Lo macabro de la sospecha haría suponer que en su tumba hay un cadáver de alguien asesinado especialmente, y apunta a la complicidad de jueces, peritos, policías, familiares y políticos que se habrían confabulado, de ser así, para cerrar este capítulo.
Pero lo cierto es que son muchas las sombras que se ciñen sobre la investigación del supuesto suicidio. Entre otras cosas la desaparición de un teléfono satelital que podría haber revelado los últimos contactos del principal sospechoso de ser el autor intelectual del crimen.
Además, las propias características misteriosas del personaje en cuestión hicieron que el escepticismo y la desconfianza reinen en toda la sociedad. Y abonan esta hipótesis con los nutridos vínculos entre Yabrán y lo más alto de la clase política y el Gobierno argentino. Estos lazos fueron puestos al desnudo a través de los cruzamientos telefónicos del sistema Excalibur. Incluso esto le costó el puesto al entonces ministro de Justicia, Elías Jassán, quien había negado conocer al empresario. Luego se descubrió que Jassán llamaba más a Yabrán que a su esposa.
Luego de la desaparición de Yabrán, el propio Prellezo declaró que en aquella reunión que mantuvo con el empresario un mes antes del crimen, este le había dicho que ese verano –el de 1997 –quería pasarlo tranquilo, sin fotos, y sin el acoso de periodistas. Esto fue clave para el juzgado porque ya se había comprobado que Prellezo había hecho trabajos para Yabrán, estableciéndose una relación laboral previa.
Zona liberada
Pero no fue el único vínculo que se encontró entre Yabrán y la policía local. También mantenía relaciones con otros miembros de la Policía de Pinamar. Esta delegación quedó muy complicada con el crimen –sobre todo su ex comisario Alberto Pedro Gómez –ya que con el avance de la investigación se descubrió que en la madrugada del crimen existió virtualmente una "zona liberada ".
Las "zonas liberadas" datan de la época de la dictadura militar. Las fuerzas paramilitares cuando iban a secuestrar a los supuestos opositores al régimen le ordenaban a la policía no intervenir en caso de recibir un llamado de alarma en la zona del operativo. Y así lo hacían, cuando no participaban activamente en el mismo. Una gran parte de esos golpes comandos fue lo que originó la desaparición de miles de personas y las detenciones en los centros clandestinos del terrorismo de Estado.
En el crimen de José Luis Cabezas aún quedan grandes sospechas de que hubo una "zona liberada" y que por eso la policía no intervino ante un llamado telefónico de una vecina de la fiesta en donde fue visto por última vez el fotógrafo. La vecina había alertado a la comisaría local sobre la presencia de personajes sospechosos en las inmediaciones del predio.
Además, a pesar de haberse comprobado los contactos de la custodia de Yabrán con la policía local poco antes y después del crimen, esto no fue investigado en profundidad. Y hay varios sospechosos que aún pululan por las calles gozando de una libertad muy peligrosa.
La búsqueda de la justicia
Así, el crimen de José Luis Cabezas se convirtió en una bisagra entre un país corrupto y asesino al que se pretende desterrar definitivamente y otro en el que la Justicia se imponga como algo más que una simple palabra. La familia de José Luis Cabezas merece eso y mucho más.
Sus hijos deben saber quienes y por qué mataron a su padre. Y quienes y por qué quisieron encubrirlos. La sociedad ha entendido que este asesinato es un atentado contra todos y por eso convirtió a José Luis en un símbolo.
Si este compromiso con la búsqueda de la verdad se mantiene entonces este crimen será el último. Sino, por desgracia, será apenas el primero. El sueño es simple: que algún día José Luis, a través de los que recibimos su legado, pueda sacar la foto de sus asesinos presos. La foto de la Justicia. La foto de la verdad. En definitiva, la foto del periodismo libre.
ASÍ SIGUE LA HISTORIA: TODOS LIBRES
Horacio Braga, el último de los horneros que continuaba en prisión por el asesinato del fotógrafo José Luis Cabezas, recuperaró la libertad esta tarde, a raíz de haber cumplido con el requisito de pagar una fianza de 20.000 pesos.
Los integrantes de la banda que participantes del crimen del reportero gráfico, en prisión, quedaron libres por la decisión de La Cámara Penal de la ciudad de Dolores .
La Camara había dispuesto que Braga dejara la celda que ocupa en la Unidad Penitenciaria número 9 previo pago de esa caución.
El hornero Braga habló con los periodistas dijo "quiero vivir tranquilo estudiando y trabajando. Ya pagué la deuda que tenía con la sociedad, así que a partir de ahora espero vivir tranquilo y nada más . A la familia Cabezas no, no hay nada para decir".
Beneficiado por una decisión de la Cámara dolorense.
Los jueces Susana Miriam Darling Yaltone, Jorge Luis Dupuy y Fernando Sotelo se basaron en informes de buena conducta del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB). El abogado Cerolini explicó que Braga fue excarcelado ya que resultaron positivos los informes psiquiátricos y penitenciarios. Además, por la aplicación de la ley del 2 x 1 —que beneficia a las personas presas sin condena— y por haber cumplido las dos terceras partes de su condena.
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