jueves, 25 de julio de 2024

La PRESIDENCIA de Arturo IlliA - Su Gobierno: 1963 1966


Mi nombre es Elisa Fernandez, soy contadora y profesora de contabilidad, administración y economía. Preparé esta serie de videos en formas de clases, como lo hago habitualmente en mis cursos.

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miércoles, 24 de julio de 2024

ARGENTINA a inicios del siglo XX EN COLORES | BUENOS AIRES 1932


En esa época la Metro Goldwyn Mayer hizo estos cortometrajes con fines TÚRISTICOS. Por ser considerado un documento histórico el video se ha traducido tal cual como se narra en el video original.
EN ESTE CASO la filmación original en blanco y negro ha sido coloreada digitalmente.

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200 años de la firma del Tratado del Pilar. Reflexiones.


Las dos primeras décadas del siglo XIX no fueron apacibles en el Plata. Los movimientos y crisis que se desarrollaron en ellas eran preludio de que los tiempos venideros serían agitados. En la primera mitad de ese siglo definimos a nuestro país. Esos decenios  fueron testigo de los proyectos políticos y personales de los distintos actores. Tiempos de encuentros y desencuentros. Tiempos de proyectos comunes y antagónicos que anunciaban la Argentina futura. 

La firma del Tratado del Pilar no fue distinta a la descripción que precede. Suscripto en el escenario geográfico en el que en una parte hoy se asienta el Campus “Nuestra Señora del Pilar” de la Universidad del Salvador.  Entiendo que dejó trunco el plan belgraniano y sanmartiniano. Expresó la llegada de los tiempos  de desencuentro, los cuales no serían breves por el contrario bañarían gran parte de la centuria decimonónica con la sangre de compatriotas en luchas civiles. Las últimas palabras de Manuel Belgrano en su lecho de muerte sintetizan las angustias y preocupaciones de ese tiempo.

La década de 1810 que nos muestra un flamante 25 de mayo, con gobierno propio, también muestra la provisionalidad constitucional e institucional. Invito al lector, de este breve texto, a realizar un recuento mental de cuantos modelos gubernativos desarrollamos en esos años, vale recordar la Junta, el Triunvirato y el Directorio. Los invito a realizar un ejercicio similar sobre los documentos constitucionales sucesivamente vigentes en ese tiempo, me refiero a los reglamentos y estatutos provisorios. Insisto en un último recuento sobre los personajes que fueron ocupando los distintos gobiernos en esa década, y en la siguiente en este último caso me refiero a los gobernadores de la Provincia de Buenos Aires. 

No fue sencillo construir un país independiente sobre el andamiaje político, económico y social que dejó el tiempo hispánico. Muchos serán los desafíos a sortear. Muchos de ellos son aún hoy condicionamientos para nuestro desarrollo.

Poco tiempo antes de la firma del Tratado del Pilar fracasaba la Constitución de 1819, uno de nuestros primeros intentos de organización nacional, por no lograr adecuados equilibrios entre Buenos Aires y el resto de las provincias, entre autocracia y república. Ello llevará a la batalla de Cepeda, al fin del Directorio y de la Constitución de 1819. En adelante el proyecto de país será más pequeño que el buscado por Belgrano y San Martín.

El Tratado del Pilar fue firmado el 23 de febrero de 1820, consecuencia de la batalla de Cepeda donde los caudillos del litoral vencen a las tropas porteñas, por Manuel de Sarratea  gobernador provisorio de la provincia de Buenos Aires, Estanislao López y Francisco Ramírez, los dos últimos representantes de la Liga Federal y gobernadores de las provincias de Santa Fe y Entre Ríos respectivamente.  Sarratea se convirtió luego de Cepeda en el primer gobernador de Buenos Aires aunque su mandato fue efímero.  

El pacto proclamó la unidad nacional y el sistema federal. Buenos Aires se reconoció como igual a las demás provincias. Convocaba, en el plazo de 60 días, a una reunión de representantes de las tres provincias en el convento de San Lorenzo, para convenir la reunión de un congreso que permitiese reorganizar el gobierno central. Establecía el fin de la guerra y el retiro de las tropas de Santa Fe y Entre Ríos a sus respectivas provincias. Buenos Aires se comprometía a ayudar a las provincias de Santa Fe y Entre Ríos en caso de ser atacadas por los luso-brasileños. Los ríos Uruguay y Paraná se declaraban navegables para las provincias amigas. Concedía una amplia amnistía a los desterrados y perseguidos políticos. Determinaba el enjuiciamiento de los responsables de la administración anterior “por la repetición de crímenes con que se comprometía la libertad de la Nación”. Disponía la comunicación del tratado a José Artigas para que en su caso el caudillo oriental reincorporase a la Banda Oriental a la provincias federadas. 

El pacto tuvo su fase secreta por la cual Buenos Aires proveería a Santa Fe y Entre Ríos auxilios y armas. López y Ramírez no acceden a imponer a Buenos Aires declarar la  guerra a los luso-brasileños para liberar a la Banda Oriental desconociendo la autoridad de Artigas quien resultó derrotado en la batalla de Tacuarembó por los luso-brasileños, entendiendo que era más imperativo organizar a las provincias y abandonar de momento la guerra contra los luso-brasileños que les imponía la estrecha alianza con Artigas. 

López y Ramírez, finalmente, debieron aliarse a los porteños, aunque fuesen declarados enemigos de Artigas, para detener el avance luso-brasileño sobre la Mesopotamia. La estrategia salvo al litoral pero alejo al caudillo oriental que entendió la alianza con Buenos Aires como una traición, quien finalmente fue al exilio luego de enfrentar a Ramírez. 


Dr. Juan Carlos Frontera
Director de Posgrados de la Facultad de Ciencias Jurídicas

 

https://noticias.usal.edu.ar/es/200-anos-de-la-firma-del-tratado-del-pilar-reflexiones

 

jueves, 4 de julio de 2024

Tratado del Pilar

Pacto firmado en 1820 por las provincias argentinas de Entre Ríos, Santa Fe y Buenos Aires.

 

Por Marcelo Néstor Musa

 

¿Qué fue?

Se denomina Tratado del Pilar a un pacto firmado el 23 de febrero de 1820 por Santa Fe, Entre Ríos y Buenos Aires, en la localidad bonaerense de Pilar.

Su objetivo fue poner fin a las hostilidades entre las tres provincias, luego de la batalla de Cepeda (1820), en la que un ejército federal había vencido a las tropas del Directorio y ocupado la ciudad de Buenos Aires.

Los firmantes del pacto fueron los gobernadores de Santa Fe, Estanislao López; Entre Ríos, Francisco Ramírez; y Buenos Aires, Manuel de Sarratea.

 



Copia del Tratado de Pilar. Archivo provincial de Santa Fe.

Tras el acuerdo, las tropas de Santa Fe y Entre Ríos regresaron a sus respectivas provincias, mientras que Buenos Aires pudo organizarse institucionalmente como provincia autónoma.

El Tratado del Pilar es uno de los “pactos preexistentes” mencionados en el Preámbulo de la Constitución Nacional de la República Argentina, junto al Tratado del Cuadrilátero, el Pacto Federal y el Acuerdo de San Nicolás.

 

Antecedentes

 

Después de declarar la Independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata, el Congreso de Tucumán comenzó a discutir qué forma de gobierno convenía adoptar.

Pero en 1817 los realistas del Alto Perú cruzaron la Quebrada de Humahuaca e invadieron Salta y Jujuy. Si bien las fuerzas del Ejército del Norte y las tropas del gobernador salteño Martín Miguel de Güemes lograron contenerlos, los diputados temieron que el enemigo pudiera quebrar su resistencia y llegar hasta Tucumán.

Ante esta amenaza, el director supremo decidió el traslado del Congreso a la ciudad de Buenos Aires. Allí, comenzó a funcionar como Poder Legislativo del Gobierno nacional, mientras que el Directorio conservó sus funciones ejecutivas.

Retomadas las discusiones sobre la forma de gobierno, los diputados porteños convencieron a los representantes de varias provincias de la necesidad de instaurar un gobierno central con amplios poderes para evitar el riesgo de una fragmentación del país.

El resultado de esas negociaciones fue la sanción de una constitución centralista, que otorgó al Poder Ejecutivo la facultad de designar a los gobernadores, limitando así las autonomías de las provincias.

Si bien la constitución no lo establecía expresamente, la mayoría de los diputados consideraba que, tras la restauración monárquica en Europa, el gobierno central debía estar encabezado por un rey. Por esa razón, el Congreso envió a varios diplomáticos para negociar la coronación de un príncipe de una dinastía europea.

La llamada Constitución de 1819 fue rechazada por la Banda Oriental, Corrientes, Santa Fe y Entre Ríos, que integraban la Liga de los Pueblos Libres, que defendía el federalismo y era gobernada por José Gervasio Artigas.

Desde 1816, esta alianza de provincias federales era atacada por fuerzas portuguesas que habían ocupado Montevideo y gran parte de las áreas rurales de la Banda Oriental.

Para obligar al Directorio a enviar tropas que lo ayudaran a luchar contra los portugueses, Artigas ordenó los gobernadores de Santa Fe y Entre Ríos que invadieran Buenos Aires. Esa invasión tuvo lugar a fines de enero de 1820 y tuvo como corolario la derrota de las tropas del Directorio en la cañada de Cepeda.

Luego de este hecho de armas, las fuerzas federales ocuparon Buenos Aires, forzando la renuncia del director supremo y la disolución del Congreso, por lo que el país se quedó sin autoridades nacionales.

Para poner fin a la ocupación de Buenos Aires, los dirigentes porteños iniciaron negociaciones con los caudillos federales con el objeto de firmar un tratado de paz que estableciera la paz entre las tres provincias.

 

Disposiciones

 

Las principales disposiciones del Tratado del Pilar fueron las siguientes:

Estableció que las provincias firmantes adherían al sistema federal de gobierno, aunque afirmaba que se someterían a lo que dispusieran los pueblos de esas jurisdicciones en una reunión convocada en el convento de San Lorenzo (Santa Fe), en un plazo de 60 días.

