martes, 26 de abril de 2011

Vicepresidencia de Víctor Martínez (1983-1989) - parte 1



El período democrático inaugurado en 1983 despuntó con unas elecciones de las que salió victoriosa la fórmula Raúl Alfonsín-Víctor Martínez, de la Unión Cívica Radical. El candidato a vicepresidente provenía de la Línea Córdoba de la UCR, aunque no era su líder.
Incluso hay quienes definen a Martínez como un “opaco integrante” de esa línea (Lorenzo, 1999: 384). No obstante, su origen territorial complementaba al de Alfonsín, oriundo de la provincia de Buenos Aires: en palabras del propio Martínez, “cuando se me ofrece a mí la vicepresidencia de la Nación, era porque se quería contar con el distrito de Córdoba” (el segundo distrito más grande del país; Mira Delli-Zotti, 2008).

Además de aportar “equilibrio territorial” a la fórmula (Serrafero, 1999: 110), Martínez captaba al sector más conservador del radicalismo1. Por añadidura, tenía experiencia tanto ejecutiva como legislativa: había sido senador provincial durante un año e intendente de la ciudad de Córdoba durante tres (De Luca, 2008: 200).

Según el propio Martínez declara, esa experiencia le permitiría luego tener una participación considerable en el diseño de los planes de gobierno:

– ¿Hubo participación por igual de los dos [Alfonsín y Martínez] en lo que respecta a planes de gobierno? – Sí. Yo tuve una gran experiencia con la intendencia municipal de Córdoba, estuve seis meses en campaña política, conociendo todos los resortes.
La persona que ha sido intendente de un pueblo o una ciudad puede ser cualquier cosa. Porque la intendencia de Córdoba es a Córdoba lo que la Capital Federal es a Buenos Aires. Y como yo tenía un poco de superioridad técnica con Alfonsín (…), sugerí esos conocimientos en la plataforma de gobierno (Castro, 2009: 321).

No obstante lo anterior, todas las fuentes consultadas durante la redacción de este trabajo coinciden en que la de Martínez fue la vicepresidencia con menor participación y protagonismo en todos los ámbitos posibles2. Su mandato se caracterizó, más bien, por una solidaridad inquebrantable hacia Alfonsín, aún cuando el vicepresidente estuviera en desacuerdo con las medidas impulsadas por el titular3.


1 “En los primeros años de la recuperación de la democracia, en pleno auge de la política de partidos, se buscaba un balance ya no territorial, sino al interior de las fuerzas políticas: por ejemplo, un referente del radicalismo conservador de Córdoba (Víctor Martínez) para secundar al líder de la UCR progresista (Raúl Alfonsín)” (NATANSON, 2008a).

2 “(…) el compañero de Raúl Alfonsín, Víctor Martínez, dedicado desde 1983 a representarlo especialmente en exequias de personalidades mundiales” (La Nación, “Álvarez cultivó un perfil muy alto como presidente”, 31 de enero de 2000). “Raúl Alfonsín confinó a Víctor Martínez, un político leal por donde se lo mire, a la grisura de un insoportable segundo plano” (Joaquín Morales Solá, “Aceptar el disenso o arriesgar todo”, La Nación, 19 de agosto de 2003).

3 “Hubo casos en los que esta solidaridad fue ejemplar, como (…) la de Alfonsín con Víctor Martínez (1983)” (La Nación, “Compadrada, pero no golpe institucional”, 1 de diciembre de 2001). “Martínez reconoció que él también tuvo diferencias con Alfonsín. „Eran discrepancias lógicas, que tienen que existir para complementarse –sostuvo–. Pero esto no llevó a una mala relación‟. Recuerda que cada vez que una decisión del presidente no le gustaba (como, por ejemplo, que ejerciera al mismo tiempo la presidencia de la Nación y la de la UCR) iba a su despacho y se lo decía „personalmente, en forma muy directa, con mucho respeto y sin la presencia de terceros‟”. (La Nación, “Otros conflictos resueltos „en casa‟”, 22 de agosto de 2003).






No hay comentarios.:

Publicar un comentario