
La historia es la única rama del conocimiento que nos puede decir qué fuimos en el pasado, qué somos en el presente y qué seremos en el futuro.
lunes, 30 de noviembre de 2009
Firma del Tratado

domingo, 29 de noviembre de 2009
Tratado de paz y amistad ....
El plebiscito que evitó la guerra con Chile - parte 2
La decisión ya estaba tomada y el propio presidente la respaldaba. “El gran argumento de Alfonsín era: ‘Este es un problema territorial, no una ley más. Hoy, la podríamos sostener pero es un tema que si no lo cerramos con la voluntad explícita de la opinión pública, se va a volver a abrir dentro de uno o dos años. Queremos sellarlo definitivamente’”, recuerda el ex canciller.
El acuerdo de paz. Cuatro días después de la victoria, los cancilleres Dante Caputo y Jaime del Valle firmaron el Tratado de Paz y Amistad en el Vaticano, ya que Alfonsín no quería juntarse con Augusto Pinochet debido a las diferencias políticas que los separaban. “Estaba fuera de cuestión que Alfonsín se cruzara con Pinochet”, señala el ex titular del Palacio San Martín.
Sin embargo, los problemas para el Gobierno no terminaron ahí, ya que el acuerdo debía ser refrendado por el Congreso para que entrara en vigencia, una tarea que no le sería nada fácil y que tendría al país nuevamente en vilo.
“Era un voto en contra del gobierno, pero si usted es político y se supone que mide las repercusiones de sus acciones, sabe que cerrar el camino a la paz conquistada, a la solución lograda, reabre la posibilidad de un conflicto bélico. La apuesta no era favorecer o destruir un gobierno - señala Caputo -. ¿Qué político puede ignorar que lo que estábamos jugando era la guerra o la paz? ¿Cómo no llegamos a tener diálogo para generar un consenso básico de gobierno sobre nada menos que un tema de esa inmensidad?”.
“El voto en contra era en favor de otra cosa, prefiero no decir que a favor de la guerra. ¿Cómo el cincuenta por ciento de un Senado puede votar por el No en un país que estaba reconstruyendo su democracia luego de tanta dictadura, la unidad nacional después de tanta muerte y desaparición, y la paz luego de la guerra? – concluye el ex canciller -. Es notable que no haya juicio histórico sobre ese No, es una de las tantas cosas sobre las que no hay memoria en la Argentina”.
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El plebiscito que evitó la guerra con Chile - parte 1

Raúl Alfonsín buscó el aval de los ciudadanos al acuerdo de paz con Chile, por el diferendo sobre el Canal de Beagle y las islas Picton, Nueva y Lennox. PERFIL revela por primera vez los entretelones más dramáticos de las febriles negociaciones que evitaron a último momento una guerra de imprevisibles consecuencias. La mediación papal, las amenazas de los militares “duros” , la idea de Galtieri de atacar Chile después de una hipotética victoria en Malvinas y el agónico voto en el Senado, contado por los protagonistas.
Por Hernán Dobry
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Cronología del conflicto de Argentina y Chile - parte 2
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Cronología del conflicto de Argentina y Chile - parte 1
sábado, 28 de noviembre de 2009
viernes, 27 de noviembre de 2009
Primer debate televisivo - parte 2
Muchos televidentes -la trasmisión se hizo por los canales 13 y 7- tuvieron la sensación de que se habían confrontado más que dos posturas, dos estilos: serena racionalidad versus retórica explosiva. Quizás ese poco lucido debut le dejó al justicialismo un mal sabor perdurable y contribuyó a fortalecer cierto mito según el cual someterse al gran debate siempre le conviene a uno pero no al otro, verdad criolla, en todo caso, ya que no alcanza a explicar por qué en el mundo desarrollado lo practican con frecuencia los que están arriba en las encuestas junto con los que están abajo.
El debate proselitista fue inventado en los Estados Unidos cien años después de que al republicano Abraham Lincoln y al demócrata Stephen Douglas se les ocurriera discutir en público sus ideas sobre la esclavitud, un careo de tres horas que, contra lo que podría suponerse, no benefició al héroe fundador. Pero el telegénico John Kennedy sabía lo que hacía en 1960 cuando le propuso al arrogante y feo Richard Nixon apoderarse de la aún no tan masiva televisión para repartirse el gusto de los votantes. Es famoso: aunque quienes siguieron el debate por radio dieron como ganador a Nixon, las masas de televidentes no dudaron en premiar a Kennedy. Entre otros desaciertos, Nixon aportó una cuota de sudor a su aspecto desfavorable; según la leyenda, otra cuota se la aportó Robert Kennedy al hacer subir la calefacción del estudio.
Así se inauguró otro debate, aún inconcluso, el de los intelectuales que le reprochan al género excesivo artificio y el de los constructores de imagen política, a quienes el color de la vestimenta de sus clientes, el maquillaje, la iluminación, los gestos ensayados y los besos finales de la familia les parecen una causa demasiado trascendente como para atender también las ideas. Nixon tuvo que esperar ocho años para llegar a la Casa Blanca, aunque en los Estados Unidos los debates sólo reverdecieron en 1976, cuando Robert Redford asesoró a James Carter para que luciera en la pantalla mejor que el presidente Gerald Ford. Y a Ford le tocó jubilarse enseguida.
