previos a la guerra, durante y
después, y permitieron que la guerra dure mucho más de lo que habría durado.
Porque ni los recursos de Brasil, y mucho menos los de Argentina, permitían
aguantar cinco años de guerra. La guerra del Paraguay es una forma, entonces,
de integrar a un país con desarrollo autónomo como el paraguayo al mercado
mundial. Si hay historiadores que ignoran esto, es por mala fe.
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