martes, 28 de mayo de 2019



139º ANIVERSARIO DE LA REPATRIACIÓN DE LOS RESTOS DEL LIBERTADOR JOSÉ DE SAN MARTÍN (1880 - 28 de mayo - 2019). EL PUEBLO ARGENTINO MEDIANTE COLECTAS POPULARES CONTRIBUYE GENEROSAMENTE CON LA REPATRIACIÓN DE SUS RESTOS Y CONSTRUCCIÓN DEL MAUSOLEO.

Fallecido el general José de San Martín el 17 de agosto de 1850, a los tres días sus restos llegan a la iglesia de San Nicolás, en Boulogne-sur-Mer. Después de las oraciones fúnebres se los conduce a la catedral en cuya cripta quedan depositados hasta el año 1861.

La prensa de Francia expresó en su momento: "Ha muerto uno de los más grandes ciudadanos que haya producido la revolución de la América del Sur. Nadie ha sido más valiente y hábil sobre el campo de batalla; más prudente y capaz en los consejos; ninguna vida política ofrece el ejemplo de una abnegación más completa y de un patriotismo más puro y modesto".

El 21 de noviembre de 1861, se trasladan los restos del Libertador a la bóveda de la familia Balcarce, en el cementerio de Brunoy, los que reposarán en ese sitio hasta 1880.

En agosto de 1864, se sanciona la ley por la que autorízase al Poder Ejecutivo para hacer los gastos que demande la traslación, a la República, de los restos del benemérito brigadier general José de San Martín. El legislador Martín Ruiz Moreno había cerrado su fundamentación en la Cámara de Diputados de la Nación diciendo: "El general San Martín fue quien conquistó nuestra independencia, el que dio vida como nación a la república, de manera que nadie con más derecho que la República Argentina para guardar sus restos: poseer su corazón, no es bastante".

El 5 de abril de 1877, aniversario de Maipú, el presidente Nicolás Avellaneda insta al pueblo a repatriar los restos del Libertador: "Las cenizas del primero de los argentinos, según el juicio universal, no deben permanecer por más tiempo fuera de la patria [...]. Los pueblos que olvidan sus tradiciones, pierden la conciencia de sus destinos, y los que se apoyan sobre tumbas gloriosas, son los que mejor preparan el porvenir." El pueblo argentino respondió generosamente y mediante colectas populares y fondos nacionales se construyó su mausoleo en la catedral.

En abril de 1880, el transporte naval "Villarino" hace su viaje inaugural al puerto de El Havre. El día 21, Mariano Balcarce entrega los restos del general San Martín al capitán del buque para su embarque y traslado a la República Argentina.

El día 28 de mayo de 1880, el "Villarino" llega al puerto de Buenos Aires. En solemne cortejo y sobre una carroza fúnebre construída a similitud de la que llevó el ataúd de Wellington en 1852, los restos del Libertador fueron trasladados a Plaza San Martín, frente a su monumento ecuestre. En su discurso de homenaje, el presidente argentino Nicolás Avellaneda, afirmó: "¡Guerreros de mi patria! ¡Conciudadanos! Inclinémonos sobre estos sagrados restos y oiremos que suena nuevamente en las alturas la voz que dijo: 'El general San Martín no derramará la sangre de sus compatriotas y sólo desnudará la espada contra los enemigos de la Independencia Suramericana'. [...] Vuestro último voto se encuentra cumplido. Descansáis en vuestra tierra".

De esta forma, se cumple finalmente con la cláusula cuarta del testamento ológrafo del Libertador San Martín: "Prohíbo el que se me haga ningún género de funeral, y desde el lugar que falleciere se me conducirá directamente al cementerio, sin ningún acompañamiento, pero sí desearía, el que mi Corazón fuese depositado en el de Buenos Aires".

Fuentes:
- Limongi, Eugenio Francisco, "Repatriación de los restos del Gran Capitán", Manrique Zago Ediciones, Buenos Aires, 1998, pp. 153-154.
- Reproducción de acuarela de Delia Suárez "El cortejo fúnebre se estaciona frente a la catedral" en Estol, Jorge César. Pinacoteca Virtual Sanmartiniana. Instituto Nacional Sanmartiniano. Buenos Aires, 2006, p. 204



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