Un cuarto de siglo después del estreno, entonces, el debate político televisivo llegó a Buenos Aires, aunque con más prevalencia de la política tradicional -¿factor de frescura?- que de las artes mediáticas, si bien es verdad que entre los asesores de Caputo había en 1984 un publicista, el precursor David Ratto, junto a los funcionarios Marcelo Delpech, Jorge Romero, Raúl Alconada Sempé, Albino Gómez y Susana Ruiz Cerrutti. Saadi no contaba con profesionales especializados en su equipo, donde se encontraban Ricardo Etcheverry Boneo, Celestino Marini, Nilda Garré, Julio Mera Figueroa y un empleado del Senado llamado Angel Luque, cuyo manejo de las sutilezas comunicacionales tampoco se verificó años después, cuando declaró que si su hijo hubiese sido el asesino de María Soledad Morales el cadáver no se habría hallado jamás, lo cual le valió ser expulsado de la Cámara de Diputados.
Según el analista político y encuestador Enrique Zuleta Puceiro, el debate Caputo-Saadi fue importante en un contexto en el que se discutían asuntos como la paz, el juicio a los militares y el congreso pedagógico, pero "hubo otro debate de proyección nacional, el de Rodolfo Terragno y Domingo Cavallo sobre la convertibilidad, que tuvo enorme trascendencia, porque significó la confrontación modelo-antimodelo". A otros (Antonio Cafiero-Juan Manuel Casella; Caputo-Adelina Dalesio de Viola; Aníbal Ibarra-Mauricio Macri), Zuleta no les asigna la misma jerarquía, por considerarlos distritales. En su opinión, la carencia de debates presidenciales no es anecdótica. "Está relacionada con la anemia de la política argentina, es decir, con la decadencia del discurso, el problema de la representatividad, la dificultad de confrontarse sobre aspectos como el empleo, la salud o la seguridad y polarizar las agendas, y la certeza pública de que se hacen campañas por izquierda y se gobierna por derecha".
Quizás todavía no ha sido suficientemente estudiado aquí el vínculo entre debate televisivo, información del elector, intención de voto y resultado electoral, por ejemplo, en el caso de los precandidatos presidenciales Fernando de la Rua y Graciela Fernández Meijide, cuando el primero se consagró candidato.
Dice a LA NACION el semiólogo Eliseo Verón que "el sistema mediático piensa que a las audiencias no les interesa la política; hay un círculo infernal entre la oferta y la demanda no explorada". Autor del libro Lula presidente, una investigación de la última campaña presidencial brasileña, Verón se manifiesta asombrado por los contrastes. "En Brasil se discuten los programas de los candidatos por televisión, hay un tratamiento que acá es inimaginable.
Por Pablo Mendelevich para Suplemento Enfoques del diario La Nación.
www.lanacion.com.ar/edicionimpresa/suplementos/enfoques
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El primer debate televisivo - parte 1
CON ESTRUENDO, DANTE CAPUTO Y VICENTE SAADI INAUGURARON EN 1984, POR EL BEAGLE, UN GÉNERO QUE QUEDÓ TRUNCO: NUNCA SE LLEGÓ A UN DEBATE PRESIDENCIAL.
En el panteón de expresiones con capacidad para condensar momentos históricos, donde reposan "Cinco por uno", "laica o libre", "el Gobierno a la Corte", "Argentina Potencia", "que venga el principito", "Felices Pascuas", "Síganme, no los voy a defraudar" y, entre las modernas, "a los que depositaron dólares les devolveremos dólares", tiene un monolito colorido el consejo de no irse por "las nubes de Ubeda".
Basta decirlo para que se dibuje en la memoria de cualquier argentino presente en los 80 la imagen del caudillo catamarqueño Vicente Saadi apostrofando a borbotones y a los gritos, desde la cima de la ortodoxia justicialista, al entonces canciller Dante Caputo, un atildado de lentes y bigotes considerables. Alcanzan "las nubes de Ubeda" (en rigor, son "los cerros...") para evocar el primer debate electoral por televisión que hubo en la Argentina, el del Beagle, el de la "cháchara" -otra vez Saadi-, preludio de los únicos comicios nacionales que se hayan hecho en el país para votar por "sí" o por "no".
El debate televisivo Caputo-Saadi, del que mañana se cumplen veinte años, no sólo fue el primero. También resultó, en toda la democracia, el de mayor peso político, si se lo mide por su ostensible efecto sobre el electorado (que para eso los conquistadores de urnas se allanan a ir de a dos a la televisión en plena campaña, se sospecha, antes que por fruición republicana). Si bien Caputo y Saadi no eran candidatos a nada, porque en la consulta pública de 1984 sólo se les preguntaba a los votantes qué hacer con la mediación del Papa que le asignaba a Chile las islas Picton, Lennox y Nueva, el duelo entre ambos paralizó al país, tal como ocurre en otras democracias cuando se dirime la presidencia.
El canciller del presidente Raúl Alfonsín a todas luces dejó mejor parado el "sí". Al otro domingo, diez millones y medio de argentino (81,13%) votaron por la afirmativa, contra poco más de dos millones (17,24%) opuestos a la posición oficialista. Pese a que no era obligatorio votar, tampoco la abstención propiciada por Saadi y el aparato oficial partidario restó contundencia al resultado.
Caputo había aparecido académico, didáctico y obediente a los tiempos marcados por el moderador, un viejo conocido: Bernardo Neustadt. Saadi, en cambio, leyó, actuó como si estuviera exponiendo en el Senado, acusó con hostilidad a su rival y se exaltó sin la suavidad de quien entra a un living o a un dormitorio en defensa de la abstención, postura desdoblada de quienes se oponían a la paz con Chile con el "no".
Por Pablo Mendelevich para Suplemento Enfoques del diario La Nación.
www.lanacion.com.ar/edicionimpresa/suplementos/enfoques
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jueves, 26 de noviembre de 2009
El debate sobre los pactos de Mayo en la política interna argentina - parte 2
Usted afirma que los proyectos de tratados con Chile, que discutimos, imponen una limitación a nuestra soberanía. Es indudable, y ése es, justamente, el propósito de todo tratado; pues éstos son convenios entre pueblos soberanos, para poner condiciones o limitaciones al ejercicio de su soberanía, con propósitos de interés común. (...) Cuando dos naciones celebran un tratado o contrato, se imponen recíprocamente la obligación de hacer o no hacer algo; esta obligación que contraen es, indudablemente, una limitación a su soberanía, pero es por un acto de su espontánea voluntad que implica el ejercicio mismo de esa soberanía, en otras palabras: sólo celebran tratados los pueblos soberanos. (...) En nuestro Tratado de Límites con Chile hemos reconocido su jurisdicción y soberanía sobre el Estrecho de Magallanes y sus costas, que forman hoy parte del territorio chileno, pero Chile se ha comprometido, con nosotros, a no fortificar esas costas; lo que importa una importante limitación de su soberanía territorial. (...)
En cuanto a las cláusulas mismas que usted condena, al leerlo podría deducirse que se trata de un pacto unilateral, de algo que afecta sólo a la República, y que hay alguna declaración u obligación que no sea recíproca, pues usted no se apercibe que todos sus comentarios sobre el alcance y trascendencia de ciertas declaraciones, que usted aplica a la República Argentina, pueden aplicarse igualmente a Chile. En efecto, la República Argentina declara solemnemente que no pueden tener cabida en su ánimo propósitos de expansiones territoriales, y con esta declaración, usted afirma que la República Argentina contrae con Chile el compromiso, no simplemente moral sino jurídico, de no extender su territorio fuera de los límites de su actual posición.(...) Y bien, doctor Gómez (...) tendremos que Chile ha declarado solemnemente que no abriga tampoco propósitos de expansiones territoriales, y con esta declaración ha contraído con nosotros el compromiso, no simplemente moral sino jurídico, de no extender su territorio fuera de los límites de su actual posesión (...)
Su importancia (la de las cláusulas de los Pactos de Mayo) no está en la declaración argentina de que no abriga propósitos de expansión territorial, que no tuvo ayer, ni tiene hoy ni puede tener nunca, pues eso lo sabe Chile y el mundo entero y es una consecuencia de nuestra inmensa extensión territorial; su importancia verdadera es que haya hecho esa declaración Chile, que era acusada de tener como único objetivo de su política internacional, ese propósito de expansión territorial, que encerraba una amenaza para sus vecinos. (...)
Usted niega mi postulado, base de la política internacional que defiendo, de que la República Argentina no tiene intereses comprometidos en las costas del Pacífico y afirma que, por el contrario, tenemos en el Pacífico un gran interés político, que es detener el crecimiento de Chile, en la medida compatible con nuestra seguridad, y esto sólo lo podemos conseguir, según usted, estableciendo o mejor continuando la solidaridad con Perú y Bolivia.
No, doctor Gómez; la República Argentina jamás puede abrigar una política de horizontes tan limitados. Por el contrario, nuestro interés y nuestro deseo debe ser que todos esos pueblos que nos rodean crezcan y se engrandezcan. En medio y más alto que todos ellos, se elevará siempre la República Argentina, si su pueblo merece la herencia que ha recibido y si sabe utilizarla para triunfar en las nobles y pacíficas luchas del progreso. El poder y la grandeza de las naciones, no depende sólo de la extensión de su territorio, sino de esas grandes cualidades de raza, que han hecho de una pequeña isla el más grande imperio de la tierra.
Usted afirma que esta política de prescindencia y no intervención nos ha dejado solos en América. La verdad es todo lo contrario, doctor Gómez. Absorbidos por esta obsesión del Pacífico, preocupados por el destino de Tacna y Arica, hemos dedicado a aquellos conflictos toda nuestra atención, todas nuestras energías y todos nuestros recursos, y hemos descuidado, por completo, nuestros grandes intereses en las costas del Atlántico y así mientras nos esforzábamos por intervenir en las costas lejanas del Pacífico, buscando contactos con el Perú, dejábamos que aquí a nuestra espalda, se crearan y estrecharan vínculos que no nos eran favorables.
La verdadera política americana, la única que hará honor a Sur América, lavando su nombre del estigma que sobre él ha caído y colocándolo a tal altura que obligue el respeto y la consideración del mundo, es aquella que vincule la acción y el sentimiento de las tres repúblicas: brasileña, argentina y chilena, en el solo y supremo anhelo de su engrandecimiento. No necesitamos para ello ser aliados; nos bastará ser amigos, sinceramente amigos, sin recelos ni desconfianzas que traben nuestra acción y nuestros esfuerzos, pues como usted bien lo ha dicho, doctor Gómez, lo que consagra y garantiza la paz fecunda, no son los pactos y protocolos, sino el sentimiento y voluntad de los pueblos. Permítame, para terminar, doctor Gómez, que insista en creer que para alcanzar todos estos altísimos propósitos, nuestro país necesitaba ante todo dedicar todas sus energías a su regeneración política y económica y que esto no será jamás posible bajo las exigencias de la paz armada, que convierte a la nación en un inmenso campamento donde sólo se oyen ruidos de armas y voces de mando (4).
Asimismo, entre los integrantes de la nueva generación que adoptaron una actitud crítica hacia los pactos de Mayo, figuraron muchos jóvenes que militaron en las filas de la Unión Cívica Radical, el partido opositor al conservadurismo roquista, símbolo de la vieja generación del Ochenta. Entre estos jóvenes, que hicieron suyas las enérgicas declaraciones de Zeballos y Gómez en contra de los pactos de Mayo, podemos mencionar a Vicente C. Gallo, Tomás Le Bretón, Leopoldo Melo, Fernando Saguier, José N. Matienzo, Luis Roque Gondra, Carlos Rodríguez Larreta, Mariano Demaría, Eleodoro Lobos, Rómulo S. Naón, Adolfo Mugica y Horacio Beccar Varela, entre muchos otros (5).
