domingo, 5 de octubre de 2014

Dardo Rocha y La Plata – Parte 5



En el diario El Día, de La Plata, del 11 de julio de 1885, se lee la siguiente nota sobre la masonería: “De todas las sociedades que marchan a la vanguardia del progreso, es sin duda alguna la Masonería una de las primeras” (………..) “La nueva Capital de la Provincia, cuyos rápidos progresos son la admiración de todo el mundo, necesitaba un centro donde los muchos hijos de esta gran familia, aquí establecidos, se agruparan…”

Sus palabras siempre fueron elocuentes y justas, y podemos apreciarlas en parte del discurso que pronuncia Rocha al hacerse cargo del gobierno provincial, el uno de mayo de 1881. Expresa allí claramente su conciencia de misión y las cuales aun hoy tienen absoluta vigencia: “Entre los hechos de los hombres no hay ninguno más grande ni más hermoso que fundar una nacionalidad poderosa, fuerte y libre; pero estos hechos sólo se ejecutan, consolidan o desenvuelven con hondas raíces en el corazón de los ciudadanos, que los impulsen a todos los esfuerzos y a todos los sacrificios”.
Dardo Rocha murió como había vivido, con la serenidad de un justo.

De su personalidad civil se desprendían sus virtudes: generoso, afable, cultísimo, tal es así que recomendó a la gran escultora tucumana Lola Mora para que se perfeccionara en Italia.
Todo lo configuró, como debe ser un buen Mason, en el marco de una vida austera y fecunda.

Omar Daniel Adaro Rodríguez / Escrito el 11-10-2009

DARDO ROCHA, la concreción de un gran sueño.

La ciudad de La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires, fue fundada el 19 de noviembre de 1882, y ha sido considerada para integrar la lista de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Cabe señalar que hasta el año 1880, la ciudad de Buenos Aires era el asiento de las autoridades nacionales y las de la provincia de Buenos Aires.
Luego de años de conflictos en torno de ese tema, en 1880 se declaró a Buenos Aires como la capital de la nación, y se dispuso fundar otra ciudad que fuera capital de la provincia. El gobernador de ésta, Dardo Rocha, fue quien impulsó la idea y la llevó adelante.
El lugar elegido, a cincuenta kilómetros de Buenos Aires y en cercanías del Río de la Plata, era un lugar en el que no había nada, salvo pastos, montes, bañados y la única población cercana era el pequeño pueblo de Tolosa, fundado unos años antes.
Por lo tanto, el desafío de crear una ciudad en poco tiempo y donde nada había era enorme.
A la decisión política de Dardo Rocha y a su capacidad para organizar todo el proyecto, se sumó un brillante ingeniero y urbanista argentino, Pedro Benoit, quien fue el encargado de planificar el trazado de la futura ciudad y el diseño de algunos de sus principales edificios, mientras que, para otros, se convocó a concursos internacionales.
El plano creado por Pedro Benoit se diferenció de las tradiciones españolas que marcaban a otras capitales de provincias argentinas.
Su idea fue la de crear una ciudad moderna y por ello proyectó un plano damero atravesado por calles, avenidas y diagonales, tantas, que a La Plata se la conoce como “la ciudad de las diagonales”.
En el proyecto, se crearon también los espacios destinados a plazas y parques, así como tuvo en cuenta la necesidad de brindar facilidades para la provisión de agua, la limpieza de la ciudad, la recolección de residuos. Entre tantos adelantos, La Plata fue la primer ciudad de la Argentina en contar con iluminación eléctrica.
El 19 de noviembre de 1882, Dardo Rocha colocó la piedra fundamental en el centro geográfico de la futura ciudad y, en 1884, los poderes públicos de la provincia ya pudieron instalarse en la flamante capital.
La ciudad fue concebida como una demostración del espíritu positivista que imperaba a fines del siglo XIX, sobre todo en lo que hacía a la idea de organización, progreso y modernidad.
También debía ser un símbolo de las buenas posibilidades económicas que tenía la Argentina de esos años, cuando aumentaban las exportaciones de cereales y carnes.
Por eso, los edificios destinados a asiento de los poderes públicos debían ser palacios.

Frente a la gran plaza Moreno, centro geográfico de la ciudad, se encuentra la Catedral, imponente con sus torres de ciento doce metros de altura y su estilo neogótico, diseñada también por Pedro Benoit.

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