Dispuso la ayuda militar de la provincia de Buenos Aires a las de Santa Fe y Entre Ríos en el caso de que los portugueses invadieran la región mesopotámica.

Instituyó la libre navegación de los ríos Paraná y Uruguay tanto para las entidades firmantes como para las consideradas provincias amigas.

Decretó una amnistía y restitución de bienes que benefició a todos aquellos que habían debido exiliarse por cuestiones políticas.

Estableció las condiciones de retirada de las tropas federales a sus respectivas provincias y la situación de los prisioneros tomados en la batalla de Cepeda.

De manera secreta, previó la entrega de armas y dinero a los caudillos federales.

Dispuso la comunicación de lo acordado a Artigas, con el fin de que el jefe de los pueblos libres entablara negociaciones que facilitaran la incorporación de la Banda Oriental a las demás provincias rioplatenses.

 

Causas y consecuencias

 

Causas

Entre las causas que llevaron a la firma del Tratado del Pilar se pueden mencionar:

La derrota total de las tropas del Directorio en la batalla de Cepeda.

La disolución del Directorio y del Congreso nacional y el vacío del poder generado por la falta de autoridades nacionales.

La ocupación de la ciudad de Buenos Aires por las tropas federales de Entre Ríos y Santa Fe.

La derrota de las fuerzas de Artigas en la batalla de Tacuarembó (22 de enero de 1820), que determinó la virtual disolución de la Liga de los Pueblos Libres y el fin del liderazgo de Artigas.

La necesidad de poner fin al estado de hostilidad entre Buenos Aires y las provincias del Litoral y de reanudar las relaciones comerciales en la cuenca del Plata.

Consecuencias

Las principales consecuencias del Tratado del Pilar fueron las siguientes:

La retirada de las tropas federales, que regresaron a Santa Fe y Entre Ríos.

La relevancia alcanzada por López y Ramírez, que decidieron romper su alianza con Artigas, abandonar la Liga de los Pueblos Libres y asumir el liderazgo indiscutido de sus provincias.

La pérdida de influencia de Artigas, que consideró la firma del Tratado del Pilar como una traición por no disponer el envío de fuerzas militares para ayudarlo a luchar contra los portugueses.

La guerra entre Artigas y Ramírez, que concluyó con la derrota y el exilio en el Paraguay del caudillo oriental.

La consolidación de Buenos Aires como provincia autónoma que constituyó sus instituciones de gobierno.

El disgusto de algunos comerciantes y terratenientes de Buenos Aires que consideraron los términos del acuerdo como una claudicación de los derechos que le correspondían a la ciudad como antigua capital virreinal.

La disminución de los ingresos de la aduana porteña como consecuencia de la libre navegación de los ríos Uruguay y Paraná.

La firma del Tratado de Benegas, en noviembre de 1820, entre Estanislao López y el nuevo gobernador de Buenos Aires, Martín Rodríguez. Este acuerdo puso punto final a las hostilidades entre las provincias firmantes pero desencadenó la guerra entre López y Ramírez, que fue excluido de las negociaciones.

Protagonistas

Los firmantes del Tratado del Pilar fueron los siguientes:

Manuel de Sarratea (1774-1849): político y militar rioplatense. Participó de la Revolución de Mayo de 1810 e integró el Primer Triunvirato. Se desempeñó como gobernador provisorio de Buenos Aires en 1820.

Estanislao López (1786-1838): político y militar rioplatense, que gobernó la provincia de Santa Fe entre 1818 y 1838. Sostuvo la necesidad de organizar el país bajo la forma federal de gobierno. Murió de tuberculosis en 1838. Fue sucedido por Domingo Cullen y luego por su hermano Juan Pablo López.

Francisco Ramírez (1786-1821): político y militar rioplatense, que gobernó la provincia de Entre Ríos entre 1820 y 1821. Murió durante el combate de Chañar Viejo, durante el cual trató de socorrer a su pareja, la portuguesa María Delfina Menchaca, que había caído en manos de fuerzas santafesinas.

 

https://enciclopediaiberoamericana.com/tratado-del-pilar/

 

lunes, 1 de julio de 2024

Reforma Constitucional: intervención de Alfonsín y otros


En el presente registro, los jefes de cada bloque cierran la lista de oradores para proceder a votar el Reglamento de la Convención. Al principio del registro se observa la última parte del discurso de Chacho Álvarez. Luego, Raúl Alfonsín celebra el acuerdo inter-partidario y caracteriza la contradicción entre el paradigma neoliberal que, derivado de un “realismo político” que separa la moral de la política, tiende al autoritarismo; y la concepción legitimista que favorece la democracia. El ex presidente se reconoce en la segunda vertiente y advierte que su espacio político aceptó el proyecto de reelección presidencial con la condición de que se limitaran los poderes del ejecutivo. Al finalizar, Augusto Alasino comienza su intervención.

https://www.youtube.com/watch?v=jkAxiaQ527c