NOTAS
R. Etchepareborda, op. cit., pp. 119-120.
Discurso de Indalecio Gómez a Atilio Dell' Oro Maini, Asamblea en el Teatro Victoria, cit. en Osiris Troiani, "Contra los Pactos de Mayo", Todo es Historia, Nº 138, noviembre de 1978, p. 48.
http://www.camdipsalta.gov.ar/
El debate sobre los pactos de Mayo en la política interna argentina - parte 1
Uno de los principales representantes de estos sectores contrarios a los pactos firmados por Terry y Vergara Donoso fue el diputado Indalecio Gómez, quien, como su colega Estanislao Severo Zeballos, era partidario de una política que otorgara a la Argentina una presencia continental. En abierta crítica a los pactos de Mayo, sostuvo que
los pactos simbolizan la decadencia de un pueblo que ha perdido sus energías y su rumbo (...) Se proclama la política de no-intervención como único principio internacional en Sudamérica... Añadiré que me parece contradictorio decir por una parte que la República Argentina debe profesar la política de su engrandecimiento político y económico y condenarla por otra a no intervenir -y si su engrandecimiento es detenido por la política hostil de un estado, ¿o debe renunciar a su engrandecimiento o debe intervenir para remover el obstáculo? Los pueblos que tienen una política internacional no pueden inhibirse de intervenir cuando la sienten justamente contrariada (1).
En una asamblea reunida en el teatro Victoria, Indalecio Gómez rechazó enfáticamente el compromiso argentino de no intervención, estipulado por los pactos de Mayo:
Intervenir por una causa justa o un interés legítimo y para un fin noble; no intervenir por motivos o pretextos injustos y para objetos menguados; tal es el principio. (...) La Argentina no puede renegar de su tradición ni desmentir su historia. Ella ha sido en América el arcángel de la independencia y está llamada a ser la fuerza justiciera, generosa y grande que haga primar en el continente los principios de la justicia y de la verdad (2).
Por cierto, estas palabras de Indalecio Gómez son un acabado ejemplo de la idea de "destino manifiesto" presente en la clase política argentina. Gómez atacó los pactos de Mayo como "lesivos a la soberanía nacional", criticando en el ítem de la limitación de armamentos la exclusiva mención de la escuadra argentina, entonces el arma principal, y "el olvido de que, en nuestra Constitución, la fijación de las fuerzas es facultad del Congreso" (3).
NOTAS
R. Etchepareborda, op. cit., pp. 119-120.
Discurso de Indalecio Gómez a Atilio Dell' Oro Maini, Asamblea en el Teatro Victoria, cit. en Osiris Troiani, "Contra los Pactos de Mayo", Todo es Historia, Nº 138, noviembre de 1978, p. 48.
miércoles, 25 de noviembre de 2009
La Taba
Relata Armando Vivante que la taba se colocaba "sobre la palma de la mano abierta, tendido el brazo en leve recogimiento, fija la mirada en un punto convergente, donde, sin duda, van a unirse la intención, la baquía, la vista y el movimiento estético, en cuyo acto la imaginación se cierra en un solo pensamiento: clavar el hueso"
Es un juego rural, del ramal; es clandestino y jamás fue legalizado.
Se juega entre 2 personas y se prepara un campo de juego que se caracteriza, especialmente, por un terreno blando y un poco húmedo llamado "queso". Este queso se divide en 2 partes, mediante una línea bien marcada. A partir de esa línea cada jugador debe tomar una distancia de aproximadamente
La Taba puede caer en diferentes posiciones:
· Con la parte lisa hacia arriba: SUERTE. Es ganadora
Cualquier otra posición en que caiga la taba no es válida. Además participan varios apostadores, que juegan al tiro de quien ellos elijan. Normalmente las apuestas son por dinero, pero también se apuestan otros bienes o pertenencias.
El juego se realiza en lugares de tierra, es por eso que el "queso" es preparado con mucha humedad y es blando.
Sistema de apuestas: el canchero será el que recibirá las apuestas... pueden apostar los jugadores al tiro, y los espectadores a cada contrincante. El sistema es así: un jugador apuesta una suma de dinero al tiro, si sale suerte o pinini, gana; si en cambio la taba cae de "culo", pierde automáticamente; pero si cae de costado, le toca el tiro al adversario... lógicamente se tira hasta que uno gana y se pueden ir subiendo las apuestas a cada tiro. Los jugadores, al igual que en cualquier juego, compiten en categorías. Por lo general se muestra la categoría en la forma de tirar el hueso: los expertos suelen "clavar" la taba, en cambio los no tan duchos, la lanzan y la taba da unos cuantos tumbos antes de frenarse.
¿Alguien se acuerda de los famosos pollos de Mazzorín?
Alguien dijo alguna vez que Borges es el escritor argentino más citado y, simultáneamente, el menos leído. Algo similar ocurre con los pollos de Mazzorín. Una y otra vez se habla del hecho como un caso de corrupción (aunque la mayoría de los que lo mencionan no pueden hacer una crónica de lo sucedido) cuando, en el peor de los casos, se trató de una mala decisión
El
Con una inflación que crecía exponencialmente y para intentar bajar los precios, Ricardo Mazzorín, entonces secretario de Comercio Interior (el cargo que hoy ocupa Guillermo Moreno) decidió importar 38 mil toneladas de pollo de Hungría.
Mazzorín guardó los pollos en frigoríficos alquilados, que costaban mucho dinero al Estado Nacional. Del total importado, aproximadamente un 20% no pudo ser vendido, y se puso en mal estado. Las "multis", enteradas del hecho, hicieron circular el rumor de que había camiones que el gobierno hacía circular cargados de pollos podridos, porque no sabían qué hacer con ellos.
