”Llegó pues la época en que manifestéis vuestro heroísmo y
de que vengáis a reunirnos al Ejército de mi mando, si como aseguráis queréis
ser libres, trayéndonos las armas de chispa, blanca y municiones que tengáis o
podáis adquirir, y dando parte a la Justicia de los que las tuvieron y
permanecieren indiferentes a vista del riesgo que os amenaza de perder no sólo
vuestros derechos, sino las propiedades que tenéis.
”Hacendados: apresuraos a sacar vuestro ganado vacuno,
caballares, mulares y lanares que haya en vuestras estancias, y al mismo tiempo
vuestros charquis hacia el Tucumán, sin darme lugar a que tome providencias que
os sean dolorosas, declarandóos además si no lo hicieseis traidores a la
patria.
”Labradores: asegurad vuestras cosechas extrayéndolas para
dicho punto, en la inteligencia de que no haciéndolo incurriréis en igual
desgracia que aquellos.
”Comerciantes: no perdáis un momento en enfardelar vuestros
efectos y remitirlos, e igualmente cuantos hubiere en vuestro poder de ajena
pertenencia, pues no ejecutándolo sufriréis las penas que aquellos, y además
serán quemados los efectos que se hallaren, sean en poder de quien fuere, y a
quien pertenezcan.
”Entended todos que al que se encontrare fuera de las
guardias avanzadas del ejército en todos los puntos en que las hay, o que
intente pasar sin mi pasaporte será pasado por las armas inmediatamente, sin
forma alguna de proceso. Que igual pena sufrirá aquel que por sus
conversaciones o por hechos atentase contra la causa sagrada de la Patria, sea
de la clase, estado o condición que fuese. Que los que inspirasen desaliento
estén revestidos del carácter que estuviesen serán igualmente pasados por las
armas con sólo lo deposición de dos testigos.
”Que serán tenidos por traidores a la patria todos los que a
mi primera orden no estuvieran prontos a marchar y no lo efectúen con la mayor
escrupulosidad, sean de la clase y condición que fuesen.
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