También
el 19 de enero se produce la primera derrota del Ejército enviado al Paraguay
al mando de Manuel Belgrano, en la batalla de Paraguarí. Ese mismo día
Belgrano, que no era militar de carrera, recibe su designación como Brigadier
General otorgada por la Junta Grande, sin haber renunciado todavía a su cargo
como Secretario del Consulado de Comercio de Buenos Aires, para el cual había
sido designado por el propio Rey de España Carlos IV en 1794.
Las primeras
instrucciones de la Junta a Belgrano para la formación de este Ejército datan
del 4 de setiembre de 1810 y, en principio, orientaban las acciones militares
hacia la Banda Oriental. Pero luego, el 22 de setiembre, se cambia la
orientación dándose prioridad al Paraguay y luego a la Banda Oriental, siempre
bajo el supuesto de que con un pequeño ejército simbólico se podría completar
la tarea de someter a estas provincias. Es en este contexto que Artigas,
Rondeau, Hortiguera y el sacerdote Peña se presentan en Buenos Aires a
principios o mediados de febrero de 1811.
El ambiente no es precisamente de
triunfalismo, sino más bien por el contrario, ya hay conspiraciones que apuntan
al derrocamiento de la Junta Gubernativa, conspiraciones que tienen su
epicentro otra vez en el Cabildo de Buenos Aires dominado por los sectores más
“españolistas”, y en la recientemente creada “Sociedad Patriótica” que reunía a
los sectores de la ilustración criolla “porteñista”, vinculados al comercio con
Gran Bretaña.
En febrero de 1811 en Buenos Aires, se produce un hecho que
podría resultar muy significativo en la interpretación de los acontecimientos
posteriores. Se realiza una reunión, un Capítulo de la Congregación
Franciscana, a la que también asiste desplazándose desde Córdoba, el sacerdote
oriental José Benito Monterroso, quien sería luego desde 1814 el Secretario de
José Artigas. Quizá esta reunión pueda explicar la presencia del Padre José
María Enríquez de la Peña en la capital tradicional de las Provincias
rioplatenses.
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