En ese momento se armó el conflicto: La oposición política vió servido el
Una comisión de la
Se abrieron varias causas que incluían los delitos de malversación de caudales públicos y pago inadecuado de las
En la actualidad el ex secretario de Comerciopasa sus días alejado de los medios, convencido de que fueron ellos grandes partícipes de su caída. Prácticamente no da notas, no volvió a aceptar un cargo público y lo único que se sabe de su vida
En Buenos Aires agonizan los cines que hicieron historia
En lo que parece una película ya vista, desaparecen otros dos tradicionales cines porteños, el Grand Splendid y el Los Angeles. La sala del Grand Splendid, ubicada en Santa Fe y Callao desde el año 1919, donde se dieron las primeras películas sonoras y se estrenaron tangos, será una librería de la cadena Yenny. El Los Angeles, que abrió en 1947 y está dedicado al cine infantil desde 1965 en Corrientes y Callao, cerrará en abril salvo que prospere un proyecto de acuerdo con el Gobierno porteño, que integraría esta sala a un circuito de actividades municipales para chicos.
Los responsables de ambas salas coinciden en el diagnóstico de la situación: la llegada de los complejos de cine en la década de 1990 y el cambio en las costumbres del público. Mientras tanto, desde la Comisión de Cultura de la Legislatura porteña, el diputado Fernando Finvarb impulsa un proyecto para declarar de interés cultural estos cines.
Sin embargo, Finvarb admite que para salvar al Los Angeles el municipio deberá gastar unos cien mil pesos anuales. Y que, en el caso del Grand Splendid, la idea es al menos preservar por contrato las características arquitectónicas de esta sala, la más antigua que hoy tiene Buenos Aires.En la década de 1980 teníamos 400.000 espectadores anuales y ahora no llegamos a 100.000 personas, tenemos 13 empleados y muchos gastos fijos, pero cada vez más gente elige ir a los cines de los shoppings, admite Daniel Peralta, responsable del Los Angeles. Y su par del Grand Splendid, Rabeno Saragusti, asegura que con los multicines esto ya no es negocio. Teníamos 15 empleados y un gasto mensual de más de 35.000 dólares.
Aunque hoy en sus puertas el Grand Splendid luce un cartel que anuncia la reapertura en abril, Saragusti confirmó que el 14 de febrero cerró un contrato de alquiler por diez años con la cadena de librerías Yenny, que recientemente compró El Ateneo de la calle Florida y planea instalar aquí una sucursal.Adolfo De Vicenzi, directivo de Yenny, comentó que se invertirán 3.000.000 de pesos para hacer un gran salón de 1.500 metros cuadrados, que abriría en julio.
La librería se llamará El Ateneo, tendrá una cafetería, galería de arte en el espacio hoy ocupado por los palcos y un escenario para presentaciones de libros.Saragusti explicó que el contrato realizado con Yenny implica que no se puede tocar nada del interior del cine, ni el escenario, los palcos o los mármoles y otros detalles. Sólo las butacas. De Vicenzi aseguró que lo respetará.Pero más allá de las cifras, con el cierre de estas salas se va una parte de la historia porteña.
En el Los Angeles, al menos dos generaciones vieron los grandes éxitos de Walt Disney: Películas como La noche de las narices frías y Blancanieves, que duraban meses en cartel, recuerda Peralta. Y agrega: Nosotros nos modernizamos, en 1993 incorporamos la última tecnología en proyección y sonido, dejando tres salas de 90 butacas y una de 380.
Además se instaló una hamburguesería en la planta baja. Siempre hicimos funciones para chicos de barrios humildes. Creo que ahora alguien debería ayudarnos, cerrar sería un duelo.En cuanto al Grand Splendid, el más autorizado para hablar de él sería Max Glücksman (1875-1946), un empresario pionero de la industria discográfica en la Argentina. Carlos Gardel, Ignacio Corsini, Roberto Firpo y otros grandes tangueros grabaron con él por primera vez.
Y la primera sonora importada, La divina dama, con Corinne Griffith.Desde 1924 Glücksman organizó en esta sala concursos anuales de tangos, que luego grababa en su sello El Nacional Odeón. Allí los espectadores consagraron títulos como Sentimiento gaucho y Organito de la tarde, entre otros. Firpo le dedicó un tango, Grand Splendid, en 1927.
PAULA ALVAREZ VACCARO. EDUARDO POGORILES.
http://www.clarin.com
martes, 24 de noviembre de 2009
El Correo
Narrar la historia del correo en América, es relatar los acontecimientos que se fueron sucediendo en la conquista y colonización de nuestro continente.
Como en la actualidad, en aquel tiempo los españoles necesitaban estar comunicados, contar lo que estaban conociendo, informar a sus reyes de lo que estaban conquistando y recibir órdenes y noticias de sus compatriotas.
Fueron necesarios sólo 22 años desde el descubrimiento de América por Colón, para establecer el primer Correo Mayor de Indias con sede en Lima, el 14 de mayo de 1514. Por Real Cédula de la reina Juana I de Castilla y Aragón, se nombró Correo Mayor de las Indias descubiertas y por descubrir a su consejero doctor Lorenzo Galíndez de Carvajal. El Oficio era una merced a perpetuidad para él y sus sucesores. La historia siguió su curso, el Río de la Plata demostraba que en su nombre no había una metáfora. La actividad comercial crecía sin parar y esto exigía la instalación de un servicio postal en Buenos Aires. En 1747 un vecino de esta ciudad don Domingo de Basavilbaso (1709-1775), hace llegar al Correo Mayor en Lima, un proyecto para establecer servicios postales organizados entre ambas ciudades. Alentado por sus gestiones, el Correo Mayor de Indias, establece el inicio del Correo Fijo (regular) en el Río de la Plata con recorrido hasta Chile y el Alto Perú el 17 de junio de 1748, a cargo de un teniente del Correo Mayor, designado por el titular de Lima. De esta forma, el correo posibilitó que los hombres y mujeres que habitaban las colonias estuvieran comunicados. Bajo el reinado del Rey Carlos III se convino la rescisión de esa merced a perpetuidad. El Correo Mayor de las Indias cedió entonces sus privilegios a la corona a partir del 1 de julio de 1769, recibiendo a cambio una renta anual para él y sus herederos.
En Buenos Aires, los dos primeros administradores principales de la “Real Renta de Correos, Postas y Caminos en el Río de la Plata” fueron Domingo de Basavilbaso y su hijo Manuel, a quienes se les debe la organización de los servicios de correos y postas en el virreinato.
La historia se encargó de elegir al primer cartero: Bruno Ramírez fue su nombre. Designado en Buenos Aires el 14 de septiembre del año 1771, es considerado el antecesor de los actuales carteros. Hasta mediados del siglo XVIII, la figura del cartero no existía y el servicio de correos en el Río de la Plata, recién comenzaba a organizarse. Sin embargo, en España ya se utilizaba personal para la distribución de la correspondencia desde la promulgación de las ordenanzas del año 1762. Y cuando Domingo de Basavilbaso asumió la administración principal del correo, creyó necesario "para el mejor servicio del rey" establecer el cargo de cartero a fin de que no se atrasara la entrega de la correspondencia a sus destinatarios. Muchos años después, la fecha de nombramiento de Ramirez quedó instituida como el Día del Cartero. Es justo recordar que por la historia de una profesión tan noble pasó Domingo French, quien tuvo una participación destacada en nuestra Revolución de Mayo.
http://www.correoargentino.com.ar/
Yrigoyen y la neutralidad
La entrada de Estados Unidos en la Primera Guerra Mundial y la revolución bolchevique en Rusia son dos hechos que tienen enorme repercusión en la Argentina durante 1917.

Regresa al país el piloto Vicente Almandos Almonacid, quien se enroló como voluntario para la lucha aérea por los aliados, y es recibido y homenajeado como un auténtico héroe. Una nutrida cantidad de gente asalta el 12 de setiembre el Club Alemán, destrozando vidrios y muebles, luego se dirige a la Legación Alemana, a la Compañía Alemana Transatlántica de Electricidad, y al restaurante Aue's Keller.
La campaña llega a su punto máximo cuando se publican telegramas secretos del ministro alemán en Buenos Aires recomendando hundir barcos sin dejar rastros y haciendo apreciaciones insultantes contra nuestro canciller, Honorio Pueyrredón .
Yrigoyen defiende la neutralidad pese a que el mercante Monte Protegido es hundido por un submarino alemán. Un sector importante de la opinión pública, radicales incluidos, presiona para que el gobierno rompa relaciones con Alemania.
Luego, cerca de Tolón es torpedeado el velero Oriana aunque se establece que el uso que hacía este navío de la bandera de nuestro país, era ilegal. También es hundido el carguero Toro, cerca de Gibraltar.
Vicente Almandos Almonacid en una cena de gala a su regreso

Ante estas agresiones, el Presidente Hipólito Yrigoyen exige a Alemania que se comprometa a respetar los navíos de bandera nacional, compromiso que el gobierno del kaiser acepta y que se liará efectivo después de la guerra. Pero, mientras tanto, la presión de los aliadófilos es muy intensa y, en Buenos Aires, hay manifestaciones contra instituciones germanas.
Liquidar a los subversivos
Buenos Aires --(AFP)-- El ex general Jorge Rafael Videla realizó el primer reconocimiento sobre la existencia del terrorismo de Estado durante la dictadura militar (1976/1983), anunció el viernes la defensa de dos guerrilleros asesinados durante la represión.
El ex dictador admitió el jueves ante la justicia la existencia de órdenes secretas en las que se hablaba de ``detectar y aniquilar'' a la subversión, aunque dijo que nada sabe ni recuerda sobre qué sucedió con los cadáveres de dos jefes del disuelto Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), Roberto Santucho y Benito Urteaga, abatidos el 19 de julio de 1976.
Al ser preguntado respecto a quién o quiénes impartieron las órdenes en el operativo en el que fueron muertos Santucho y Urteaga, Videla se limitó a responder que se remitía ``a los antecedentes que han de obrar en el Estado Mayor del Ejército''.
``Lo único importante del testimonio fue haber dicho que podría haber información en los archivos del Estado Mayor del Ejército'', dijeron luego a los medios de prensa los abogados Eduardo Barcesat y Raúl Schnabel, que representan a las familias de los guerrilleros del ERP.
``Videla tiró la responsabilidad al comando en jefe del ejército y dijo que todo lo que él no recordaba había que fijarse en los archivos del Estado Mayor'', expresó Elena Mendoza, integrante del equipo de abogados de los familiares de Santucho al término de la audiencia.
Otro de los letrados del grupo, Manuel Gaggero, declaró el viernes a los medios de prensa que ``este reconocimiento de Videla es el primero del Estado argentino, porque él lo hace como ex presidente y ex comandante en jefe del Ejército''.
Por otra parte, Gaggero no descartó la posibilidad de que los deudos de los guerrilleros inicien contra Videla una querella por presunto falso testimonio, ``porque manifestó que era costumbre del Ejército devolver los cadáveres de los combatientes a sus familiares'', lo que no ocurrió en los casos de Santucho y Urteaga.
