Del otro lado de esta plaza, se levanta el Palacio municipal,
de estilo renacentista alemán, diseñado por los arquitectos de esa nacionalidad
que ganaron el concursos internacional, responsables también del diseño del
Palacio de la legislatura.
Por su parte, la Casa de Gobierno responde a un estilo
propio del renacimiento flamenco, y el Palacio de Justicia es de estilo clásico
francés.
Pero, cabe aclarar, la ciudad de La Plata no nació solamente
con estos importantes Palacios para albergar el Gobierno de la Provincia de
Buenos Aires.
El proyecto de Pedro Benoit incluyó el hospital Melchor
Romero, la basílica de San Ponciano, el teatro Argentino, el observatorio
astronómico –todos edificios diseñados por el mismo Benoit-, y el Museo de
Ciencias Naturales, considerado hasta hoy el más importante de América del Sur.
Tanto el observatorio astronómico como el museo de ciencias
naturales se encuentran dentro del gran marco verde que les ofrece el bosque de
La Plata que, además de sus hermosas arboledas, presenta un lago, un anfiteatro
y el jardín zoológico de la ciudad.
Para construir tanto en tan poco tiempo, llegaron miles de
albañiles, en su amplia mayoría italianos. También fueron necesarios herreros,
vitralistas y toda la gama de trabajadores dedicados a oficios y a artes, que
levantaron y embellecieron iglesias, edificios públicos, calles y parques.
Muchos de estos trabajadores se afincaron en la ciudad que
ellos mismos habían levantado y a la que también llegaron a vivir los empleados
públicos de la administración provincial.
Poco después de su fundación, a todos estos imponentes
edificios, se agregó el de la Universidad Nacional de La Plata.
El nombre de la ciudad, La Plata, fue elegido porque
significa lo mismo que Argentina y porque está ubicada a escasos kilómetros del
río del mismo nombre. Allí se instaló un importante puerto comercial, de donde
parte y llegan buques de gran calado, sobre todo petroleros.
El proyecto original de esta ciudad es uno de los ejemplos
más relevantes, a nivel mundial, del urbanismo del siglo XIX, y a fines del
mismo siglo, La Plata fue distinguida en la Feria Internacional
de París con el premio a la Modernidad, entregado a Dardo Rocha por el
mismísimo Julio Verne.
La Plata, hoy, es una importante ciudad, que si bien creció
por fuera del plano realizado por Pedro Benoit, conserva sus palacios, sus
edificios fundacionales, el trazado original de sus avenidas, diagonales,
plazas, parques y las diferentes especies de árboles que se plantaron en cada
calle.
En esta ciudad nacieron y llevaron adelante su obra
numerosos escritores, científicos, artistas plásticos y músicos.
Por Julieta Galván – Texto preparado para ser leído en
RAE, Radiodifusión Argentina al Exterior –
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