Aquí se lo define como "etiqueta colorada", por la
costumbre de la época de llamar colorado al color rojo. Para la cerveza se
obligaba al bufetero que contara con la marca Quílmes. Esta empresa en 1930 ya
instalados en Habana y Lincoln entregó en carácter de donación $ 2000 en
bebidas. Otro gasto para el socio era el uso de la cancha: sin luz valía $ 0,20
por partido y por jugador, haciéndose el doble cuando era con luz artificial.
Para finales de 1925 al ser necesaria la firma de un nuevo
contrato de alquiler, la propietaria alegaba tener un interesado por el lugar
buscando elevar la mensualidad. Este finalmente se firmaba para marzo de 1926 a $ 390.-/mes por un
plazo de tres años. Valor que al parecer no cumpliría las inquietudes de ésta
pero al mismo tiempo resultaba muy oneroso para el club.
Cuando a comienzos de 1929, terminaba el contrato, el nuevo
valor exigido se elevaba ahora a los 540 $ que hizo conveniente la búsqueda de
otro lugar. Surgió entonces una oferta muy interesante. Una casona señorial en
Habana y Lincoln. 11 habitaciones que contaban además con 2 canchas de tenis.
El propietario, señor Federico Devoto, solicitaba por ella sólo $ 400.- /mes y
contrato por 5 años, con opción de compra a los dos años. Afines de abril junto
a la firma del contrato se tienen más precisiones. Para Enciso y Ricardo
Gutiérrez se conseguía que Joaquín Bellinzona que subalquilaba parte de predio
anterior, ocupara toda la casa hasta la terminación del contrato. (7)
La mudanza, por la calidad de la sede aportará muchos socios
nuevos, dándoseles titulo de fundadores a los existentes al 30 de abril de
1929. El 28 de agosto fue nombrado como socio activo Antonio Devoto, hijo mayor
de Federico Devoto, propietario de la nueva sed, que era sobrino de don Antonio
Devoto. Aquel, cuyo nombre completo era Cayetano Antonio, no usaba su primer
nombre. Donaba en la oportunidad un aparato de radio que había mandado a hacer
expresamente. (8) Este debió reemplazar otro que Rodolfo Paolucci donara años
antes para la otra sede.
La Casa Chica, como llamaban los Devoto a la que era nueva
sede del club, se levantaba en un área de terreno de 1800 m2 , calle Lincoln por
medio a la quinta de verano de don Federico. La casa acondicionada por el club
contaba con un espacioso hall en planta baja, un salón para reuniones de la
comisión, y varias habitaciones para sala de billar, recepciones y bar. En los
altos un hall y cuatro habitaciones.
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