Dirigente autorizado de partido sin ser agitador, con su
característica serenidad, era capaz de sentir fuertes y nobles pasiones en
busca de la unidad. Elaboró trabajosamente la unidad espiritual de nuestro
pueblo para llegar a la Organización Nacional y para poder tallar su
trayectoria, libró ásperas peleas cívicas en la prensa, el congreso y en la
tribuna popular.
En la Cámara Nacional cobró protagonismo y gravitación. Era
un trabajador activísimo que vivía la preocupación constante del bien público.
Participaba en las comisiones internas, en el recinto, abordaba diversos
asuntos, además de dilucidar complejas cuestiones doctrinarias.
Como buen demócrata, la veracidad en el sufragio tuvo en él
un franco iniciador para purificar el comicio y el voto libremente emitido,
como única forma de garantizar el origen popular del gobierno y asegurar el
orden social.
Los problemas económico - financieros no estuvieron ajenos a
su labor, apareciendo por primera vez en el país la legislación de tierras.
Otros aspectos que desarrolló fue la protección para la radicación de
industrias nacionales, favoreciéndolas con la disminución de derechos
aduaneros.
Proyecto la primera ley de patentes de invención, defendió
el plan por el cual Buenos Aires tiene obras de salubridad, combatió los
empréstitos extranjeros por considerarlos negativos para los intereses nacionales.
Equipó al Ejercito Nacional de buen material de artillería
para asegurar una paz con Chile por desinteligencias limítrofes. Siguiendo con
el tema de nuestras relaciones internacionales, creció su gravitación política
por un triunfo parlamentario, el que a través de un concienzudo discurso
rechazando un convenio donde se cedían derechos inalienables de la Nación,
mereció el apoyo de la opinión pública y el aplauso de la prensa.
En la plenitud de su sobresaliente actuación política,
obtuvo por su elección de Diputado por Buenos Aires, la posibilidad de estar en
el Congreso de la Nación, triunfando por abrumadora mayoría sobre Mitre y
Bernardo de Irigoyen. Casi simultáneamente fue elegido miembro de la Convención
Constituyente que reformó la Carta Magna de la Provincia en 1870 y de la
Constitución Nacional en 1898, circunstancia que lo llevó a estar junto a Vélez
Sarfield y Vicente Fidel López (indiscutidos maestros del derecho argentino),
resultando un notable colaborador en todas las reformas orgánicas debatidas.
Este desempeño, lo erigió en prohombre de la República.
Suscitar y concentrar todas las simpatías y voluntades, aunque no por eso dejó
de tener resistencias de algunos dirigentes que pronto mostraron sus
incompatibilidades en los sucesos revolucionarios del año 1874.
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