Gaggero anunció que los familiares se proponen iniciar excavaciones en la guarnición militar de Campo de Mayo, adonde --según testimonios-- fueron llevados los cuerpos de los guerrilleros heridos, a cargo del Equipo de Antropología Forense.
El abogado señaló que la familia de Santucho ``quiere que ésta sea una causa seria y que alguien se haga cargo. Ya lo hicieron Videla y el Estado nacional y, además, queremos que alguien responda a los familiares para garantizarles el derecho a hacer el duelo y conocer la verdad, que ha sido previsto por el Pacto de San José de Costa Rica''.
El Nuevo Herald
5 de septiembre de 1998
http://www.latinamericanstudies.org/argentina/subversivos.htm
lunes, 23 de noviembre de 2009
Dos Fechas una Traición


Pese a la denuncia de algunos diputado sobre coimas y sobornos por la aprobación de la entrega de nuestra empresa se concretó el mas gigantesco robo de guantes blancos con antecedentes casi único a escala Mundial.
Se le entrega el cien por cien de la disponibilidad del crudo a empresas capitalistas de dudoso origen e intenciones para con nuestra riqueza. Cosa esta que, hasta en la patria de la libertad del mercado, Inglaterra, el estado se queda con el 70% de la disponibilidad del crudo.
domingo, 22 de noviembre de 2009
ROSAS, EL PSICOLOGISTA
Rosas tuvo siempre un gran prestigio entre los indígenas, con cuyos caciques mantenía una eficaz vinculación.
En 1836, estuvieron en Buenos Aires Pichi Callfillao y Guesa Che, pertenecientes a la tribu de Cachul. Venían comisionados por su jefe para ponerse en contacto con Rosas. Este aprovech6 la oportunidad y los envió como emisarios suyos ante Llonquelén, logrando obtener éxito en su cometido.
Tanto Cachul como Catriel acudieron también a Rosas en procura de un remedio contra la viruela; la fama de la vacuna había llegado hasta ellos, y le pedían a su amigo de Buenos Aires el envío de esa "medicina".
Antes de acceder a ese pedido, Rosas aconsejó la intervención directa de un médico. Para justificar tal exigencia, hizo conocer a los caciques el problema de la vacuna en los términos siguientes:
“Ustedes son los que deben ver lo que mejor les convenga. Entre nosotros los cristianos, este remedio es muy bueno porque nos priva de la enfermedad terrible de la viruela; pero es necesario para administrar la vacuna que el médico la aplique con mucho cuidado, y que la vacuna sea buena, que el médico la reconozca; por que hay casos en que el grano que sale es falso, y en tal caso el médico debe hablar la verdad para que el vacunado sepa que no le ha prendido bien, que el grano que le ha salido es falso, para que con este aviso sepa que para el siguiente año debe volver a vacunarse".
"También es necesario, que aun cuando á una persona le prenda la vacuna bien, y sea buena a los cinco años después se vuelva a vacunar porque en esto nada se pierde, y puede aventajarse mucho".
"La vacuna tiene también la ventaja de que aun cuando a algún vacunado le de la viruela, en tal caso esta generalmente es mansa, y no de mala calidad.
“Después de esto si quieren ustedes que se vacune la gente puede el médico empezar a hacerlo poco á poco, para que pueda hacerlo con provecho, y bien echo, y para que tenga tiempo también, para reconocer prolijamente a los vacunados".
En esas líneas, Rosas revela su profundo conocimiento de la psicología de los aborígenes. Les habla en términos sencillos, breves y claros.
Rosas era un convencido de la inferioridad médica de los indios; conocía muy bien sus medios curativos, su fanatismo, sus creencias y preocupaciones. Pero sabía cuan difícil es desarraigar esas convicciones de nuestros aborígenes, por ser características del psiquismo y de la mentalidad primitiva.
Hábil y astuto, procedió como psicologista y no como jefe: refirma su respeto por la libertad de quienes lo consultan, y deja sentado que son ellos quienes deben resolver; orienta el pensamiento de los caciques con claras descripciones de la vacuna, su modo de aplicación y sus ventajas; y termina indicando la necesaria intervención del médico, requisito indispensable para el éxito.
En esto también se advierte la sagacidad de Rosas puesta al servicio del progreso de la medicina. Si el médico entra en las tolderías, no se reducirá a la simple vacunación; poco a poco irá infiltrando su ciencia en el tratamiento de las enfermedades de las tribus, y será un factor eficaz en la lucha contra la ignorancia, la enfermedad y el atraso.
Y en este episodio, la medicina pudo ser útil para el progreso de la cultura argentina.
- Chávez Fermín. La vuelta de Don Juan Manuel.
- Beltrán, Juan Ramón (*). Historia Argentina.
Cacique Juan José Catriel (1838-1910)

En este sentido, Juan José siempre manifestó otro temperamento y otras opciones de vida: menos inteligente que su hermano, más independiente y frontal, menos negociador, contrario a todo acercamiento y componendas con los cristianos, por quienes sentía profunda aversión, siempre prefirió la vida del desierto, en toldo y campo raso, manteniendo inalterables las costumbres que le venían de origen y raza.
A estas disposiciones anímicas, se unió la turbulencia de la Revolución Mitrista, en setiembre de 1874, a la cual se plegó –para propia desgracia- su hermano Cipriano, aconsejado en esto por su amigo el general Ignacio Rivas. Derrotadas por el ejército nacional las tropas adictas a Mitre –en la “Verde”, en noviembre de ese mismo año- la suerte de los hermanos quedó sellada. Cipriano murió degollado en Olavaria, junto con su secretario, Santiago Avendaño; mientras que Juan José, partícipe activo con su gente en el crimen, fue reconocido por el gobierno como nuevo cacique de los catrieles, contando con el apoyo de los coroneles Hilario Lagos y Julio Campos por entonces al mando de las tropas que perseguían a los mitristas.
