"Todo extremo envuelve fatalidad; por eso una desconfianza desmedida
sofocaría los mejores planes, ¿pero es acaso menos terrible un exceso de
confianza? Toda clase de precaución debe prodigarse cuando se trata de fijar
nuestro destino. Es muy veleidosa la probidad de los hombres, sólo el freno de
la Constitución puede afirmarla. Mientras ella no exista, es preciso
adoptar las medidas que equivalgan a la garantía preciosa que ella ofrece"
(José Artigas, 4 de abril de 1813, Oración inaugural al Congreso de Tres
Cruces, frente a las murallas de Montevideo sitiada, convocado con motivo de
designar diputados de la Provincia Oriental a la Asamblea General Constituyente
de las Provincias Unidas del Año XIII).
En algún momento de febrero de 1811 el entonces Ayudante Mayor de Blandengues
José Artigas, ya en aquel momento uno de los principales referentes populares
en la Banda Oriental del Paraná y más allá de ella, decide abandonar su puesto
en la guarnición de Colonia donde prestaba servicios a órdenes del Brigadier
Muesas, para dirigirse a Buenos Aires. A su paso desde Colonia hasta Paysandú,
va dejando la señal de insurrección general contra el gobierno “regentista” de
Montevideo. En su viaje iba acompañado por su amigo el cura párroco de Colonia
José María Enríquez de la Peña y el teniente de Blandengues Rafael Hortiguera.
Más o menos en la misma fecha también el capitán de Blandengues José Rondeau se
dirige a Buenos Aires desde Paysandú.
Muchos autores afirman que el motivo que tuvo Artigas para tomar esa
determinación tardía de ponerse a las órdenes de la Junta Gubernativa de Buenos
Aires, fue una ocasional pelea que tuvo con su comandante el Brigadier Muesas…
cabe preguntarse entonces si también el sacerdote Peña y el teniente Hortiguera
se pelearon con Muesas por alguna zoncera o ellos tenían otros motivos más
profundos. Otro tanto cabe preguntarse sobre la actitud que adopta por esas
mismas fechas el capitán Rondeau, ¿se habrá peleado con Michelena que era entonces
su comandante? Gran casualidad. Evidentemente hay otro motivo que seguramente
se puede encontrar en los sucesos políticos inmediatamente anteriores y en la
propia evolución histórica de la Junta Gubernativa de Buenos Aires.
De manera
que conviene analizar un poco más porqué Artigas, Rondeau, Hortiguera y Peña,
aun siendo convencidos y apasionados patriotas americanistas, postergan su
adhesión a la Junta hasta febrero de 1811, y porqué deciden afiliarse a la
causa Juntista justamente en ese preciso momento. Dice el relato histórico por
todos sabido, que la defección de José Artigas era la señal para la
insurrección general en la Banda Oriental, y efectivamente lo fue, porque el 27
de febrero de 1811 se produce el Grito de Asencio y de inmediato la toma de
Mercedes. Pero desde antes ya se venían verificando diversas formas de
organización conspirativa tanto en Montevideo como en el resto del territorio
Oriental, como surge del intento de motín de las guarniciones de milicias de
Montevideo en julio de 1810 orquestado por Pedro Feliciano Cavia, el arresto y
remisión a Cuba de Lucas Obes en enero de 1811, la conspiración de la Casa
Blanca en Paysandú el 11 de febrero de este mismo año.
El rápido proceso de
movilización general que Artigas llamó la “Admirable Alarma”, convocó a grupos
de gente precariamente armada y de a caballo, que fueron llegando desde todo el
país.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario