miércoles, 20 de enero de 2010

Francisco Pascasio Moreno

Vino al mundo un 31 de mayo de 1852, en una casa de Paseo Colón y Venezuela, de la ciudad de Buenos Aires, y el 29 de setiembre del mismo año, sus padres, Juana y Francisco, lo bautizan con el nombre de Francisco Pascasio Moreno. Nacido en el seno de una familia acomodada, ya desde niño se sintió poco atraído por las comodidades y la vida fácil.

Mucho se ha hablado de Francisco Moreno como científico, educador, y legislador, pero poco se ha mencionado de la otra faceta, la de hombre común. Será quizás, que este tipo de personas dan su vida por sus ideales y por el bien de su patria, relegando a segundo plano todo aquello que atañe al hombre común.

El 14 de junio de 1885, se casa con María Ana Varela. Con quien tuvo siete hijos: Rufino (fallecido al nacer; Francisco; Juana María; Eduardo; Mariano (fallecido a los dos años); Florencio y José, quien fallece a los seis meses de vida. María es una de esas mujeres orgullosas de la labor de su marido y lo alienta permanentemente.

En 1897, a raíz de unos de los viajes que Francisco realizara a Chile como Perito en Límites, su esposa, con sus cuatro hijos cruza con él la cordillera a lomo de mula, los acompaña su gran amigo Clemente Onelli.Pero el 1 de junio del mismo año, María, a la edad de veintinueve años, fallece víctima de fiebre tifoidea.Es un duro golpe para nuestro hombre que queda a cargo de cuatro niños de 11, 9, 7 y 4 años.

Dos años más tarde viaja con sus hijos a Londres, para tratar cuestiones referidas al litigio limítrofe, y allí los varones son puestos pupilos.Lamentablemente, la vida habría de jugarle otra mala pasada, y en enero de 1903, a la edad de 9 años. Fallece su hijo Florencio.Su espíritu está quebrantado, viaje nuevamente al sur para recuperar el entusiasmo perdido. Esta es una época de grandes realizaciones fundamentalmente en lo que respecta a la educación y el bienestar de la niñez.

En sus últimos años disfruta de la compañía de Clemente Onelli, su amigo y compañero de aventuras. El 22 de noviembre de 1919, la muerte lo sorprende, tenía sesenta y siete años de edad, y cientos de años de sabiduría. Luego de una misa en la Iglesia del Pilar, es enterrado en el cementerio de la Recoleta.En el año 1944, sus restos fueron trasladados al Mausoleo de la Isla Centinela, en Nahuel Huapi.

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1 comentario:

  1. Hola Jorge.
    Nuevamente, muy buena reseña... en este caso sobre Belgrano. Un saludo

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