Por algún tiempo, Juan José se estableció en el campamento de Blanca Grande, ahora al mando del coronel Nicolás Levalle, colaborando con sus indios en la vigilancia y defensa de la frontera, conservando la tribu los fértiles campos de Nievas.
La resolución del gobierno de adelantar paulatinamente la frontera, hasta llevarla a las márgenes del Río Negro, trajo consigo la necesidad de reubicar la indiada de Juan José, en una zona más propicia para tales fines, contando para ello con su sometimiento y fidelidad como hasta esos momentos. Pero los planes del astuto cacique eran otros.
En principio aceptó el ofrecimiento del ministro Adolfo Alsina, formulado en agosto de 1875, de trasladarse a las inmediaciones del Fortín Aklecoa para conformar una especie de “colonia pastoril”, cuyos hombres quedaran afectados a la Guardia Nacional en calidad de “auxiliares” (militarización). Pero habiendo iniciado tratativas con el cacique salinero Manuel Namuncurá, se plegó con sus fuerzas a la invasión que a fines de diciembre de ese mismo año cayó sorpresivamente sobre Azul y zonas vecinas, conocida como “Malón Grande” por sus efectos devastadores. De este modo, aprovechó el regreso de los invasores para confundirse con ellos y emigrar juntos, con toda la tribu, a Salinas Grandes, para recobrar la libertad perdida, rompiendo toda relación con el gobierno nacional y con sus antiguos vecinos de frontera.
A principios de 1876 fijó su residencia en “Treyco”, en las cercanías del actual Guantraché (La Pampa), bajo la protección de Namuncurá. De allí en más, demostró una abierta y desafiante resistencia a la decisión gubernamental de trasladarse a la frontera de Carhué.
Asumiendo como conducta habitual el organizar frecuentes invasiones sobre fortines y poblaciones –por cuenta propia o unido a los caciques de Salinas Grandes- , a modo de hostigamiento y obtención de recursos para el sostenimiento de la tribu.
Bajo el rigor de las batidas despachadas desde Carhué y desde Puán, terminó por rendirse, junto con su hermano Marcelino y toda la tribu, el 26 de noviembre de 1878, en Fuerte Argentino ante el comandante Wintter.
Al poco tiempo, los hermanos Catriel fueron embarcados con sus familias en el vapor Santa Rosa rumbo a la isla Martín García, quedando allí sujetos a una espantosa epidemia de viruela y a toda clase de privaciones. Los dos hermanos fueron bautizados en Buenos Aires el 11 de agosto de 1879, en la iglesia del Pilar, junto con otros indígenas enganchados en el ejército. Murió de cáncer en el hospital de Olavarría, el 16 de noviembre de 1910.
Fuente
Roca, Julio Argentino – Iconografía Militar, Museo Roca, Instituto de Investigaciones Históricas, Buenos Aires (2006).
www.revisionistas.com.ar
sábado, 21 de noviembre de 2009
Lenin
(Lenin, Vladímir Ilich; El estado y la revolución; Pág. 39/40; Alianza; Madrid 2006.)
viernes, 20 de noviembre de 2009
Recuperación de las banderas de Vuelta Obligado
En nuestro Museo de Historia Nacional hay una bandera que tomada por los ingleses en la Batalla de Vuelta de Obligado, fue devuelta a la Nación. Pero la historia de esta devolución es tan emotiva como desconocida y esta nota lo que pretende es narrarla no con el fervor que cualquier argentino desearía, sino con un documento que 40 años más tarde, escribiera uno de los Comandantes de la Fuerza Invasora el Almirante Sullivan, el que el 26 de octubre de 1883, - ya anciano - se presentó al Consulado Argentino en Londres para devolver una Gran Bandera Argentina.

“En la batalla de Obligado en el Paraná el 20 de octubre de 1845 un oficial que mandaba la batería principal (era la Manuelita) causó la admiración de los oficiales ingleses que estábamos más cerca de él, por la manera con que animaba a sus hombres y los mantenía al pie de los cañones durante un fuerte fuego cruzado bajo el cual esa batería estaba expuesta. Por más de 6 horas expuso su cuerpo entero. Por prisioneros heridos supimos después que era el coronel Ramón Rodríguez del Regimiento de Patricios de Buenos Aires. Cuando los artilleros fueron muertos, hizo maniobrar los cañones con los soldados de infantería y él mismo ponía la puntería. Cuando el combate estuvo terminado habían perdido 500 hombres entre muertos y heridos de los 800 que él comandaba. Cuando nuestras fuerzas desembarcaron a la tarde y tomaron la batería, con los restos de su fuerza se puso a retaguardia, bajo el fuego cruzado de todos los buques que estaban detrás de la batería, defendiéndola con armas blancas. La bandera de la batería fue arriada por uno de los hombres de mi mando y me fue dada por el oficial inglés de mayor rango. Al ser arriada cayó sobre algunos cuerpos de los caídos y fue manchada con su sangre.
Quiero restituir al Coronel Ramón Rodríguez si vive, o sino al Regimiento de Patricios de Buenos Aires si aún existe, la bandera bajo la cual y en noble defensa de su Patria cayeran tantos de los que en aquella época lo componían. Si el Coronel Rodríguez ha muerto y si el Regimiento de Patricios no existe, yo pediría que cualquiera de los miembros sobrevivientes de su familia que la acepten en recuerdo suyo y de las muy bravas conductas de él, de sus oficiales y de sus soldados en Obligado. Los que luchamos contra él y habíamos presenciado su abnegación y bravura tuvimos grande y sincero placer al saber que habían salido ileso hasta el fin de la acción”.