La batalla de Huaqui o Guaqui, conocida también como batalla del Desaguadero o Yuraicoragua, marcó el fin de la primera campaña militar al Alto Perú por parte de la Junta de Gobierno de Buenos Aires.
Ocurrida el 20 de junio de 1811 entre las tropas comandadas por el General Antonio González Balcarce y las tropas realistas del virreinato español del Perú al mando del General José Manuel Goyeneche.
Los antecedentes de la terrible derrota sufrida en el Desaguadero arrancan muy lejos, en Buenos Aires, el 14 de junio de 1810 cuando la Junta de Gobierno comisiona al vocal Juan José Castelli a la formación de un Ejército para hacer frente a insurgentes levantados en Córdoba en contra de la revolución a las órdenes del ex virrey Dn. Santiago de Liniers.
La Junta comenzó una colecta en Buenos Aires para pertrechar a la expedición y se reunió un ejército de 1.150 hombres, al que se les dio una formación apresurada y partió de la capital del ex virreinato el 6 de julio de 1810 al mando del coronel Francisco Ortiz de Ocampo, secundado por el teniente coronel Antonio González Balcarce, el cual no contaba con experiencia alguna para tamaña empresa, e imbuidos de aires surgidos de la misma revolución francesa llevaban consigo un comisionado político: Hipólito Vieytes y un auditor, Feliciano Chiclana que se incorporó más tarde y que luego fuera nombrado gobernador intendente de Salta del Tucumán.
El mando militar estaba sujeto al político y éste a la Junta a través de la Secretaría de Guerra que ocupaba Mariano Moreno.
Esta fuerza expedicionaria, primera en acción militar de la incipiente revolución, en el transcurso de su infructuosa aventura cometió innumerables errores y excesos, en su mayoría a causa de la inexperiencia pero, y sin lugar a dudas, por la soberbia propia de los inseguros que creen ser mejores porque son originarios de tal o cual parte.
El primer acto desbordado de la fuerza expedicionaria es, como todos sabemos, el fusilamiento de Liniers junto con el gobernador de Córdoba del Tucumán, Juan Gutiérrez de la Concha, el teniente gobernador Victorio Rodríguez, Santiago Alejo de Allende y Joaquín Moreno, el 26 de agosto en Cabeza de Tigre.
Luego de este acto reprochable y con cambios en el mando, el ejército siguió su curso hacia el norte. Paso a paso iban engrosándose sus filas con hombres idealistas imbuidos de los aires de libertad. En Santiago del Estero se formó un Batallón de Patricios Santiagueños comandados por el Coronel Juan Francisco Borges. En Salta y Jujuy gauchos aguerridos y conocedores del terreno a las órdenes de Martín Miguel de Güemes. Luego en Tarija se sumarían los caudillos Mendez y Arraya.
Cotagaita, primera acción
El primero en entrar en suelo enemigo fue el mismo Martín Miguel de Güemes comandando tropas de Salta y Jujuy, es así como el 3 de setiembre toma un pequeño campamento realista donde se apodera de valiosa información como el sitio de la vanguardia enemiga, órdenes, armas y fuerzas que aglomeraban los del rey. (Archivo General de Nación - Sección Trelles p.56). Llegado el Ejército Expedicionario a las órdenes del General González Balcarce se incorporó Güemes con su partida de observación.
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